Por Eduardo Matute
Bertha Lucía Fríes es una
amiga bogotana, cuya amistad la iniciamos en predios universitarios en
Barquisimeto, hace 40 años. En febrero del 2003, salió herida de gravedad en el
atentado terrorista del Club El Nogal, en Bogotá. El mayor atentado de las FARC
contra civiles. Sobrevivió, y después 9 años de recuperación de sus heridas
–físicas y mentales–, ha dedicado sus fuerzas en la promoción del reencuentro y
perdón en la sociedad colombiana. Sus palabras en la conmemoración del décimo
aniversario de ese acto terrorista reflejan esa actitud:
“Hoy a mi lado se encuentran
mis hermanos de humo y fuego (Pedro Carreño y Valentina Rendón, aunque ella no
esté presente), profesor de baile de esa noche y nuestra querida actriz de
televisión, respectivamente. Como muchos de los sobrevivientes, todos tenemos
una historia de cómo logramos salvarnos.
Uno se apoyó en su hijo,
otros en el vecino de esa noche, otros en aquellos que siguieron cumpliendo con
la misión de servicio, como el personal del club. Los que logramos salir
tuvimos un ángel que nos acompañó
Hay historias de historias,
todas únicas, unas más felices que otras, y las hay de aquellos que perdieron a
ese alguien o que quedaron en estado de invalidez. La mía tiene un componente
muy grande de solidaridad. Pedro y Valentina esa noche expusieron su vida por
mí hasta el último minuto, en donde lo imposible se volvió posible: sacarme
debajo de una pared en un estado muy crítico (aunque ellos no lo sabían, mi
columna estaba fracturada y luego con diagnóstico de cuadriplejía).
A pesar de las voces de que
había que evacuar y de que las llamas nos estaban pisando los talones, y no lo
digo como un decir sino como una realidad, ellos seguían intentando salvarme…
Estábamos en el piso 5o., y el hueco que dejó el carro bomba era nuestra puerta
del frente, que permitía ver las llamas del infierno. De ahí emanaban fuego,
humo, olores, y yo, a escasos metros, debajo de una pared imposibilitada. No
quiero detenerme en mi cuento, sino en algo que esa noche practicaron muchos… la
Solidaridad.
Mucho se habla de valores,
pero ¿cuánto se practican? Hay valores en acción y hay valores sin acción.
Aquella noche los “Pedritos” y “Valentinas” practicaron el valor de la
solidaridad, actuaron sin medir las consecuencias, cada uno exponiendo su vida,
y yo y otros vivimos ese acto de bondad
¿Qué es Solidaridad? Es un
valor que trasciende; es dar de sí a pesar de las consecuencias; es pensar en
el otro y dejar de pensar en uno