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viernes, 31 de octubre de 2014

Un País en retroceso, @VenteVenezuela, Juan Marcos Colmenares


Juan Marcos Colmenares*, 31/10/2014

Cuando Venezuela disfrutó su período democrático desde 1958 hasta 1998, la etapa más larga de estabilidad política, económica y social, el país fue calificado como en vías de desarrollo. Un país emergente donde se comenzó a liberar la economía, mejorábamos en seguridad jurídica, establecíamos un estado de Derecho y luchábamos contra la corrupción.

Con la visión de lograr la Gran Venezuela, reorganizamos la administración pública y su estructura económica para democratizar el país y logramos la descentralización y la elección directa de gobernadores y alcaldes. Se buscaba acabar con el estatismo o capitalismo de Estado, ampliando las fuentes de ingresos, diversificando el sector productivo, reduciendo el peso del Estado y creando una sociedad productiva no rentista; para convertir a Venezuela en un país productivo y competitivo.

En esa etapa invertimos nuestros ingresos petroleros en las industrias básicas y en la industria pesada del acero y la bauxita (Sidor, Venalum, Alcasa, Bauxiven, CVG) en Guayana; en la agroindustria, con la construcción de ingenios azucareros y complejos manufactureros; en la industria petrolera y petroquímica, en su infraestructura física y capital humano (Pdvsa, Pequiven, empresas mixtas); y desarrollamos empresas y complejos hidroeléctricos (Electricidad de Caracas, Enelven, represas de Guri y Uribante-Caparo). El bolívar era una moneda dura que se cotizaba en los mercados mundiales junto al dólar, al marco y al yen; y nuestro PIB alcanzó un crecimiento muy superior al de cualquier país hemisférico, con más desarrollo social y mejor calidad de vida.

Pero después de 15 años de este régimen fidelista-chavista-comunista, la “Revolución del siglo XXI” nos ha retrocedido en todo: En el período democrático recibimos ingresos por $ 427.393 millones; y en los últimos 13 años $ 1.295.000 millones (sin incluir los años 2012-13 y 14 cuando el precio del petróleo llegó a más de $ 100 el barril). ¿A dónde fueron a parar esos descomunales ingresos, si cada día vivimos peor?

Hasta 1998 la tasa anual de homicidios por cada cien mil habitantes era de 9, en 2012 fue de 275 homicidios y Caracas es la tercera ciudad más peligrosa del mundo. En materia de salud, teníamos 25,32 camas por cada cien mil habitantes; en el chavismo descendimos a 17,01. En democracia producíamos 80,8 litros de leche anual por habitante; ahora se producen solo 31,79 litros. Para el 2007 se habían cerrado 6.772 empresas de las que existían en 1998; y sin producción, las importaciones que el 1999 eran de $ 14.492 millones, en 2013 aumentaron a $51.479 millones. En democracia se construyó un promedio anual de 4,07 viviendas por cada cien mil habitantes; en la revolución 1,88 viviendas, a pesar de las misiones y todos los supuestos programas. En democracia 23% de los venezolanos vivían en barrios, pero en el 2007 la cifra había aumentado a 52%. La democracia construyó 83 embalses, la revolución 2. En democracia se construyeron 63 aeropuertos, en revolución ninguno. En educación, en 1998 había una matrícula de 657.448 alumnos en primer grado; pero, a pesar del crecimiento poblacional, en 2012 esta cifra desciende a 590.235 inscritos. Estos datos son oficiales y fueron tomados del libro “Del Pacto de Punto Fijo al Pacto de La Habana”.

Los venezolanos no podemos continuar viviendo en este desastre y lucharemos hasta rescatar la democracia, la libertad y la soberanía nacional, lo más pronto que sea posible. Por eso exigimos la renuncia inmediata, un gobierno de transición y elecciones libres.

*Abogado. Miembro de Vente Venezuela


Entrevista a Pompeyo Márquez, por Barómetro Político

POR BARÓMETRO POLÍTICO PUBLICADO EL 29.de octubre de 2014

Pompeyo Márquez: La crisis tendrá una solución inédita

A sus 93 años, Pompeyo Márquez, estudioso y protagonista de grandes procesos históricos y políticos de la Venezuela del siglo XX, conversó con el equipo de Barometropolitico.com para analizar la “crisis sistémica” que padece el país y que clama por un bloque de unidad nacional, así como por un gobierno de coalición con el chavismo, donde, según él, hay sectores democráticos.

Márquez indicó que actualmente se vive un momento de “inflexión histórica” en el que la oposición debe superar las dificultades que ha tenido para la aplicación de tácticas que deberían conducir a un objetivo claramente definido: el retorno de la república civil.

El líder de la lucha armada de la década del 60 desestimó la posibilidad de una Asamblea Nacional Constituyente, al tiempo que alegó que nuestra Carta Magna, pese a que está mal escrita, es democrática y propone pluralismo, descentralización y derechos sociales.

¿A dónde nos conduce la masa crítica de conflictos que se registra en el país?

Se ha cerrado un ciclo histórico con los 16 años de gobierno del “Chavezmadurismo”, ellos han generado el enfrentamiento de dos modelos de sociedad: una sociedad autoritaria, militarista y una sociedad democrática.

La sustitución se plantea por el fracaso del movimiento oficialista, sin embargo, es necesario se conforme un gran frente de unidad nacional para que se produzca un cambio. Es lamentable que la oposición no entienda cómo se debe enfrentar este momento así como los errores cometidos. Todo ese debate contrasta con la coyuntura que marcha de manera independiente. Ésta es una crisis profunda, sistémica y se agrava cada vez más con la caída del precio del petróleo que en definitiva agrava la situación y la marca de manera determinante.

La crisis produce también sus propios liderazgos.

¿Qué opinas de la constituyente?

Yo no satanizo ninguna forma de lucha contra esta dictadura militar, pero no creo que sea necesaria una constituyente. Tenemos una Carta Magna que, aunque mal escrita, tiene un diseño democrático. Venezuela es y será para siempre democrática, eso dice el artículo 6.

Lo que se plantea es cumplirla y no ponernos a inventar. Es necesario plantear la unidad nacional en este momento de inflexión histórica, de cambio de régimen y de Gobierno. La oposición debe comprender que hace falta tener una sola opción que enfrente el problema y el gobierno de Nicolás Maduro.

¿Qué pasa si la oposición sigue dividida y no crea una alternativa?

Si la oposición crea una alternativa puede producirse un cambio de gobierno y un cambio de régimen.

Podría hacer una perspectiva histórica en el análisis. Por ejemplo, en la lucha contra Pérez Jiménez, nosotros cometimos una serie de errores que tenían como centro distintas opciones para salir del Gobierno. Luego de conocer los resultados electorales del 30 de noviembre de 1952, Venezuela se sumergió en un régimen represivo, no se hacía nada ni se movía una hoja contra el Estado, lo que llevó a la alianza de los cuatro partidos principales de la época AD, Copei, URD y el Partido Comunista en la lucha contra la dictadura y su sustitución.

La propia realidad nos obligo a rectificar, la propia realidad nos obligo a unirnos

¿Es posible un golpe militar?

Una dictadura no debe ser sustituirse con otra dictadura. Lo que puede venir es un agrupamiento mucho más heterogéneo. Sin embargo, yo no satanizo a todos los militares.

Deben estudiarse todas las hipótesis, estoy seguro que va a haber una salida inédita de la crisis porque toda crisis se resuelve y ésta no será la excepción. No sé cómo, ni cuándo pero tendrá una salida, el dilema lo tiene la oposición en sus manos.

Por otro lado está la hipótesis del padre Ugalde, quien considera que será del mismo chavismo se iniciará el cambio en este régimen. Eso es posible y no puede negarse. Hay otro escenario que contempla una alianza entre todos los sectores, incluyendo los militares, para defender la democracia y propiciar el cambio.

En el chavismo hay sectores democráticos y siempre lo hemos sostenido, nada es homogéneo, ni las Fuerzas Armadas ni el Gobierno.

¿Es posible una alianza entre la oposición y sectores del Gobierno?

Como dice una canción de salsa “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”. No preveo una alianza con Maduro, él demostró que no tiene pasta de estadista, tuvo todas las oportunidades del mundo, como la oportunidad del diálogo y no la aprovechó.

A Nicolás Maduro “se le pasó el autobús”, tuvo en sus manos la posibilidad de generar un diálogo con sus contrarios y lo convirtió en una farsa y una burla para el país.

Para mi el diálogo con Maduro está cerrado, pero podría ser posible con otros sectores del Gobierno porque vale la pena dialogar, con quien sea, cualquiera que esté en la búsqueda de un cambio y en contra de las políticas oficialistas.

La estrategia es la democracia, hay que plantearse el retorno a la República Civil. Venezuela no tiene otra salida que la democracia.

Destacado1: Una dictadura no debe ser sustituirse con otra dictadura. Lo que puede venir es un agrupamiento mucho más heterogéneo.


Destacado2: La estrategia es la democracia, hay que plantearse el retorno a la república civil

Un ministro venezolano recomienda no lavarse el pelo si escasea el champú, por @ludmilavino

LUDMILA VINOGRADOFFLUDMILAVINO 31 de octubre de 2014

«Si por la revolución tenemos que dejar de hacerlo, lo haremos», ha asegurado el ministro para el Ecosocialismo, Ricardo Molina

Para ser un «buen revolucionario», el ministro para el Ecosocialismo, Hábitat y Vivienda de VenezuelaRicardo Molina, ha recomendado a los ciudadanos no lavarse el pelo si no encuentra champú en los supermercados, donde también hay una gran escasez de desodorante, jabón, papel higiénico y pañales.

En recientes declaraciones a la cadena oficialista Globovisión, el ministro pidió sacrificios ante la escasez de productos, durante la entrega de unas viviendas en Caracas. «Pues si por la revolución tenemos que dejarnos de lavarnos el pelo, lo haremos», dijo al acusar a la «guerra económica» de la escasez y de confundir a la gente que se queja porque «no consigue el champú de tal marca».

Amenaza de despidos

El año pasado el ministro Molina también hizo otras polémicas declaraciones, cuando amenazó con despedir a los trabajadores que militen en partidos opositores. «No me importa en absoluto lo que dicen las normas laborales», aseguró en un vídeo de Youtube, en el que señalaba que no aceptaría que «nadie venga a hablar mal de la revolución, a criticar a Nicolás (Maduro) o a hablar mal del comandante (Hugo Chávez)».

En los 2,28 minutos aproximados de grabación, Molina especificó que «quien quiera ser militante de Voluntad Popular, de ese partido fascista de Leopoldo López, que renuncie, porque si no renuncia, yo mismo lo voy a echar».

Tomado de: http://www.abc.es/internacional/20141030/abci-ministro-venezolano-recomienda-lavarse-201410301723.html

El pilar de la revolución se agrieta, por @alfredomeza

ALFREDO MEZA Caracas 29 OCT 2014

Nicolás Maduro acusa a Estados Unidos de provocar la caída del precio del petróleo

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha acusado a Washington de provocar la caída de los precios del petróleo. Es una acusación que trasciende el rechazo de rigor del chavismo ante la conducta imperial de Estados Unidos para anclarse en argumentos geopolíticos. Las compañías petroleras estadounidenses, explicó el gobernante, están utilizando "un método salvaje" para extraer petróleo de esquistos "con un costo impagable para el planeta por la desesperación de tener el control energético".

La sobreoferta de crudo perjudica al Gobierno venezolano porque Maduro, igual que su antecesor Hugo Chávez, apostó todas sus fichas a la estrategia de mantener elevado el precio internacional de su principal producto de exportación para financiar su proyecto político estatalista.

En 15 años poco se ha hecho para incrementar la producción petrolera —que no supera los tres millones de barriles diarios que ya se producían en 1998, antes de la "revolución bolivariana"— y asignaron a Petróleos de Venezuela (PDVSA) responsabilidades distintas a su negocio. La principal empresa de Venezuela, que aporta el 96% de los ingresos del fisco, es también la caja chica de la Gran Misión Vivienda Venezuela, el programa masivo de construcción de viviendas para damnificados de las crueles inundaciones de 2009 y 2010, y de todo el gasto social del Gobierno.

Con el aparente fin de la época dorada de los precios altos —la cesta venezolana (el precio medio del barril) cerró la semana pasada en 75,9 dólares (62,3 euros)— también llegarán cambios en la estrategia geopolítica venezolana. Según los analistas, en una aparente muestra de raciocinio, Caracas ya ha comenzado a recortar los envíos a Petrocaribe, la alianza energética fundada por Chávez en 2005 para vender petróleo a plazos y con interés bajo o intercambiarlo por bienes que no se producen en el país. Los datos más recientes indican que las exportaciones a países signatarios de ese y otros acuerdos se redujeron en 106.000 barriles durante el segundo trimestre de 2014.

Si este recorte afecta o no la tutela que Caracas ejerce sobre las islas del Caribe Oriental y algunos países de Centroamérica en los foros hemisféricos es un asunto que está por verse. La analista internacional Elsa Cardozo cree que sí: "Este golpe será mucho mayor que los anteriores porque hoy la diplomacia depende en mucho mayor medida de la chequera petrolera".

Maduro no se enfrenta a un escenario tan catastrófico como en el pasado, pero sí preocupante.

Tiene lo que Cardozo llama la fuerza del acreedor para seguir ejerciendo su influencia. En un artículo publicado en el El Nacional, el economista Leopoldo Martínez calculó que en el marco del acuerdo de Petrocaribe entre República Dominicana, Jamaica y Bahamas adeudan más de 21.000 millones de dólares. Son los principales deudores de un área que contrajo compromisos con Venezuela por otros 25.000.

La firma Barclays calcula que, por cada dólar que disminuye la cotización del barril, Caracas deja de ingresar en sus arcas 728 millones de dólares. En un año, según estimaciones de Bank Of America, podría dejar de contar con unos 10.000. La otra opción para cumplir con sus compromisos internos sería recurrir a los mercados internacionales, pero el Gobierno ha descartado esa posibilidad debido a los costes crecientes del endeudamiento por el deterioro en la percepción del riesgo crediticio. "No vamos a pedir crédito en esas condiciones que quiere imponer la banca mundial capitalista", dijo ayer Maduro. "No lo vamos a hacer. Tenemos otras fuentes, afortunadamente".


¿LA NECESIDAD DE UN VERDADERO LIDERAZGO?, por H.C.F. Mansilla

H.C.F. Mansilla 28 de octubre de 2014

Antes de la Segunda Guerra Mundial José Ortega y Gasset exclamó: "Desde hace mucho tiempo viene oyéndose a través del planeta un formidable grito, [...] pidiendo que haya alguien que conduzca". Las épocas de grandes dilemas y tribulaciones exigen, evidentemente, la presencia de auténticos estadistas, imaginativos, intrépidos, impulsores del progreso histórico, dirigentes con talento intelectual y convicciones éticas, capaces de adelantarse a su tiempo y de trascender sus circunstancias. Ellos tienen una visión adecuada del conjunto de la nación – o nos imaginamos que es así –, pues paralelamente a su carrera política se han consagrado al estudio y análisis de la sociedad. Poseen también voluntad y disciplina, ennoblecidas por los propósitos que se han trazado, objetivos que superan de lejos los apetitos individuales y los egoísmos grupales. Estos últimos no pueden obviamente ser suprimidos, pero sí mitigados y canalizados en pro de un fin superior. Una combinación de coraje, perseverancia y responsabilidad distingue a los líderes genuinos, quienes saben que la verdadera gloria no reside en la acumulación de caudales robados al Estado, sino en el servicio a la comunidad, en la defensa de la justicia y en la construcción de un futuro mejor. La paciencia, la autodisciplina y el sentido de las proporciones son cualidades propias del verdadero estadista, que tiene que transitar continuamente por las movedizas arenas de la política, donde el engaño y la mentira representan el pan de cada día. A menudo exhiben actitudes paternalistas, pero se trata de un rasgo pedagógico: un padre que vincula bondad y desprendimiento con exigencia y rectitud.

   Se puede argüir, con mucha razón, que esta descripción corresponde a un tipo ideal que no existe en la realidad y que, por consiguiente, el anhelo de contar con líderes políticos de estos rasgos pertenece exclusivamente al campo de la mala literatura. Pero la cosa no es tan simple. A lo largo de la historia universal existieron estadistas que encarnaron las características aquí nombradas. No han sido numerosos, pero han dejado huella, es decir: han constituido un paradigma de dirigente al que no podemos renunciar (porque pertenece a la memoria histórica de la humanidad) y con el cual comparamos de modo inevitable a los políticos del presente. Son ellos los que han enriquecido la praxis política y la reflexión teórica, los que han contribuido a dar concreción a nuestras ideas acerca de una vida bien lograda y a nuestra concepción sobre la dignidad de los  pueblos.

   Sin ir más allá: poco después de esta observación de Ortega surgieron líderes de primera magnitud como Gandhi, Roosevelt, Churchill, de Gaulle y Adenauer. Hoy en día se puede llegar a la conclusión de que el ex-presidente sudafricano Nelson Mandela personifica la última gran figura de un estadista de primer nivel: el hombre que combina una enorme valentía personal, una notable fuerza espiritual y una reconocida capacidad de sacrificio con el designio de concordia y pacificación. En una constelación muy difícil Mandela utilizó su visión y su coraje ( templados por veintisiete años de prisión ( para alcanzar la liberación política y social de la mayoría negra de Sudáfrica, sin propugnar la violencia armada y sin reprimir a la minoría blanca de aquella nación. Mandela, el hombre de la grandeza y la humildad, logró construir una obra de compleja arquitectura: supo cómo derrumbar las estructuras totalmente injustas que discriminaban a las etnias africanas, pero mantuvo el entramado económico y los derechos de la minoría blanca dentro de una democracia viable. No alentó la venganza contra sus enemigos ni la inquina contra sus rivales, sino la voluntad de reconciliación, que no significa olvidar la injusticia. Comprender no es perdonar y menos justificar.

   ¿Qué diría Ortega hoy en día, frente a la mediocridad universal que desde hace largas décadas se ha apoderado de la mayoría de los gobiernos de este mundo? Entre los políticos actuales ya no hay individuos egregios, inconfundibles, con un sentido realista de su propia valía y con amplia autoridad moral. Los políticos actuales son astutos, tramposos y cínicos, cualidades sin duda imprescindibles en la vida contemporánea, pero ellos hacen una apología de esas necesidades ocasionales y subalternas, celebrándolas como las únicas a las que puede aspirar un político. Se contentan, en el fondo, con detentar unas destrezas técnicas de segunda categoría, que ellos consideran como la culminación de la inteligencia social. Este es su rasgo distintivo: confunden los acuerdos momentáneos con virtudes perennes, el pragmatismo circunstancial con la programática de largo plazo.

   En los regímenes populistas actuales de América Latina (Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela) los líderes políticos se destacan por las cualidades recién nombradas y, además, por su carácter provinciano. Estos gobernantes no son estadistas en sentido estricto. Sus cualidades carismáticas, que no son nada despreciables, y su capacidad para generar consensos les lleva también a creer que la viveza criolla constituye el saber primordial de un hombre público. En el fondo son operadores afortunados: no poseen visiones, sino habilidades de negociación dentro de límites muy estrechos. No tienen sueños para su patria, sino deseos muy prosaicos de perpetuarse en el gobierno y aligerar el erario público. No ofrecen mensajes o programas que conmuevan a los ciudadanos, sino habilidades en la esfera de las relaciones públicas y soltura para presentarse ante los medios masivos de comunicación. Así hemos llegado al signo de la época: lo que ellos entienden bajo un sano e indispensable pragmatismo es un conjunto de mañas, artilugios y trucos para moverse en los intersticios del poder. Y digo pragmatismo porque en Bolivia, Ecuador y Nicaragua las élites populistas se han olvidado en la realidad de todo designio anti-imperialista y anticapitalista y se han transformado en los socios entusiastas del capitalismo ramplón y antiliberal que perjudica a esas sociedades hace largas décadas. Nihil novi sub sole.


La salud está de "milagro", por @PabloPerezOf

Pablo Pérez octubre de 2014
@PabloPerezOf

La salud de los venezolanos está en su peor momento en la historia democrática del país. Nunca antes se había conjugado de tal manera epidemias, escasez de medicamentos y el deterioro muy marcado de la atención en hospitales y ambulatorios. Y si a eso le sumamos el errático gobierno que tenemos, nos damos cuenta de las dimensiones reales de la crisis.

Es tan grave el problema que hasta monseñor José Valera, Obispo de Guanare, en sus palabras como parte de la homilía por la bajada de nuestra Santa Patrona: la Virgen de la Chiquinquirá, tuvo palabras dedicadas a este fenómeno que nos azota con fuerza.

Luego de pedir por la salud de los enfermos, pidió la intermediación de Dios y la virgen para que aparezcan las medicinas tan escasas en toda Venezuela. Esa es la dura realidad que deben vivir todos los venezolanos, pero especialmente aquellos que lamentablemente tienen padecimientos crónicos.

Para desgracia de la población, la escasez de medicamentos ha coincidido con las epidemias de Dengue y Chikungunya, lo que por supuesto ha desnudado la terrible pesadilla que estamos viviendo los venezolanos. Una pesadilla que intentan disfrazar con toda una ofensiva propagandística que busca vender un país que no existe.

¿Y cuál es la respuesta del gobierno ante tantos males? Mentiras, manipulación y el endosarle a otros las consecuencias de 15 años de ineficiencia. Lo hemos dicho en múltiples oportunidades: no son capaces de enfrentar sus propios errores, sino que se los atribuyen a guerras y conspiraciones de todo tipo que sólo existen en las mentes perversas de quienes han usado y abusado del poder.

La única esperanza que nos da el gobierno es que van a llegar 29 millones de tabletas de acetaminofén. Casi que pretendían que el pueblo celebrara tal hazaña, cuando es una obligación del gobierno abastecer de medicamentos el sistema público y además entregar las divisas para que el sector privado compre los "remedios" del pueblo.

Ni una cosa, ni la otra. Hasta los 29 millones de tabletas de acetaminofén son una burla, porque eso representa menos de una pastilla para cada venezolano ¿Habrá sacado esa cuenta el ministro que dio la "gran" noticia? No hay medicinas suficientes para atender los males que golpean a la población. No hay creatividad para resolver las distorsiones. No hay seriedad en el manejo de Venezuela.

El país vive un deterioro a todo nivel. Algunos de los problemas que agobian a los venezolanos son medianamente tolerables, pero con la salud no se juega. Un enfermo crónico no puede esperar a que la burocracia oficial cumpla con su deber, si es que cumple con su deber.

Ojalá la petición de monseñor José Valera en la bajada de la virgen no sólo se cumpla a nivel de la escasez de medicamentos, sino con todas las dificultades que se viven en el país. La sociedad venezolana está en una especie de olla de presión por todos los problemas acumulados y agravados. Lo peor es que no hay válvulas de escape a tanta tensión, malestar y ausencia de esperanza. Que Dios y La Chinita protejan a Venezuela.

Pablo Perez

@PabloPerezOf

La producción de petróleo venezolano es menor a la de hace 54 años, por @freddyspaz

Freddy Paz octubre de 2014

Debemos reconocer que el 27 y 28 de septiembre del año 2000 se celebró la II Cumbre de Jefes de estado y de gobierno de la OPEP, en Venezuela con la finalidad de lograr precios justos del Petróleo. Y En los últimos quince años Venezuela ha tenido el mayor ingreso de su historia por la vía de la renta petrolera, cerca de 1.100.000 millones de dólares recibidos por Venezuela entre 1999 y 2014, recursos que fueron mal administrados y despilfarrados, consecuencia de la crisis que hoy afecta la vida de los venezolanos.

La página oficial de la OPEP (www.opec.org), enlace “Monthly Oil Market Report”. Allí, podemos verificar que nuestra producción petrolera para el mes de abril del 2014 alcanzó los 2.653.000 barriles diarios incluyendo en ese número lo producido en la Faja del Orinoco. Durante el mes de abril, la producción venezolana cayó 40.000 barriles diarios, mientras que países como Arabia Saudita y Kuwait aumentaron su producción a 157.000 y 60.000 barriles/día respectivamente. De igual manera en la página oficial de la OPEP podemos constatar que estamos produciendo casi un millón de barriles al día menos, por debajo de la cuota permitida por la OPEP.

Según un trabajo de Aniger Esteves / Departamento de Investigación /Noticias24. Los documentos auditados de Pdvsa, publicados en su página web, explican que la venta de petróleo crudo y sus productos realizada a través de los acuerdos suscritos por el Gobierno venezolano con países extranjeros significó cuentas por cobrar por 20.578 millones de dólares en 2012, 40% más que los 14.675 millones de dólares que se debían en 2011.

“Pdvsa está vendiendo petróleo y está cobrando en efectivo sólo la primera parte de la factura (50%), financiando a sus amigos para pagar el 50% restante en cómodas cuotas, a largo plazo (…) la mayoría sujetas a la compensación con productos alimenticios, pero la situación cambiaria no está para eso, sino para que se cobre en dólares”.

“En los estados financieros auditados, la estatal petrolera informa que de los 284 mil barriles diarios de crudo y derivados enviados por Pdvsa a sus socios de Petroamerica, Petrocaribe y demás convenios, “122 mil barriles diarios son considerados como 50% de la porción financiada a largo plazo, sujeta a compensación y constituida en fideicomisos de estos convenios”.

El valor de esta porción financiada a 15 años y a una tasa de interés de 2% asciende a 2. 728 millones de dólares, y la cifra es considerada por el Ministerio de Petróleo y Minería como el “cumplimiento de parte de la obligación que tiene Pdvsa por regalía”. Mientras los venezolanos sentimos día a día el peso de la crisis que nos agobia. Con un aparato productivo mermado, deprimido y devorado por las ansias de populismo. Y con una producción de barriles de petróleo menor a la producida hace 54 años, cuando nació la OPEP. Que era de 2 millones 800 mil barriles diarios.

Freddy Paz


Entre socialismo y capitalismo, por @carome31

Carlos Romero Mendoza 30 de octubre de 2014
@carome31

Finalizada la dictadura de Pérez Jiménez, por allá en el año 1960 se aprobó el Proyecto de Ley de Regulación de Alquileres, que vino a enfrentar la grave crisis de vivienda y en particular de alquileres que vivía el país en ese momento.

En el debate de la Ley de Regulación de Alquileres de 1960, un diputado de apellido Villaroel, advertía que ya desde 1939 el Estado a través de decretos y resoluciones venía intentando intervenir en esta materia. Esa Ley de 1960, tuvo una reforma parcial en 1987 y luego en el año 1999 resulta formalmente derogada a través del Decreto Ley de Arrendamientos Inmobiliarios del 25 de octubre de 1999; por lo tanto, la intervención del Estado en los alquileres es parte de nuestra cultura jurídica y política.

Según las actas del debate parlamentario de 1960, Venezuela era un país con un déficit de 700.000 viviendas, que mayor impacto generaba en la provincia. Caracas según la exposición de motivos de aquél texto legal, era una ciudad con un elevado costo de vida; se afirmaba que la ciudad superaba para 1958 el 53% del costo de vida en comparación con el año 1945, según cifras del Banco Central de Venezuela.

Era aquella Venezuela, en palabras del entonces diputado Rafael Caldera, un país que experimentaba una importante recesión, que además, según se desprende de la exposición de motivos, en materia vivienda había sufrido un incremento de 90%, los alimentos un 43% y las medicinas sumaban con otros rubros un 60%.

Para el diputado Villaroel los traficantes de influencias, el soborno, especialmente en la época de la dictadura, elevaron artificialmente los costos de los edificios y las viviendas a tal extremo, que falseando su valor real buscaban obtener escandalosas ganancias con el canon de arrendamiento.

Para el diputado Rodríguez Bauza, el proyecto de Ley debería golpear a los especuladores y en ese sentido argumentaba que había que ir contra aquellos capitalistas entregados al imperialismo, pues ellos eran un sector nocivo para el país. Bauza afirmaba que había sectores imperialistas que se llevaban todo el beneficio que obtenían en nuestro país, descapitalizando a Venezuela, entre ellos incluía a los banqueros, empresarios agrícolas nacionales y sector industrial.

También reconocía Bauza que aquél proyecto de Ley tenía como enemigos a quienes se habían favorecido de las políticas de la dictadura.  Caldera advertía, en sus palabras ante el Congreso, que parte de la crisis de la vivienda en esa época era producto de los errores de la dictadura y de la provisionalidad que experimentó Venezuela luego de la caída del régimen de Pérez Jiménez.

Para el diputado Bauza en la sociedad capitalista era imposible solucionar el problema de la vivienda.  En este mismo sentido, y en el debate ante el Senado, el Senador Farías, invitaba a mirar hacia Rusia, en donde el problema de la vivienda los solucionaba el propio pueblo sin la necesidad de una Cámara de Construcción, a quien responsabilizaba de la crisis.

Farías afirmaba en su discurso que el modelo socialista podía resolver los problemas, y para ello, no había que tenerle miedo, simplemente había que apelar al entusiasmo revolucionario de las masas trabajadoras.

El Senador Uslar Pietri, no sólo reconocía la existencia de diversos criterios en el debate ante la Cámara del Senado, sino que además, advertía que en el problema de la vivienda como en cualquier otro problema, nadie podía pretender que el Senador Farías, un socialista convencido, pudiera sostener puntos de vista que no fueren los estrictos y ortodoxamente socialistas.

Uslar además, advertía que para el senador Farías el problema no era la posibilidad de una sacudida social importante que paralizara momentáneamente la construcción y en consecuencia, el incremento del desempleo; por el contrario, su preocupación era la espera por que en Venezuela reine un régimen socialista al estilo soviético; al respecto expresamente Uslar Pietri advirtió no estar de acuerdo ni con el pensamiento, ni con esa perspectiva, ni con esa manera de encarar el problema nacional.

Uslar recordó en su intervención, que los propios comunistas reconocían que el país vivía en ese momento una etapa de desarrollo de la burguesía y del capitalismo; por lo tanto, en varias oportunidades, los comunistas advirtieron que Venezuela no estaba madura para ensayar una etapa socialista.  Y aun así, si lo estuvieran, advirtió Uslar Pietri, el sistema socialista no podría resolver los problemas de la vivienda, de hecho, recordaba que en Rusia, madre y vanguardia del socialismo, en 40 años no lo había logrado resolver.

El Senador Farías, respondiéndole a Uslar, le advierte que la situación revolucionaria podría madurar de la noche a la mañana y en tal sentido le dijo: “hoy nos ven ustedes por ahí sin nada y mañana podemos estar en el Poder, no se asusten, pero puede ocurrir.”

¿Qué dejamos de hacer como sociedad que hoy, luego de varias décadas, una generación de venezolanos tienen que encontrarse con el debate entre el socialismo, comunismo, libertad, justicia, igualdad y democracia, como lo hicieron en el pasado sus abuelos y bisabuelos?.

Han pasado más de 50 años, y nuevamente el capitalismo, calificado de excluyente y explotador se une a la mercantilización y especulación económica con la vivienda, para justificar en Venezuela la intervención del Estado a través de la Ley para la regularización y control de arrendamientos de viviendas, aprobada en el 2011.

La gran diferencia con aquél 1960, es que entonces existía un Congreso, que además de bicameral, toleraba y servía de espacio para el encuentro y el debate respetuoso entre varias visiones políticas. Hoy por el contrario, una generación de venezolanos, no han podido experimentar la práctica de un debate político plural sobre los temas de interés nacional, porque simplemente el espacio institucional para ese debate está disminuido, por no decir inexistente.

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Referencia bibliográfica:

El Proyecto de ley de Regulación de Alquileres en las Camaras Legislativas.  Colección Monografías 3.  Imprenta y Publicaciones del Congreso Nacional. 1960. Pp.276

Carlos Romero Mendoza
@carome31

jueves, 30 de octubre de 2014

El fin de la ilusión, Vladimiro Mujica


Por Vladimiro Mujica, 30/10/2014

Un elemento especialmente impactante del caso venezolano es la comparación con los otros países del de la así llamada Alternativa Bolivariana para las Américas, especialmente Ecuador y Bolivia, dos países que hace 10 años estaban en mucho peor condición que Venezuela en literalmente todos los aspectos económicos y sociales y que contaban con una base de recursos mucho más precaria. La realidad hoy es no solamente que la calidad de vida en estos dos países es mucho mejor que la venezolana, sino que se han logrado avances muy importantes en impulsar transformaciones esenciales en la sociedad.

El antimilagro venezolano es no solamente desconcertante, sino profundamente vergonzoso. Mientras que Ecuador emprende la ambiciosa aventura de creación de Yachay, una universidad tecnológica de primera que está atrayendo un considerable interés internacional, Venezuela se empeña en destruir a sus universidades. Al tiempo que Ecuador y Bolivia tienen una inflación de menos del 10%, Venezuela se aproxima a una inflación alucinante que terminará en un número mayor al 60% a finales de año.

La reciente reelección de Evo Morales en Bolivia es especialmente aleccionadora porque independientemente de la indiscutible tentación autoritaria, Morales se ha revelado como un líder que ha avanzado en reducir las tensiones sociales en un país que tenia y todavía tiene abismales diferencias sociales asociadas a la discriminación racial.

A pesar de muchas cosas, quizás Bolivia necesitaba a alguien como Morales pero creo que ya se puede decir con certeza que el chavismo fue un pésimo atajo para Venezuela y que la supuesta solución revolucionaria ha terminado por traicionar al pueblo que la apoyó.

A la inusitada incompetencia y corrupción en los asuntos del Estado, hay que añadirle un grado desbordado de corrupción que está llevando al país a una creciente situación de ingobernabilidad. El último episodio de la disfuncionalidad del Estado es el manejo del enfrentamiento entre los colectivos armados y la policía que ha llevado a que funcionarios del mismo gobierno califiquen alternativamente cómo héroes o como criminales a los miembros de los colectivos caídos en circunstancias dudosas en enfrentamientos con los cuerpos de seguridad.

En un sentido pavorosamente real la oligarquía chavista ha traicionado el legado de Chávez. O mejor dicho, lo que sus simpatizantes interpretaban como el legado del comandante. Porque si al caso vamos el desastre que estamos viviendo no comenzó con Maduro sino con Chávez, pero los seguidores del comandante lo perciben de otra manera.

OPOSICIÓN INHÁBIL. Pareciera que una parte importante de lo que sigue manteniendo a flote al gobierno de Maduro es la inhabilidad de la oposición para transformarse en un verdadero movimiento de resistencia ciudadana. Eso y el miedo de la población de que cuando el chavismo se sienta realmente amenazado en el control del país reaccionará con violencia y represión.

El fin de la ilusión por la revolución del atraso y la vergüenza se aproxima irremediablemente. Pero es probablemente imposible predecir las condiciones en que esto ocurrirá. Por ahora el país sigue su rumbo incierto y precario, signado por la incertidumbre y el manejo artero de la desinformación como estrategia de control y miedo. Hoy más que nunca es necesario pensar en las claves del reencuentro que despejen el camino para que los descontentos del chavismo miren en la dirección de la otra mitad del país. Un paso indispensable para impedir que Venezuela se torne en una nación inviable, cuando venga el despertar de esta pesadilla.

Vivos se los llevaron, vivos los queremos, @amnistiaespana, los 43 desaparecidos de Mexico




Julieta sólo tiene 5 años. La semana pasada decidió escribir ella sola su primera pancarta, para exigir que devuelvan con vida a los 43 estudiantes desaparecidos en México.

Como miles de personas en todo el mundo salió a protestar, y en medio de la manifestación, miró a su madre y le dijo:"¿Crees que no participo? Yo también estoy gritando ¡porque también soy estudiante!".

México necesita más voces que se sumen a la de Julieta. Únete hoy y exige al gobierno mexicano que aparezcan con vida los estudiantes.

Ya ha pasado un mes desde que la policía atacó, junto a presuntos sicarios, a estos estudiantes. Desde entonces sus familias y miles de personas en todo el mundo han gritado sin descanso “¡Vivos se los llevaron, y vivos los queremos!”

Julieta, con sus 5 años, ha estado junto a las madres y padres de los estudiantes. Sabe que puede marcar la diferencia, como tú también puedes.

Este no es un hecho aislado, sino una historia que se repite con demasiada frecuencia en México, y ya es hora de romper el círculo de impunidad.

México necesita más voces como la de Julieta. Por favor, levanta tú también la voz para que el gobierno mexicano sepa que nos importa la vida de los 43 estudiantes, y para poner fin a la violencia.

Gracias por no olvidarte de quienes te necesitan.
Esteban Beltrán
Amnistía Internacional - Sección Española

Crisis de Estado, por @carlosvalero08

Carlos Valero octubre de 2014

La defenestración pública del Mayor General Miguel Rodríguez Torres, golpista originario que fue derrotado por Doña Blanca de Pérez cuando intentó, a plomo limpio, tomar la Casona, tiene graves connotaciones para la paz de la república, debido a que pone al descubierto lo que hasta ahora era una sospecha generalizada: el monopolio del uso de la fuerza no lo tiene el Estado, lo comparte con los llamados “colectivos armados”, especie de grupos de choque, encargados de enfrentar a la oposición.

Rodríguez Torres merecía ser despedido desde hace mucho tiempo por su incapacidad para detener la matanza de venezolanos en manos del hampa y por la forma inescrupulosa en que dirigió la represión contra las protestas estudiantiles de principio de año. Sin embargo, su salida del despacho de relaciones interiores obedece a otras motivaciones. En primer lugar, existe la hipótesis de que el enfrentamiento ocurrido en el edificio Manfredi, donde pierden la vida 5 personas vinculadas a los colectivos, produce una presión pública de estos grupos, quienes el jueves pasado amenazaron con realizar una marcha en Caracas. Esta marcha fue suspendida y produjo el pronunciamiento vía twitter de varios miembros de los colectivos, diciendo que habían logrado el objetivo de destituir al Ministro y que ahora faltaba verlo tras las rejas. Nadie oficialmente ha confirmado la existencia de una negociación entre el alto gobierno (sin la participación de Rodríguez Torres) y los colectivos para cambiar la marcha por la cabeza del ministro, pero los hechos indican que la misma ocurrió. Se suspendió la movilización y fue despedido el personaje.

El estado surge como una necesidad del hombre precisamente de limitar el uso de la violencia, para dirimir las diferencias políticas, económicas, sociales o personales. Los hombres renuncian al uso de la fuerza y se someten al imperio de la ley, como una forma de lograr un mínimo de convivencia social. Desde la época de Chávez, y ahora en pleno desarrollo del Cabello-Madurismo, el discurso oficial ha planteado como un imperativo revolucionario la desaparición del Estado burgués, lo cual para muchos implicaba desaparecer los supuestos productivos y economicistas en la gestión pública, para imponer el llamado poder comunal, pero al parecer están dispuestos a ir mucho más lejos y en la cabeza de algunos jefes del proceso, el “nuevo Estado” incluye compartir poder de fuego con grupos paraestatales a cambio de preservar el poder.

Las consecuencias dentro del Madurismo del enfrentamiento entre los “colectivos” y el ministro que cumplía la orden del presidente de aplicar el plan desarme están en pleno desarrollo y habrá que esperar un poco para medirlo, no obstante resaltan algunos elementos: i) es falso la tan cacareada unidad monolítica dentro del oficialismo. Al contrario, las diferencias son tan profundas que al parecer se dirimen por la vía de las armas; ii) dentro del gobierno estamos viviendo un proceso de balcanización, donde las distintas facciones parecieran contar no sólo con influencia dentro del partido y de la organización del gobierno y del Estado, sino también con sus propios grupos de choque. Tristemente pareciera que se están repitiendo los caudillos y las montoneras que el General Gómez había extinguido a principios del siglo pasado y, iii) se observa un peligroso debilitamiento del concepto de Estado, o por lo menos una mutación a una especie de “estado malandro”, donde prevalece la ley del más fuerte.

Desde la alternativa democrática se ha pedido una y otra vez el desarme de los llamados colectivos. Hoy esa petición cobra mucha más vigencia. Debemos estar atentos y acompañar al pueblo frente a una potencial crisis de Estado producida por la irresponsable manera de manejar un tema tan delicado como lo es la administración de la violencia. La Constitución Nacional prohíbe expresamente la existencia de grupos para estatales. El gobierno juega con candela al aupar y obedecer a estos grupos. Cría cuervos y te sacarán los ojos. Hoy fue Rodríguez Torres, mañana pueden pedir la cabeza de Cabello y pasado mañana la de Maduro.

Carlos Valero

@carlosvalero08

Insensatez y curiosas coincidencias, por @lmesculpi

Luis Manuel Esculpí octubre de 2014

Ya hace algunos meses el Ministro sorprendió en una Asamblea de trabajadores del Ministerio de la Vivienda cuando en su discurso amenazó con despedir a trabajadores en razón de sus ideas políticas, llegando a afirmar: "A mí no me importa en absoluto lo que dicen las leyes laborales"; ahora más recientemente, la pasada semana el ministro para el Ecosocialismo, Hábitat y Vivienda afirmó durante la entrega de unas viviendas en la parroquia El Valle: "Pues si por la revolución tenemos que dejar de lavarnos el pelo, lo haremos" e hizo la obligada referencia para los voceros gubernamentales de una supuesta "guerra económica " para justificar la escasez de productos para el aseo personal.

La Presidenta del Consejo Legislativo del Estado Miranda tampoco demuestra mucha sensatez cuando en sus comparecencias ante los medios de comunicación, recordemos su respuesta a la denuncia de Giordani acerca de la perdida de veinte mil millones de dólares por empresas de maletín, señaló en esa oportunidad que el "pueblo no está interesado" en saber el paradero de esos dólares. Ahora la diputada Morales declaró que el Gobernador Henrique Capriles tendría 72 horas para explicar el propósito de su viaje a España. Si la Presidenta del CLER de Miranda quisiera ser coherente y actuar sensatamente le daría un ultimátum al Ministro para las Comunas y el Desarrollo Social y "Protector" de Miranda, para que aclare el caso de la "colita" en el avión de PDVSA, donde fue detenida en Brasil una persona con un arma que se identificó como su niñera. Por cierto que las famosas colas de la empresa petrolera, tan investigadas en el pasado, se mantienen en tiempo presente. Ahora no nos enteramos por una investigación de la Asamblea, sino por la prensa brasileña. El ministro de Finanzas afirmó en una entrevista que el 2015 será excelente. Pensamos que el mismo no cree semejante predicción.

La pasada semana conocimos otra noticia impactante, después de una intensa convocatoria que generó gran expectativa y múltiples especulaciones a una marcha de algunos colectivos para el día jueves sorpresivamente fue suspendida, y al día siguiente Nicolás anunció la remoción del Ministro de Interior y Justicia. La extraña coincidencia llama poderosamente la atención porque el leitmotiv de la movilización suspendida era precisamente la renuncia de Miguel Rodríguez Torres. Por supuesto que tal situación posibilita diversas lecturas, resulta difícil creer que se trata de una simple casualidad, pensar que el gobierno negoció o cedió por la presión ejercida por algunos colectivos no puede ser considerada una herejía, ni una interpretación malsana, el comportamiento permanente del gobierno pone en duda esas curiosas coincidencias. Esa lectura no se limita al ámbito opositor, existe preocupación en sectores del oficialismo porque consideran que esa relación sórdida del PSUV con aquellos colectivos que se proclaman "pacíficos" pero están armados, se les ha ido de las manos. ¡No les falta razón!

Luis Manuel Esculpí

@lmesculpi

No es socialista, por DEMETRIO BOERSNER

DEMETRIO BOERSNER 29 de octubre de 2014

Los fraccionamientos sociopolíticos más recientes del actual régimen venezolano –conflicto abierto entre “colectivos” paramilitares y altos dirigentes despóticos, fortalecimiento del factor militar, creciente descontento y protesta del pueblo chavista y de dirigentes chavistas honestos, todo ello en medio de una crisis económica aguda– fortalecen la tesis que siempre hemos sostenido de que aquí no existe ningún “socialismo” siquiera incipiente, ni tampoco ningún “comunismo” (ya que el que existió en el mundo, bien que perverso, tuvo seriedad). Menos aún tiene el régimen chavista la más mínima semejanza con la “socialdemocracia”, fórmula internacional prestigiosa y diametralmente enfrentada al chavismo, el cual, desde luego, la rechaza y desprecia.  Finalmente, aunque se caracteriza por un creciente caos anárquico, tampoco tiene afinidades doctrinarias o prácticas con el “anarquismo” o “comunismo libertario” de honorable y heroica trayectoria internacional: las “comunas” que propicia son organismos burocráticos.

Los expertos en historia del movimiento obrero mundial (G. D. H. Cole, Julius Braunthal, Arthur Rosenberg, Michael Harrington, Tony Judt y otros) nos enseñan que ese movimiento se plasmó en un multiforme conjunto doctrinal y programático llamado “socialismo”. A lo largo de los siglos XIX y XX, el socialismo global se dividió repetidas veces. Primero, entre los utópicos que creían que bastaba apelar al sentido moral de los hombres para que el mundo cambiara, y los “científicos” que señalaron la importancia del factor económico y de la correlación entre fuerzas sociales opuestas. Después, entre socialistas “políticos” que creen en la conquista del Estado por las clases populares insurgentes y su utilización para la transformación social, y los anarquistas o “libertarios” que pregonan la revolución directa en cada empresa y comunidad, y la sustitución del Estado por una confederación de unidades económicas y sociales descentralizadas. En tercer lugar (sobre todo en el siglo XX), entre socialistas democráticos reformistas o “gradualistas”, y comunistas creyentes en la necesidad de la violencia y de la dictadura “temporal” de una vanguardia o élite revolucionaria.

Los socialistas democráticos andan bajo nombres distintos de una nación a otra: en Alemania y Suecia se denominan “socialdemócratas”; en España, Francia y Estados Unidos “socialistas”; en Gran Bretaña, Noruega e Israel, “laboristas”, y en América Latina adoptaron diferentes nombres según el país; no obstante, todos ellos responden al calificativo genérico y generalizador de “socialdemocracia”.

En la actualidad mundial los socialistas libertarios o anarquistas, que recibieron golpes terribles en la guerra civil española y quedaron debilitados, están volviendo a suscitar interés: dejando atrás su pasado culto a la violencia, hoy plantean la necesidad de superar el burocratismo tanto en los Estados como en el propio movimiento obrero y sindical, y por ello ejercen una influencia renovadora y vigorizante que es reconocida por una socialdemocracia pluralista que les abre sus puertas. Desde el ámbito del comunismo, los trotskistas, y los titoístas y “eurocomunistas” que desde la década de 1960 se rebelaron contra el estalinismo, inicialmente buscaron una identidad diferenciada tanto de estalinistas como de socialdemócratas, pero hoy en día tienden a convergir con estos últimos.

Es porque la socialdemocracia internacional, no obstante sus múltiples imperfecciones y problemas internos, combina el socialismo con la libertad y el respeto de las diversidades. Ha aprendido la gran lección de que la historia se mueve a ritmo más gradual y evolutivo de lo que pensaban nuestros grandes teóricos fundacionales. Los ensayos socialistas requieren un previo florecimiento del mercado y de la libre empresa. El concepto de la regulación o control público tiende a reemplazar el de la expropiación y la propiedad estatal. Existe la esperanza –expresada alguna vez por hombres como Bernstein y Jaurès– de que en el futuro será difícil determinar el momento preciso en que el mundo deje de ser capitalista y se transforme en socialista democrático.

Las corrientes políticas venezolanas de tendencia socialdemócrata, partidarias de que la oposición democrática pregone un mensaje de economía mixta con creciente inclusión social y no alguna fórmula neoliberal que descuide la exigencia de equidad, comprueban con complacencia que su visión no es rechazada sino mirada con simpatía por destacados representantes de nuestra clase empresarial.