Por Jesús González Briceño,
03/09/2013
Mensaje
con Destino: la descarada compra de conciencias con los dineros públicos es la antipolítica.
El
camaleón está presente en la política mundial pero se ha enseñoreado en la
nuestra, ocupando en estos tiempos un lugar muy importante cuando estamos
presenciando una voraz compra de conciencia por parte de partidos y políticos que
por el mensaje maquiavélico, el fin
justifica los medios, y
cualquiera de ellos es esencial para cambiar la configuración política para la
liquidación total y absoluta de los que obstruyen el camino hacia la hegemonía
de un régimen que paso a paso pero, con firmeza asombrosa, ha ido despejando la
vía para conseguir un control absoluto de los poderes del estado para implantar
el adoctrinamiento de sus pobladores mediante la educación y la cultura; en lo
económico, extinguir la propiedad privada en aras de construir una arquitectura
nacional comunal o comunista, basada en la propiedad social; en lo político,
obtener un monopartidismo estatal con la extinción del pluralismo intrínseco de
la democracia y, en lo judicial, una magistratura que le sea cómplice y
connivente en la interpretación y aplicación de la justicia; y para ello
requiere el control absoluto de los
organismos legislativos locales (municipales), estadales de las gobernaciones
y, por su supuesto, de la Asamblea Nacional Unicameral que le permita liquidar
cualquier resquicio opositor u obstaculizador de la magnificencia de la
construcción del edificio totalitario del Socialismo del Siglo XXl. Muchos de
estos propósitos están a punto de conseguir por la el expediente violatorio de la Constitución,
el abuso de los órganos del Estado, y la prepotencia del orden castrense y
policial que como manso cordero se arrodilla ante los designios y las órdenes
de los comandantes de la revolución para amenazar y emplear su costoso y bien
equipado armamento de miles de hombres y hombras,
corrijo, mujeres, a todo lo que se oponga
a la Revolución.
Para
referirme exclusivamente al objeto del presente me recuerdo cuando el mismo
Wilian Ojeda me regaló personalmente su obra valiente de CUÁNTO VALE UN JUEZ,
el cual leí con detenimiento porque en verdad la justicia y las instancias
estaban comprometidas con un proceso de desvarío en su aplicación y
manipulación de jueces inescrupulosos que no eran la mayoría porque en nuestro
país la ordinaria administración de la justicia alcanzaba estándares bastante
significativos y como él mismo acusa existían jueces acéticos, una judicatura
calificada de PARAPETO, y pone de manifiesto LAS CARENCIAS de Corte Suprema de
Justicia y el Tribunal de Salvaguarda, las tribus judiciales y otras especies
que según él minan el sistema nacional de justicia en nuestro país. La coyuntura
de los alzamientos militares de 1992 minimiza
las cuestiones planteadas por Ojeda que no obstante pudieron haber
tenido un impacto en la revisión de nuestro sistema judicial. Pero
indudablemente la situación del poder judicial de entonces no es nada comparable a lo que hoy se ha
convertido porque habían jueces y políticos responsables y leales dispuestos a
la corrección de estas fallas o desvaríos judiciales , pero , desde el inicio
del proceso revolucionario hasta hoy, los jueces y las instancias judiciales han
devenido en un apéndice del poder ejecutivo, es decir de Chávez y de
Maduro, para interpretar y aplicar la Constitución , códigos y leyes de la República sesgadas
totalmente en la perpetuación de una revolución anacrónica y antinacional y en
la judicialización con sus fallos y decisiones de los disidentes o contrarios al régimen, sin cortapisa
alguna. La última propuesta de Maduro de Jueces
sin Rostros es una falacia judicial para cubrir la autoría y evadir la
responsabilidad de los jueces en cualquiera instancia para judicializar y
condenar hechos, palabras y situaciones inconvenientes o contrarios al proceso,
sin dar la cara. Es una verdadera vergüenza esta propuesta.
De hecho
y de derecho ha sido pública y notoria
la manipulación de la justicia en los más elevados estrados del TSJ y en los
circuitos judiciales cuando se trata de
decidir casos que comprometen al régimen o contra sus adversarios; los
especialistas hablan de la liquidación de la justicia en Venezuela y la gran
mayoría de jueces son temporales y apenas el 30% son titulares. La pasada
presidenta del TSJ Luisa Estela Morales destituyó más de 200 jueces por razones injustificadas y repetidamente
aseguró que el principio de separación de los poderes debilita al Estado. El control
de los jueces fue denunciado por el fugitivo Eladio Aponte Aponte y en abril de
2012 declaró al CNN la interferencia de la Vicepresidencia y del presidente
Chávez en las decisiones judiciales importantes como en los casos del juicio a
los comisarios y policías metropolitanos y de la jueza Afuini, cuyas decisiones
son harto conocidas. El exmagistardo de la Dirección Ejecutiva de la
Magistratura, Luis Velásquez Alvaray, huyó del país acusado de peculado y
evasión de procesos licitatorios y posteriormente cuando fue apresado y puesto
en libertad en Barranquilla, destapó la hoya, mayo de 2012, de esa instancia
judicial acusando al periodista José Vicente Rangel como autor intelectual del
crimen del fiscal Anderson, y de la manipulación de las acusaciones a Manuel
Rosales, a la Jueza Afiuni, hermanos Guevara, comisarios de la PM y el caso del
diputado electo José Sánchez, Mazuco. La últimas decisiones de TSJ en el 2013
en referencia a la ausencia de Chávez, su muerte y las elecciones del 14 –A, desdicen
en alto grado la imparcialidad de la más alta magistratura judicial con las
sentencias sobre la falta temporal o absoluta del presidente, fallando de que
no hay ninguna de esas faltas y que no es necesaria la toma de posesión del 10-E porque
hay continuidad administrativa,( Art. 231 CRBV ); como la otra sobre el mandato de Nicolás Maduro para
que puede ser candidato presidencial y presidente encargado a la vez, en clara
y evidente violación del artículo 233 ejusdem. Lo más grave fue la declaración
de inadmisibilidad de las impugnaciones de las elecciones presidenciales del
14-A, aduciendo que no fueron alegados motivos suficientes que pongan en duda
la voluntad popular, expresada en esos comicios presidenciales, lo que es
risible para cualquier lego que haya examinado con detenimiento y dedicación
el expediente completo de tales
impugnaciones del candidato presidencial Enrique Capriles. Éstas y cientos de
páginas más se podrían añadir para justificar plenamente la parcialidad y
sumisión de todas las instancias de
nuestro sistema judicial, pero las aquí expuestas son más que suficientes para
que se desvanezcan las críticas de William Ojeda en CUÁNTO VALE UN JUEZ, ni
mucho menos se justifique que después de ser electo en la bancada de la MUD,
haya brincada la tranquera para las filas del PSUV, y ahora se de golpes de
pecho por su arrepentimiento y reconocimiento de Hugo Chávez expresando que “Chávez
será siempre la poderosa esperanza de los pobres y oprimidos… y me siento
orgulloso de haberlo conocido y de haber dado el paso de re-encuentro con él y
su ideario, en un momento tan crucial… desde su lado me conseguí , a pesar de
todo el duro debate de estos años, a un alma noble que me extendió la mano con
generosidad…Además resaltó los ideales cristianos del mandatario cuando en
realidad él mismo se confesó marxista y fustigó forma innoble y grosera la
misión de la Iglesia y el cristianismo, como lo manda la ortodoxia
marxista-comunista, lo que incitó a profanar imágenes, íconos y templos de
nuestra religión y devastar recientemente, después de su desaparición, las
sedes de la Conferencia Episcopal Venezolana. O cuando se expresó en referencia
al mandatario actual: Nicolás Maduro, jugó siempre a ir nadando en las
corrientes, pero aprendió con una impresionante facilidad a mentir. Abraza, besa, sonríe y gesticula
por el frente, pero una vez que una persona da la espalda, cualquier cosa puede
pasar (LA V por dentro, caras nuevas, vicios viejos, p. 82, Salas Ediciones).
Ojeda,
comunicador social, además de tener otros títulos académicos relevantes, desde
su entrada en la palestra de la política tuvo grandes oportunidades cuando fue
miembro del MVR y diputado electo a la Asamblea Nacional Constituyente de 1999. Pero él nunca llegó a
carburar políticamente al separarse de las filas chavistas y comienza su
viacrucis y andanzas políticas sin rumbo seguro y como una veleta: en el 2002
se separa del chavismo y funda el partido UN SOLO PUEBLO y se presenta como
candidato para alcalde del municipio Sucre Edo. Miranda, objetivo al que
desiste después de contar con un grupo profesional vario pinto y de bases
solidas de los barrios petareños, en su comando de Boleíta, pero desecha la
asesoría profesional y pierde el apoyo popular carcomido por la labor soterrada
del chavismo; posteriormente se lanza como precandidato presidencial pero
termina apoyando la opción de la
alternativa opositora Manual Rosales; posteriormente se postula como
precandidato para la alcaldía mayor y del municipio Sucre, (Petare) pero
tampoco logra sus objetivos. Más tarde es elegido diputado por la MUD de la
alianza opositora hasta que en septiembre se convierte en tránsfuga en
septiembre de 2012 volviendo al chavismo como lo referimos anteriormente, pero
ahora causando un grave daño a la bancada opositora en tiempos en que el
oficialismo anda desesperado por conseguir a cualquier precio los diputados
requeridos, 2/3 del número total de 165, para aprobar los asuntos pendientes
como la elección del contralor general de la República, de tres rectores del
Consejo Nacional Electoral y para aprobar la propuesta de otorgar una ley
habilitante al Nicolás Maduro para que complete su arremetida de enjuiciamiento
y despojo de la inmunidad parlamentario a varios diputados de la alianza
democrática opositora, como lo hizo en agosto pasado con el diputado Richard
Mardo, violentando los postulados constitucionales y éticos de la democracia
política. Ahora Ojeda anda acompañando al Potro Álvarez, candidato a alcalde
del municipio Sucre por el PSUV, como alcahuete y segundón echando por tierra
sus ambiciones como consecuencia de sus traiciones e infidelidad.
A William
Ojeda, con toda seguridad, se unirán otros camaleones políticos una vez hayan despojado
de su inmunidad a diputados opositores, a través de compras de conciencia
materializadas con dádivas y prebendas catalogadas como actos de corrupción y
acusaciones falsas, con la cooperación
de los organismos judiciales y las instancias parlamentarias, todo ello para la
implantación de un totalitarismo estatal en que se fusionan el
comunismo-estalinista, el fascismo italiano y franquista, bajo la égida del
castrismo dinosáurico conveniente para
alimentar las arcas del erario cubano.
Desde
algunos años atrás se ha percibido con claridad la intención del régimen chavista
y ahora con más énfasis con Maduro, para que nuestros altos magistrados y los
demás jueces, en contubernio con los diputados oficialistas, cometan una sarta
de barbaridades para la prostitución total del sistema judicial-parlamentario,
para convertir a nuestra nación en un reducto de opresión y desvergüenza que
únicamente sirva a los intereses del oficialismo espurio y de los camaleones
políticos, en la que Mefistófeles REINA, y sería más que pertinente preguntarnos
ahora ¿ CUANTO VALE UN DIPUTADO ?
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