Por Maximiliano Donat, 28/02/2015
Al País le urge obtener soluciones ante las crisis que se vienen
arrastrando desde hace más de 50 años y las cuales se han exacerbado durante
los últimos 15 años.
Es indudable que nunca invertimos las enormes cantidades de dinero
(dólares) que el País ha recibido durante los regulares, buenos y muy buenos
años de ingresos por exportación de la mayor riqueza minera del País como lo es
el petróleo. Desde el punto de vista de cualquier ciudadano emprendedor esto es
una falla grave para cualquier empresa y más aún para la de todos los
venezolanos como es Venezuela, que como nación está constituida por el Estado,
sus instituciones y sus ciudadanos.
El contrato social que aún está vigente en Venezuela diferencia los
publico de lo privado, estatizar de nacionalizar, trabajadores públicos de trabajadores
privados, empresas públicas de empresas privadas, instituciones públicas de
instituciones privadas, empleados de trabajadores y una casta de intocables y
receptores de grandes beneficios como lo son los militares y las autoridades
electas por el voto popular o desde las instancias del poder ejecutivo.
Para un nuevo contrato social se necesita hacer una transición de una
mente domesticada por las ideologías hacia una mente objetiva que pueda con
todo rigor científico actuar con la finalidad de obtener los resultados
planificados de acuerdo a estrategias tangibles y no a ilusiones o ideologías
esperanzadoras o palabras que no construyen otra cosa que espejismos
emocionales.
Hacer la transición de un País centralizado y presidencialista hacia
uno de Ciudadanos lleva tiempo, pero hoy día gracias a las ciencias sociales y
la politología este tiempo se reduce pudiéndose en apenas un lustro (5 años)
obtener resultados que gracias a la estructura social las sociedades modernas, una vez alcanzado el
esfuerzo mínimo para la transición esta se desarrolla de manera exponencial.
Transición es un término usado por historiadores y sociólogos. Conceptualmente
refiere a un proceso y a una etapa, tiene una dimensión temporal en tanto
representa un período con un inicio y un final que pueden ubicarse en el tiempo.
La voz transición es usada habitualmente en las ciencias sociales para
referir al tránsito o paso de un tipo de sociedad a otro, por ejemplo de la
sociedad medieval o tradicional a la moderna o como lo planteamos desde DeCiDo
(Democracia y Ciudadano Dómine) el paso de una sociedad presidencialista a una
de Ciudadanos.
La debilidad de las democracias presidencialistas es que el péndulo
puede y así lo demuestran las experiencias en los actuales momentos en
Latinoamérica, vuelva a correrse nuevamente hacia el lado del totalitarismo.
En esta gran aldea global, las experiencias no demuestran de manera
científica, tangible y real que las sociedades que han hecho la transición
democrática hacia un país de ciudadanos, ven fortalecida sus democracias, pues
la base fundamental o centro vital de la sociedad deja de ser el gobierno y sus
gobernantes para ser el Ciudadano.
Esta transición pasa por un cambio en la forma del pensamiento
socio-político de la sociedad, con la finalidad de producir el nuevo contrato
social con el cual nos regiremos en el País. Sin embargo debemos entender que
una nueva manera de pensar en lo político es asimilable a un proceso paulatino
y gradual, en DeCiDo vemos este 2015 como la época inaugural de la política del
Ciudadano sobre la que los antiguos autores de la política presidencialista,
solo es cuestión de tiempo alcanzar esa energía mínima que acelerara este
movimiento ciudadano a niveles del no retorno y alcanzar el País de Ciudadanos como nuevo contrato social.
Maximiliano Donat
Coordinador OngDeCiDo
Democracia y Ciudadano Domine en Facebook
ciudadanodomine@gmail.com
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