Mañana 1° de Mayo se celebra el día del trabajador en gran parte del mundo occidental. Día de reivindicación del obrero, el empleado, el campesino. No solo desde el punto de vista del salario real, sino de las condiciones de calidad de vida de la gran masa de ciudadanos de nuestra República.
Pasados 11 años de revolución bolivariana, vemos con gran tristeza que el salario real y las condiciones de vida de nosotros los trabajadores se han ido deteriorando poco a poco y de manera acelerada en los últimos 3 ó 4 años. Los aumentos del salario mínimo decretados por el gobierno central han estado por debajo de la inflación que reconoce el Banco Central de Venezuela, no hablemos de la inflación real, la que sentimos los ciudadanos cada vez que vamos al mercado, cada vez que necesitamos adquirir bienes esenciales para nuestra familia, medicinas, vestido, útiles escolares, transporte, diversión, sin hablar de otros bienes que contribuyen a mejorar la calidad de vida, como los electrodomésticos y las mejoras y reparaciones de la casa donde habitamos.
Mi Comandante, en su último “Alo” el pasado domingo 25 de Abril, disfrazado de militar, rodeado de militares, tanques de guerra, fusiles, artefactos de muerte de todo tipo, decretó un aumento del salario a todo el componente militar del 40%, crazo error Mi Comandante, porque en ese momento solo faltaban 7 días para la celebración del día del trabajador, aclaramos por supuesto que estamos totalmente de acuerdo con el aumento decretado del 40% al estamento militar, pues ellos también merecen mejorar sus condiciones de vida.
Pero Mi Comandante, ¿porque solamente a los militares?, y los demás trabajadores de la patria, los cocineros, panaderos, carniceros, secretarias, enfermeras, bomberos, policías, albañiles, mesoneros, lavanderos, ingenieros, administradores, contadores, abogados, camareros, técnicos en distintas áreas, motorizados, empleados públicos y pare de contar. Mi Comandante todo apunta a que usted discrimina a la gran masa laboral y privilegia a un sector.
Mi Comandante de nuevo ese impulso de la verborrea incontrolable, lo coloca a usted en un aprieto muy serio, ya me puedo imaginar al Ministro de Finanzas, nuestro inefable revolucionario Giordani que al oírlo, no le quedó más remedio que colocarse las manos en la cabeza, y comenzar a pensar de inmediato en los múltiples escenarios económicos posibles que esas palabras no planificadas significarán para el gobierno, en un año electoral.
Mi Comandante permítame ayudarle un poquito. Si usted decide mantener exclusivamente el aumento decretado al personal militar, provocara un malestar profundo en el resto del país que todavía lo sigue, probablemente perderá un caudal de votos muy importante para sus candidatos a la Asamblea Nacional, cosa que a todas luces parece muy grave. Pero si usted decide por algún extraño mecanismo proceder a decretar un aumento salarial aunque fuera de menor proporción al resto de los trabajadores del país, provocará un desequilibrio terrible en las cuentas fiscales, que provocarán la renuncia ó al menos un pre infarto de su Ministro de Finanzas, nos referimos por supuesto al camarada Giordani.
Debemos acordarnos que como producto de la superdevaluación de la moneda decretada en Enero ya usted Mi Comandante decreto un aumento del salario mínimo del 10% a partir del 1° de Marzo y del 15% a partir del 1° de Septiembre, aumento insuficiente y que ya a estas alturas del juego electoral se lo comió la inflación.
Confiamos en usted Mi Comandante, usted mismo se tendió la trampa, no fue la oposición, la Mesa de la Unidad Democrática, los golpistas, el imperialismo yanqui, no Mi Comandante fue su lengua incontrolada que lo metió en tamaño problema.
Mi Comandante, gracias por los favores recibidos.
Editorial del Equipo Productor
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