Garcia Plaza – Eduardo Saman – Rafael Isea – Tareck El Assami |
Américo Martin 30 de abril de 2015
En Maracay lo alteraron más de la
cuenta. Alguien le arroja un mango que Maduro devuelve con violencia. Todo
orador se expone a accidentes parecidos, pero el presidente extremó la nota. Su
descontrol no fue pasajero, sino de combustión lenta como lo pone de manifiesto
el mencionado incidente. Para convencernos que aunque el proyectil arrojado
pudo estallar en su cabeza, en realidad portaba un mensaje amistoso, no hostil.
¿Por qué ocultar la verdad de manera tan patética? ¿Acaso lo sucedido era mal
de morirse?
Las noticias desgraciadas revolotean
alrededor del gobierno con impresionante rapidez. Los indicadores regateados
por el BCV y el INE escandalizan a cualquiera. Los fiascos internacionales son
demoledores. El desabastecimiento, la carestía, la delincuencia desatada e
impune, el desempleo y la pobreza batiendo marcas, la brutal crisis
hospitalaria, los servicios públicos en estado de alarma, el aislamiento
mundial, la impopularidad de Maduro, los enfrentamientos en su partido y su
gobierno.
El hombre ha perdido el sueño. ¿Por qué
no se serena y busca dialogar? Quizá la corrupción en las alturas del poder
haya incidido en forma más deletérea en su entusiasmo y el de militantes que
han venido aceptando cualquier cosa en nombre del socialismo, destino final
capaz redimir fétidos pantanos. Conforme a la costumbre de culpar a terceros
del desastre que nos abruma, abordan la corrupción con un patetismo lamentable.
Tomemos cinco casos recientes.
Primero. El general García Plaza, hombre de
confianza del presidente, es arrojado al infierno por el delito certificado de
comprar embarcaciones pagando altísimo sobreprecio. El caso se escapó de las manos
e hizo estallar la paciencia interna. Ese personaje tendría un oscuro pasado,
según informa Eduardo Samán, el poderoso ex director de Indepabis
- Cometió
muchas irregularidades durante su gestión en dependencias gubernamentales
- Aceptado,
Samán pero ¿por qué diablos es ahora, caído García Plaza, cuando reclamas
castigo?
- El
comandante Chávez nunca le dio poder a García Plaza -miente Samán- porque
se le veían las costuras.
- Insisto:
¿y si desde hace más de dos años “se le veían las costuras” por qué lo
dejaron prosperar sin tocarle un cabello?
No deja Samán de deslizar veladas
amenazas, incluso cuando intenta favorecer al presidente con el cuento de que
castigar a algunos corruptos insalvables tiene fuerza absolutoria
- Al
final –proclama- va a salir la verdad. Una vez que esto se destape (sic!)
va a salir gente a hablar.
- Pero
bueno señor ¿por qué no lo destapas tú mismo y le evitas mayores daños al
país? Un funcionario no puede ocultar delitos sin incurrir en complicidad
A todas éstas, García Plaza dispara por
mampuesto:
- Me
quieren convertir en “el chinito de Recadi”.
El evocado por el general fue el chivo
expiatorio arrojado a la hoguera para proteger peces gordos. Solo que, por su
magnitud y presencia de personajes cercanos a la cumbre, lo que ocurre hoy es
infinitamente más grave.
Segundo. La punición de García Plaza coincide con graves denuncias
contra altos ex funcionarios aparentemente envueltos en el manejo de
millonarias cuentas en bancos extranjeros. Parte del lavado a través del Banco
de Andorra y otras instituciones financieras pareciera apuntar al corazón de PDVSA.
Tercero. Rafael Isea, líder del PSUV, ex ministro de finanzas y ex
gobernador de Aragua estaba, con mucho, más cercano a la cúpula que García
Plaza. Era uno de los grandes en la cumbre chavo-madurista. ¿Cómo calificar su
deserción?
– Es un traidor, claman a coro
¿Quieren anticiparse a las supuestas
informaciones que Isea suministraría a su protector? Su separación es de las
más estremecedoras. Y de las más duras para la unidad y moral del partido. Tan
fuera de base ha tomado al gobierno que para pedir su extradición, la Fiscal
Ortega Díaz ha debido echar mano de las notas estructuradas denunciadas por el
diputado Ismael García, que en su oportunidad no le movieron ni una ceja. Isea
estaría en la compra de bonos basura en busca de dólares en el mercado negro.
Parece difícil imaginar que semejante delito fuera desconocido en las
inmediaciones del mando
Cuarto. Pesa una amenaza contra el medio que
reproduzca la polémica nota publicada en un diario español. El Nacional y
TalCual han sido demandados penalmente. Está internacionalmente aceptado que no
comete delito alguno quien reproduzca informaciones importantes de diarios
extranjeros, pero en Venezuela –si prospera la acción del presidente de la AN-
así será considerado para bochorno de nuestra jurisprudencia. Como debo
resguardar al semanario donde aparecerá el presente artículo, me abstengo de
comentar la información, pero no de decir que cubrirla con una malla de cuero y
acero podría incidir severamente en la realidad interna del partido de gobierno
y por lo tanto en el ya alicaído ánimo del presidente Maduro.
Quinto. El Aissami, compañero cercano de Isea,
lo califica ex post como “bandido y traidor”
- Está
refugiado en Washington a cambio de aportar información basura en contra
de Venezuela. El presidente Chávez conocía de sus actos de corrupción pero
me pidió callar. En dos años siempre me callé porque el comandante Chávez
me dijo: estoy sacando a un hijo mío por traidor, no me vayas a fallar tú
que eres otro hijo.
¿Qué has dicho, Aissami? ¿Estarás
reconociendo que Chávez protegió durante años los delitos de Isea y que tú –por
lealtad- optaste por incurrir en una abstención parecida a la complicidad? Todo
eso pareciera ser una confesión cuyo sentido deberías aclarar ahora mismo.
Porque posiblemente lo ignores pero
procesalmente hablando la confesión voluntaria es la reina de las pruebas.
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