Por Luis Manuel Aguana, 08/10/2012
¿Ustedes se lo creyeron? ¿Hay en Venezuela casi 8 millones de masoquistas? ¿Es posible creer que la mayoría de los venezolanos queramos 6 años mas de criminalidad desbordada, desmantelamiento de las instituciones, destrucción deliberada de la infraestructura física, desaparición de empresas, aumento del costo de la vida, etc, etc, etc..? Y más aún, que ese resultado que anoche anuncio el CNE se corresponda con los ríos de gente que salían al paso de Henrique Capriles en toda la geografía nacional, cuando el gobierno tenía que pagarle a la gente para que se montara en sus autobuses.
Pues bien, yo no me lo creo. No me creo
que Henrique Capriles haya tenido menos votos que Hugo Chávez y menos un millón
de votos. No me creo que el venezolano, incluso hasta el más humilde, haya
resultado ser un masoquista sin remedio. Entonces, ¿cómo se explica que el
resultado de las elecciones no se corresponda con lo que vimos los venezolanos
durante la campaña electoral?
No volveré a la argumentación de mis
artículos de todo un año acerca del fraude técnico. Sería repetitivo. Hubo un
fraude técnico, no me queda la menor duda. Nadie en su sano juicio, incluso los
mismos chavistas que a las 6pm del 7-O tenían las caras largas por el piso, se
cree que Hugo Chávez gano en buena lid estas elecciones. Pero hoy no me
dedicaré a examinar eso, sino a algo que considero de mucha mayor importancia
el día de hoy donde todos no salen de su asombro. Y esto es, ¿y ahora qué?
Varias revisiones que hacer, la primera
de ellas las explicaciones de la dirigencia de la MUD acerca de lo que pasó
allí. Que por favor no les digan a los venezolanos que Chávez tenía más de un
millón de votos escondidos que no salieron a manifestar a su favor en la calle
porque estaba enfermo. Sería patético. Lo menos que deben hacer es una revisión
profunda de las responsabilidades compartidas que tienen en ese resultado. Los
venezolanos las exigimos.
Cualquiera con cierta decencia le
dejaría paso a otro para que tome las decisiones de ahora en adelante. Toda la
dirigencia está ahora en el banquillo. En especial aquella que nos dijo que con
ese sistema era imposible perder las elecciones. Me gustaría ver a los técnicos
del Grupo La Colina, en especial a Juan Mijares, decirnos cómo Chávez remonto
la cuesta al punto de pasar por encima de Henrique en más de un millón de
votos.
Pero lo más importante, las condiciones
electorales. ¿Seguiremos montándonos en el ring con las manos amarradas?
¿Seguiremos yendo a los sucesivos procesos electorales con un RE que no aguanta
una auditoría mínima? ¿Seguiremos aceptando que no se abran el 100% de las
urnas electorales? Deberemos empezar a considerar seriamente no ir a un nuevo
proceso electoral sin condiciones. Y eso pasa por descabezar a todos aquellos
que dijeron que con esas condiciones chimbas con las que fuimos ganábamos las
elecciones. Hay que empezar a pelear en serio por Elecciones Auténticas.
Pero para que lo anterior ocurra deberá
haber un profundo cambio en la dirigencia política.
Todos los demócratas creemos en la ruta
electoral. Henrique lo cree, sino no hubiera aceptado ese resultado a todas
luces alejado de la realidad que él mismo palpó en las calles y los pueblos de
Venezuela. A conciencia, espero que no haga lo que hizo Salas Römer de irse de
Venezuela después de perder con Chávez en 1998 “a pensar que pasó” o Rosales,
que levantó la mano de Chávez sin terminarse de contar los votos y que ahora
disfruta de una fortuna fuera del país que nadie entiende. Hay, al menos reconocido
por este CNE tramposo, 6 millones de venezolanos que aun confiamos en Henrique
Capriles.
Pero ¿cómo se pelea por Elecciones
Auténticas si los políticos que tienen la responsabilidad de apuntalar esa
lucha no creen en eso? Creo que a partir de hoy deben estar seriamente
considerando que teníamos razón. Que hay que auditar y limpiar el Registro
Electoral, que hay que abrir todas las urnas con los votos y compararlos con
las Actas, que no se puede ir a unas elecciones si no tenemos eso porque estamos
cohonestando a un dictador.
Pero esa nueva dirigencia política tiene
que creer profundamente en ese concepto al punto que se le vaya la vida y su
seguridad personal en eso. Muchos estamos dispuestos a apoyar esa causa, pero
eso no puede ser una causa técnica, TIENE QUE SER UNA CAUSA POLITICA.
Los venezolanos vimos ayer lo mismo que
ocurrió en el 2004. Estoy seguro que los análisis técnicos posteriores
indicarán la imposibilidad de ese resultado. Pero será post mortem. Mucho de
ellos, en la decepción que sigue a la derrota, estarán considerando que este
país no tiene remedio. Que estos políticos nos vendieron. Y posiblemente eso
será cierto. Pero les puedo asegurar que ellos no son más que el espejo de
nosotros mismos. Nosotros somos responsables de que ellos conduzcan nuestros
destinos. Y hasta que eso no cambie nuestro futuro estará comprometido.
Debemos, como venezolanos, exigir de
nuestra dirigencia política cuenta por sus acciones. Ayer vimos algo que
necesita desesperadamente ser explicado y que se establezcan las
responsabilidades. Se debe exigir una explicación del porque el mejor candidato
que la democracia venezolana conocida haya visto, perdió a manos de una cuenta
fraudulenta de votos. Creo firmemente que Henrique hizo su parte y los
electores ayer hicimos la nuestra al pasar estoicamente 10 y 12 horas en esas
colas miserablemente retardadas por este CNE tramposo. Hay que preguntarse
ahora quien no hizo su trabajo y despedirlo.
A los venezolanos que están considerando
seriamente irse del país por este resultado, piénsenlo mejor. No es así como
resolveremos el problema del país. No recuperas tu casa si decides irte dejando
en ella a quien te la arrebató con trampa. Pensamos, me incluyo, que Henrique
con el solo trabajo de levantar una campaña admirable en todos los sentidos,
pasaría por encima del fraude electoral del gobierno. Y no fue así. Los votos
turbios fueron mayores que las necesidades más sentidas y nuestra ingenuidad
hizo el resto pensando que no se atreverían. Pues se atrevieron.
Ayer ganaron los contratos con los
iraníes los chinos y los bielorusos, así como las mafias mas enraizadas de esta
revolución corrupta, que involucran factores pagados dentro de la oposición.
Ahora tenemos que re direccionar la lucha. Y eso pasa por un cambio en la
actitud política y de los políticos en relación a la cuestión electoral. No se
puede esperar éxito con aquellos que te llevaron al fracaso. Por eso, después
de exigir Elecciones Auténticas y lograrlas, los actores deberán ser otros. Eso
es lo mínimo que se debe esperar.
Caracas, 8 de Octubre de 2012
Email:
luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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