Por Roberto Picón, 28/10/2012
Integrante del Grupo de
Técnicos del Comando Venezuela
Tres semanas después de las elecciones algunos
siguen cabizbajos preguntándose que pasó. Tratan de buscar explicaciones y las
encuentran fácilmente en un fraude que no fue, pero que perniciosamente se
mantiene como posibilidad y socava nuestra esperanza de alguna vez poder
triunfar con los votos.
Se construyó mucho: un liderazgo nacional que logró
un crecimiento de más de un millón de votos con respecto a la elección de 2010,
una red de testigos que alcanzó recabar mas del 90% de las actas de votación y
que permitió que en las zonas más apartadas del país los venezolanos más
humildes votaran por Capriles. Mejoramos el resultado en Delta, Guarico,
Cojedes y Trujillo. Pero no fue suficiente. Reconocer que perdimos y hacer lo
que haga falta para recuperar una verdadera democracia es la prioridad a escasas
7 semanas de las elecciones regionales.
La campaña y el proceso electoral constituyen un
todo. No podemos decir que la elección fue justa y equilibrada, porque los
recursos del Estado estuvieron al servicio de Hugo Chávez y el CNE, responsable
de la equidad de la elección, no hizo nada para impedirlo.
Las elecciones sin embargo fueron libres, porque
cada votante frente a la máquina tuvo la posibilidad de ser más que el miedo,
la extorsión o la intimidación y depositar el voto de acuerdo a su conciencia.
Les aseguro que los resultados de los votos
corresponden a lo que expresó el pueblo ese día, no cabe ninguna duda. El
Conteo Rápido del comando desde las 7:20 pm (cuando habían cerrado muchas mesas
en toda Venezuela que no tenían cola ya) tenía un resultado preliminar que
apuntaba a una diferencia de por lo menos un millón de votos y que nunca se
revirtió. La movilización al final de la tarde que la hubo, pero no tuvo la
magnitud que se apunta, no fue la causa de la derrota. Las mesas que cerraron
oportunamente a las 6PM y que ya habían transmitido sus resultados al comando a
las 7:20 PM nos dieron los números, y nos los continuaron dando hasta las 10PM
cuando el CNE emitió el primer Boletín.
Cuando Henrique Capriles reconoció su derrota, no
había dudas que el resultado reflejaba la voluntad de la mayoría de los
venezolanos. Decir otra cosa hubiera significado un retroceso a los
peores momentos de nuestra historia reciente y generado violencia en las calles
que todavía estaríamos lamentando.
Hay varios rumores que circulan en los medios y en
las redes sociales que es necesario aclarar.
A) La Mesa de la Unidad sí tuvo testigos en la sala
de totalización, como los ha habido siempre desde 2006. En la rueda de prensa
que ofreció el Comando Venezuela el viernes 26-10 a los medios se hizo pública
el acta firmada por nuestros representantes y los del CNE.
B) Sí hacemos auditorías sobre el RE. Justamente
esa revisión detallada es la que nos permitió identificar esta semana en forma
oportuna la reubicación extemporánea de 109 personas, favoreciendo a candidatos
del oficialismo y a sus relacionados.
En el caso de auditorías mayores donde hay millones
de nuevos inscritos y de reubicados la auditoría se hace de otra forma, pero
también se hace. Se aplican métodos de muestreo estadístico ante la
imposibilidad de acceder a información detallada del Registro Electoral. No hay
miles de chinos, cubanos o iraníes inscritos recientemente en el registro
electoral.
C) Cuando se dice que a las 6PM Henrique Capriles
estaba ganando, se habla de encuestas a boca de urna (“exit polls”) que
circulaban. Desafortunadamente, estos instrumentos pocas veces han sido
concluyentes en Venezuela. El 7O había varios y uno de ellos, diseñado por la
UCAB, dio durante todo el día ventaja a Chávez. Como es normal en estos casos,
cada equipo de campaña disemina la información que mantiene alta la moral de su
equipo.
D) Hay 45 mesas donde Capriles no logró obtener
votos. Son centros muy pequeños en donde nuestros testigos no votaban pero si
estuvieron presentes. Los centros de votación donde Capriles gana 90/10 o mejor
tienen prácticamente el mismo resultado en número de votos que los centros
donde Chávez gana 90/10.
E) Con respecto al artículo 441 del reglamento de
la LOPRE sobre la realización de la verificación ciudadana y las actas
correspondientes: La verificación ciudadana sí se realizó en muchísimos casos
aun cuando el Comando Venezuela no priorizó la consolidación de estas actas por
varias razones. Sin embargo tenemos en nuestros archivos alrededor de 1000
actas que los testigos nos han hecho llegar por distintos medios. Invitamos a
quien quiera a revisarlas en la sede del Comando.
En cuanto a este último punto hay que ampliar:
1) El software y hardware de las máquinas de votación
han sido revisados exhaustivamente por un equipo muy calificado, comenzando
desde el 2005. En esta oportunidad se hizo una auditoría especialmente profunda
ya que el sistema tuvo cambios importantes a raíz de la integración del
dispositivo SAI (captahuellas). NOSOTROS SABEMOS QUE EL SISTEMA NO CAMBIA LOS
VOTOS, Y EL VOTO ES SECRETO. Hay personas y grupos que sistemáticamente se han
dedicado a socavar la confianza en quienes hacemos estas auditorías y a
desacreditarnos como ingenuos o vendidos. Para contrarrestar estos insultos
solo es posible ofrecer nuestro testimonio, nuestra experiencia y abrirnos a
conversar sobre nuestro trabajo.
2) La producción de las máquinas de votación se
audita para garantizar que el programa y configuración que se instala en esas
máquinas es igual a lo que se auditó previamente. Las máquinas son precintadas
y distribuidas a nivel nacional.
3) Durante la instalación de las mesas, los
testigos verifican que los precintos de las máquinas no se hayan violado.
Creer que es posible una sustitución masiva de las máquinas desde que parten de
Mariches hasta que llegan a cualquier centro de votación, es creer que es
posible mantener un secreto en el que participen mas de 100 mil personas
(son más de 39 mil mesas). Es parecido a decir que el hombre no llegó a
la Luna, o que Bush fue cómplice en los ataques terroristas del 11 de
Septiembre
4) La verificación ciudadana está diseñada para que
electores, miembros de mesa y testigos confirmen que las actas de escrutinio
impresas al cierre representan correctamente la voluntad de los electores,
cotejándolas contra las papeletas depositadas en la urna. Es mas o menos
equivalente a contar el dinero que entrega un cajero automático y compararlo
contra lo que imprime el papelito que da el cajero al final. El cliente
del banco, como el elector o el miembro de mesa, no tienen que entender el
sistema y el proceso que lleva las máquinas hasta el centro de votación.
Pensar que hay un proceso diseñado para saber
cuándo se va a obviar este procedimiento y ejecutar una instrucción
"cambia-votos" que modifique el acta impresa es complicar aun más el
escenario tipo "James Bond" que esbocé anteriormente.
5) Las actas de verificación ciudadana que los
miembros de mesa elaboran a partir de esta auditoría manual, demoran más de una
hora en producirse, son impresas en papel químico y nuestro testigo se queda
con una tercera o cuarta copia que es difícilmente legible. Como las actas
muchas veces identifican en forma incompleta al centro es complicado (pero
posible) compararlas contra los resultados. Tratar de impugnar la elección
porque faltan estas actas es como tratar de impugnar el estado de cuenta de un
banco porque nos faltan los comprobantes de retiro del cajero automático. Todos
los comprobantes que tenemos coinciden y por eso no procede el reclamo. Los que
no tenemos deben coincidir también ya que si no alguien hubiera reclamado que
le robaron, como naturalmente uno reclama cuando los billetes que entrega el
banco no coinciden con el papel impreso.
Se ha alegado que se impidió hacer la auditoría en
muchos sitios. No es verdad: nuestro monitoreo señala que nuestros testigos
fueron removidos forzosamente solo en 4% de las mesas. Esto no lo justificamos
y ya lo hemos reclamado.
6) Las actas de escrutinio impresas sí fueron
recabadas masivamente. Contamos con más del 90% de las mismas y se han
publicado en la página WEB http://hayuncamino.com/actas/
No hay ningún caso en que estas actas difieran de los escrutinios publicados,
ni algún caso en que las actas de escrutinio no coincidan contra las actas de
verificación ciudadana que tenemos en nuestro poder. Los casos en que
tenemos las dos actas corresponden a mesas de todo el país, de todo tipo de
centros y confirman el resultado electoral.
En conclusión. Perdimos, sin excusas perdimos.
Perdimos porque suficientes venezolanos no creyeron que pueden tener un mejor
país donde no se sientan obligados a votar por un candidato populista y
autoritario que de cuando en cuando les ofrece algo de dignidad y algún
beneficio, sometiéndolos a una extorsión permanente.
Perdimos a sabiendas de que enfrentábamos un estado
donde las leyes solo se cumplen cuando conviene al gobernante.
Creemos que cuando logremos convencer a suficientes
venezolanos no habrá fuerza capaz de callar la voluntad de la mayoría.
Solo nos queda insistir en el mensaje, no ceder un
palmo del terreno ganado y continuar profundizando en toda Venezuela. Eso solo
es posible desde el camino electoral, que afortunadamente sigue abierto.
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