LUDMILA VINOGRADOFF 14 de julio de 2014
La 'dolce vita' de la
hija predilecta del ex presidente venezolano está salpicada de escándalos de
corrupción
María Gabriela Chávez, la hija
predilecta del fallecido presidente venezolano hace 16 meses, está en el ojo
del huracán al verse involucrada en un nuevo escándalo de corrupción relacionado
con la importación de arroz y maíz procedente de Argentina, lo que la ha
convertido en «la reina del arroz», coronada con ese apodo por las redes
sociales de Venezuela.
Y es que las redes e internet no
perdonan. Son las válvulas de escape por donde expresan su opinión los
venezolanos, ahora que el chavismo pretende controlar
y amordazar los medios de comunicación. Pero también porque María Gabriela,
de 33 años, la segunda hija de Chávez, es hiperactiva con su cuenta de twitter @Maby80 e Instagram,
colgando fotos y escribiendo mensajes como ninguno de su familia.
El último episodio de la más mediática
de la numerosa familia Chávez ha sido por la relación que mantiene con los
argentinos Roberto y Eugenia Vignati, directivos de la empresa
Bioart, que han sido favorecidos por sus vínculos con la hija de Chávez para exportar
arroz y maíz a Venezuela con un sobreprecio de hasta el 80%, según
denuncian los diputados opositores Abelardo Díaz y Homero Ruiz.
Los diputados de la oposición han
solicitado a la Fiscalía General que investigue a María Gabriela Chávez por su
vinculación en la importación fraudulenta de arroz, que ha causado una pérdida
a Venezuela de más de 11,3 millones de euros desde febrero pasado.
«Ella ha colgado en las redes fotos con los argentinos Vignati calificándolos
de amigos y con el embajador de Argentina en Caracas», dice Abelardo Díaz a
ABC.
María Gabriela se defiende de las
acusaciones por Instagram con una imagen abrazada a su padre, pero sin
aclarar el negocio del arroz: «Hablan de millones, hablan de herencias,
hablan de riquezas...y creen que ofenden con insultos. Son seres tan básicos
que no tienen idea que la riqueza más grande que siempre me diste y que aquí me
dejaste, fue tu mirada llena de amor, tu ejemplo de grandeza y tu entrega
absoluta. Te siguen atacando. Te siguen temiendo. Y eso me sigue llenando cada
día de más amor, FUERZAS y orgullo de ti. GRACIAS». Sus fotos con el ex
presidente Chávez, a quien le dedica versos de amor y califica de «gigante» y
«comandante eterno», parecen un escudo con el que pretende protegerse.
Ella ejerció de primera dama
acompañándolo en sus numerosas giras al exterior. Desde que murió Chávez, el 5
de marzo de 2013, María Gabriela y sus dos hermanos Rosa Virginia y Hugo han
continuadousurpando la residencia presidencial La Casona, a pesar de que
la primera dama Cilia Flores y el presidente Nicolás Maduro le han pedido que la
desocupen.
Sorprende que «la hija querida» no
muestre en las redes imágenes de su madre Nancy Colmenares y sus hermanos con
Chávez durante su infancia, pero sí las fotos en cantidades industriales
después que ganara la presidencia en 1999, que para su familia fue como
ganar la loteríapor la forma con la que han disfrutado del poder, desde
viajar en aviones de la Presidencia a llevar una vida de lujo.
La 'dolce vita' de María Gabriela
parece que no ha terminado con la muerte de su padre. Siendo soltera tiene una
hija de unos 18 años. Hugo Chávez quiso que sentara cabeza y
trató de casarla en 2009 con el médico chileno Pablo Sepúlveda, un nieto de
Salvador Allende, pero «Cupido» no acertó con los flechazos. De ahí en adelante
la vida sentimental de la hija predilecta ha ido de amores en amores, como su
fracasado romance con el actor Manuel «Coco»
Sosa.
Cuando los venezolanos la coronan como
la «reina del arroz», significa dos cosas: es la que manda en ese
negocio y en segundo lugar que es «arrocera», sinónimo de
fiestera, rumbera, cuyo origen viene por la campana de arroz con la que
arrojan a los novios cuando se casan en la iglesia.
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