Por Eddie
Ramírez, 30/05/2013
Distinguidos profesionales
decidieron permanecer en Globovisión a raíz del cambio de propietarios. Otros,
igualmente distinguidos, decidieron renunciar. Sin duda son decisiones
personales que todos debemos respetar, pero el tema está sobre el tapete. Inevitablemente
viene a mi memoria el caso de Pdvsa en el que los mejores profesionales se
sumaron a un paro que les costó el empleo. ¿Cuál es la decisión apropiada desde
el punto de vista de enfrentar al régimen sin claudicar en los principios?
Sin duda la intención de los
rojos es poner a Globovisión al servicio de la revolución, tal y como hizo con
Pdvsa. Es asunto de tiempo. Sin embargo son casos muy distintos. Si quienes
laborábamos en Pdvsa no nos hubiésemos sumado al paro convocado por todos los
sectores de la oposición hoy seríamos cómplices de las irregularidades,
accidentes y corrupción que imperan en nuestra principal industria. Además,
seríamos señalados de indolentes ante la tragedia nacional. Dimos ese paso para
no ser alcahuetas y para poner nuestro grano de arena en el intento de cambiar
el rumbo del país. La convivencia no era posible a menos que se cediera en la
práctica de principios y valores.
En el caso de Globovisión hay
signos evidentes de la razón de la compra. Sin embargo, quienes decidieron
quedarse no corren el riesgo de ser cómplices de irregularidades. Por ello
pensamos que solo en el caso en que los propietarios presionen para censurar
noticias e interfieran en la libertad que debe tener un comunicador social es
procedente que este renuncie. También hay que considerar que hay casos de
casos. Por ejemplo, es comprensible que se llegue a acuerdos amigables para a
retirar a determinado conductor de programa que aspire a un cargo electivo,
como el caso del combativo Ismael García, para evitar un ventajismo indeseable
sobre otros candidatos. Por otra parte es injustificado y arbitrario eliminar
las intervenciones en vivo de Capriles o de cualquier otro político, incluido
Ismael, ya que sus intervenciones generan noticias que interesan a la
ciudadanía.
Nuestra solidaridad con María
Fernanda Flores, Lysber Ramos Sol, Linia de Amicis, Kico, Carla, Roland y Pedro
Luís, pero también con quienes decidieron quedarse para defender hasta donde
sea posible la libertad de expresión. Cabe recordar a Julián Marías en sus
trabajos sobre convivencia y complicidad: “ Con la distorsión intelectual, con
la desfiguración de la realidad no se puede cooperar … Se debe intentar
corregir las instituciones o empresas para evitar los peores males pero puede
llegar un momento en que la permanencia no sea aconsejable”. Apoyemos a quienes
decidieron permanecer en esa empresa para dar la pelea, la cual no les será fácil.
¡No más prisioneros políticos,
ni exiliados!
Eddie Ramírez