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miércoles, 6 de julio de 2016

La presidencia de turno de Venezuela provoca una profunda crisis en Mercosur, por @carlosecue- MAGDALENA MARTÍNEZ



El canciller brasileño en Montevideo
CARLOS E. CUÉ-MAGDALENA MARTÍNEZ 06 de julio de 2016

Mercosur ha entrado en una profunda crisis. Esta vez el motivo no es el habitual, el. Ahora se trata de algo más de fondo que puede romper el grupo. Varios países han entrado en disputa por la inminente presidencia de Venezuela, a la que por turno le tocaría asumir ahora ese papel destacado en medio de una profunda crisis interna y con denuncias internacionales por la persecución de la oposición. No hay acuerdo entre los socios y las posiciones se alejan. Argentina y Uruguay parecían en principio dispuestas a que el régimen de Nicolás Maduro presidiera el grupo siempre que dejara las negociaciones con la UE en manos de Montevideo, actual presidente.


Venezuela está fuera de esas negociaciones por decisión propia. Pero Mauricio Macri ha dado un giro sobre la posición de su canciller, Susana Malcorra, y ahora apuesta abiertamente por impedir que Venezuela presida Mercosur. Lo dejó claro en su viaje estos días por Europa. Incluso planteó que sería Argentina la que lo presida, lo que implicaría una crisis grave con Venezuela. Fuentes cercanas a Macri señalan que se está negociando con varios países para impedir la presidencia de Caracas, pero aún no hay nada cerrado. Malcorra estaba en una posición más suave, que algunos en Argentina atribuyen a su campaña para ser secretaria general de la ONU, un puesto para el que necesita los votos de Venezuela y sus satélites.

Paraguay tiene la posición más dura de rechazo frontal a la presidencia de Venezuela que ya solo apoya abiertamente Uruguay. Brasil y Argentina se han colocado claramente más cerca de Paraguay aunque el Gobierno interino de Michel Temer busca una vía intermedia, que consiste en ganar tiempo y posponer la decisión a agosto. Debía tomarse en julio, en la próxima cumbre del día 12 en Montevideo, pero la tensión es tan alta que parece difícil.

El ministro interino de Exteriores de Brasil, José Serra, ha viajado de forma sorpresiva a Montevideo este martes y ha lanzado esa propuesta intermedia: ha pedido la postergación del traspaso de la presidencia rotatoria de Mercosur a Venezuela argumentando que al país caribeño le faltan ciertos requisitos en “materia de normas y temas cambiarios”. El retraso sería hasta el mes de agosto y previamente se celebraría una reunión de Mercosur centrada en Venezuela, dijo el ministro interino.

La petición de Brasil y la posición de Argentina pone en aprietos al Gobierno uruguayo, que había anunciado el traspaso de la presidencia al país de Nicolas Maduro dentro de una semana, el 12 de julio. Por su parte, Paraguay había pedido una reunión para examinar la situación de Venezuela que fue agendada un día antes, el lunes 11 de julio, también en Montevideo y a nivel de ministros de Exteriores.

“Nadie quiere salir en la foto al lado de Maduro”, dice el analista Oliver Stuenkel, professor de relaciones internacionales de la Fundación Getulio Vargas, en Sao Paulo. Aunque la presidencia del Mercosur sea meramente simbólica, el país de Maduro podría convocar una cumbre para mostrar al mundo que Venezuela no está aislada políticamente. “Y esa es una victoria diplomática que nadie en el bloque está dispuesto a concederle".

“Pedimos a Uruguay más tiempo”, dijo el canciller brasileño después de reunirse en Montevideo por la mañana con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez y el ministro de Exteriores Rodolfo Nin Novoa. El ministro de Exteriores de Uruguay había rechazado cualquier medida contraria a Venezuela y este mismo lunes, ante medios locales, había asegurado que en Venezuela no se ha producido “interrupción del orden democrático” y que por ello no existen razones jurídicas para frenar el traspaso de poderes.

Declaraciones "amorales" de Brasil

Interrogado por los periodistas, Serra evitó pronunciarse sobre la situación política interna de Venezuela y atribuyó su petición exclusivamente a cuestiones burocráticas ligadas a la adhesión del país al conjunto regional. Es improbable que los temas legales y de normas de Venezuela se resuelvan hasta agosto, pero en ese mes Serra espera ser confirmado canciller y tener una posición más fuerte de negociación. "Estoy convencido, no solo yo, toda la clase política en Brasil, que el Senado va aprobar por dos tercios el impeachment definitivo”, dijo Serra, añadiendo que tanto los partidarios del PT como la suspendida presidenta piensan lo mismo. La votación clave esta prevista para después de los Juegos Olímpicos.

El canciller brasileño siempre criticó la participación de Venezuela en el bloque. El país de Caribe es miembro de Mercosur desde junio del 2012 y ya ejerció una presidencia de turno del organismo de julio del 2013 a julio del 2014. Serra también ha defendido que se realice el referendo revocatório de Maduro lo antes posible.

La propuesta de Brasil tensó aun más las relaciones entre Brasilia y Caracas. Mientras Serra estaba en Montevideo, la canciller venezolana Delcy Rodríguez contestó a través de Twitter a su homólogo: "La República Bolivariana de Venezuela rechaza las insolentes y amorales declaraciones del Canciller de facto de Brasil”. La tensión no para de crecer y la cumbre del día 12, que precisamente no se hizo de presidentes para calmar los ánimos, se prevé muy complicada.

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