Luis Manuel Esculpí
febrero de 2015
Quieren
aparentar fortaleza para disimular su debilidad. Hay significativos rasgos de
desesperación en sus acciones. Sus movimientos son torpes. Su comitiva se
reduce. Los desaciertos trascienden nuestro ámbito. Una pequeña muestra fue la
reunión con las empresas españolas. Piensan que pueden presionar y chantajear
como hacen aquí con medios de comunicación y empresarios. Sus aliados
internacionales ahora sí perciben su naturaleza. Por aferrarse al poder les
exaspera la posibilidad de una derrota. Sienten que se están "jugando a
Rosa Linda".
No,
no son precisamente trapos rojos, mas bien son trapos sucios. No aciertan
quienes valoran cada uno de sus actos como "potes de humo". No todo
sus actos son para ocultar situaciones, en muchos casos obedecen a cálculos de
una estrategia perfectamente diseñada. Aunque muchas acciones no sean
cristalinas, optan por la opacidad en vez de la transparencia, se mueven en
aguas turbias y tumultuosas. La guerra sucia es un arma privilegiada de su
arsenal. Están dispuestos a todo a fin de conservar su dominio y privilegios.
No han ordenado al CNE establecer la fecha de las elecciones por no tener
certeza de cual podría serle más conveniente. Incluso no descartan la
suspensión de los comicios, la escalada represiva actual puede serle útil,
llegado el momento para decretar Estado de Excepción y así justificar
"legalmente" tal despropósito.
La
política no es la ciencia de la certidumbre, en cualquier momento surgen
imprevistos. Muchas veces la realidad no se acopla a nuestros deseos. No se
resuelve nada con pretender evadirla. Lo cierto es que este año debe haber
elecciones donde estará en juego el poder. Sería tan erróneo dedicarnos
exclusivamente a esa coyuntura, como el pretender ignorarla. Hay que actuar en
los distintos escenarios y muchas veces simultáneamente. También esa es una
exigencia característica de la lucha social y política.
Las
fuerzas democráticas, al enfrentar la escalada represiva expresada en la
prisión de Ledezma y el resto de planes del gobierno, tienen que actuar con
mucha firmeza, también con mucha serenidad. La desesperación no es buena
consejera y peor acompañante, en el pasado hemos tenido tristes experiencias,
incluso hace ya más de una década al transformar una victoria en una derrota
humillante. La diversidad y el debate en el campo democrático no son cónsonas
con la descalificación, la agresión y el insulto. Hoy más que nunca es
necesario estar unidos para enfrentar la nueva escalada represiva. Hay que
evitar la polémica innecesaria y estéril en nuestro propio territorio. Quienes
pretendan persistir en algunas conductas anti unitarias le hacen un flaco
servicio a la causa democrática.
PD:
Esta es mi última columna en Tal Cual, diario que como proyecto marcó pauta y
como experiencia seguramente será retomada en mejor hora. Por lo pronto es
propicio recordar con Ibsen: "Sólo lo que se pierde es adquirido para
siempre". Esperamos que Tal Cual en su formato semanal cumpla con el sueño
de su fundador, como expresión del periodismo libre y a la vez comprometido. Mi
gratitud a Teodoro, Fernando, Xavier y Gloria por posibilitar durante un par de
años esta claraboya semanal.
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