Por René Núñez, 15/12/2015
En democracia la soberanía reside en el pueblo. No así en las
dictaduras, donde ésta recae en el tirano. Los resultados del 6D, no son más
que la expresión de la voluntad mayoritaria de los electores, quienes hicieron
del voto un ejercicio soberano y constitucional para quitarles a los que hoy
dirigen la AN el mandato delegado en 2010, en virtud del incumplimiento de las
funciones legislativas previstas en la Carta magna. Ahora, se los ha otorgado,
con la misma misión y responsabilidad, a la Oposición para, sin excusa y con
equilibrio, las cumplan cabalmente en el nuevo período parlamentario.
Promoviendo, protegiendo y defendiendo los mayores y mejores intereses de la
nación y la democracia. Concedió una mayoría calificada para exigir los cambios
necesarios en rescate de la política “mayúscula” y la institucionalidad. En
otras palabras, ejercer las responsabilidades constitucionales que no
cumplieron con objetividad y ecuanimidad los actuales diputados pro gobierno.
Como las funciones de controles y fiscalización de la gestión pública; la de
hacer, reformar, adecuar leyes para facilitar y garantizar el proceso de
progreso y desarrollo humano; y la conversión del hemiciclo en un foro abierto,
plural y predilecto para la discusión y solución de los problemas estructurales
de la nación que son los de los ciudadanos, a quienes se debe el Estado y, no
al revés, como se ha pretendido en estos últimos 16 años.
El gobierno, por sus últimas acciones y comportamientos, pareciera no
está interesado en acatar el mandato popular de la rectificación. Insiste en
seguir adelante con el modelo fracasado y la radicalización del proceso
“involucionario”; ignorando la dignidad humana y los derechos ciudadanos.
Procura seguir tratando a los ciudadanos como unos “peones”, los cuales deben
obedecer y reconocer “a juro” las deficiencias y arbitrariedades de sus
ejecutorias públicas. Inaceptable bajo todo punto de vista, lo dicho la semana
pasada en cadena por el jefe de gobierno, palabras más, palabras menos “Para el
2016, tengo previsto construir 500 mil nuevas viviendas, pero ahora lo estoy
pensando, no porque no estoy en capacidad de hacerlo sino simplemente porque no
me apoyaron”
Los ciudadanos por nuestra parte, nos toca continuar tomando
conciencia política plena de nuestros derechos. En democracia somos la
política, somos el Estado (sujeto y objeto), no debe haber duda ni confusión
alguna. Delegamos el poder y la autoridad para la administración pulcra de
nuestros intereses, nuestra dignidad, nuestra libertad y plena ciudadanía.
Ninguna organización partidista, ideología o movimiento organizado,
cualesquiera sean las estrategias de lucha y posicionamiento en la sociedad, puede
ir contra el proyecto nacional de país. Del bien común.
La calidad y nivel de la democracia depende de la calidad y nivel del
poder legislativo que se tenga; obviamente, de los atributos de los
legisladores. Si algo coincidimos los analistas políticos independientes por lo
acontecido el 6D, es que tenemos como país una nueva y brillante oportunidad
para crear espacios de consensos, respetuosos de los disensos y ponernos de
acuerdo en el diseño y elaboración de políticas públicas que haga viable y sostenible
el plan de desarrollo integral de la república a corto, mediano y largo plazo.
La economía ha de ser diversificada, no dependiente de los ingresos petroleros.
El régimen actual heredó una economía rentista petrolera, hoy nos está dejando
una economía dependiente del préstamo internacional.
Urge un cambio de paradigma irreversible que nos haga de Venezuela, una
patria de oportunidades, de leyes y de justicia. Con una nueva y persistente
cultura política creativa, competitiva, de respeto, logros y méritos.
La UNIDAD NACIONAL ha de prevalecer ante todo. Respaldada por la
tenacidad ciudadana y una democracia firme garante de la continuidad de la
obra, de la participación y presencia del ciudadano en la conducción de sus
propios destinos. (Feliz navidad, hasta el miércoles 13 de enero 2016)
Presidente del Ifedec, Capítulo Bolívar
@renenunez51
Los domingos, 8 a 9 am, en Onda Global por Onda 97.3 FM, Guayana
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