EWALD SCHARFENBERG 02 de agosto de 2016
La
noche de este lunes la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de
Venezuela, Tibisay Lucena, declaró completadas las dos primeras fases del
proceso de activación del referendo revocatorio que la oposición exige contra
el presidente Nicolás Maduro. Según la funcionaria, la opositora Mesa de Unidad
Democrática (MUD) logró traspasar el requisito de 1% de las firmas del padrón
electoral de cada provincia para acreditarla como grupo promotor del referendo.
Ahora la MUD dispone de dos días hábiles, cuyas fechas no precisó Lucena, para
solicitar al organismo electoral que se abra el periodo de recolección del 20%
de las firmas del padrón electoral nacional necesarias para convocar finalmente
el proceso refrendario.
Sin
embargo, la rectora principal del CNE no anunció –al contrario de lo que se
esperaba- las fechas para la recolección de las nuevas firmas, una información
que los representantes opositores exigen como condición para sentarse a la mesa
de diálogo. Según fuentes opositoras, se espera que esa actividad tenga lugar durante
la primera quincena de septiembre próximo.
La
declaración de Lucena se produjo con casi tres horas y media de retraso.
Durante la espera, el expresidente del CNE, actual alcalde de Caracas y una de
las estrellas nacientes del régimen, Jorge Rodríguez, había solicitado se
pospusiera el anuncio, en vista de las “irregularidades” que, según el
oficialismo, se cometieron durante la primera fase de recolección de firmas y
que le han llevado a calificarla como “un fraude”.
El
propio Rodríguez, a nombre del oficialista Partido Socialista Unido de
Venezuela (Psuv), introdujo ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) un
recurso de amparo para suspender los efectos de la recolección de firmas y
anularla. El TSJ es el brazo judicial del chavismo y no se recuerdan sentencias
en su contra
Para
tomar en cuenta la inquietud del chavismo, Lucena también dijo que el CNE
solicitará a la Fiscalía General una investigación sobre los casos de aparente
suplantación de identidades –poco más de 1.300- y de duplicación de firmas
detectados por el organismo en las planillas consignadas por la oposición.
La
reacción opositora no se hizo esperar. El gobernador del estado de Miranda y
dos veces excandidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, celebró desde
su cuenta de Twitter, pero sin ahorrarse una punta para el CNE: “Cuando no hay
vergüenza con la gente, ¡declaración de (la señora) Lucena. Conclusión:
superado 1%, vamos (por) el 2º ¡y el país movilizarse para ello!”.
Por su
parte, el Coordinador Ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, criticó que la
aprobación del 1% de las firmas se produjera tan tarde –la primera entrega se
produjo el 2 de mayo- y censuró su propia ejecución: “Es impropio, ilegal
incluso, pedirle el 1% a la MUD, un actor suficientemente validado para ser
promotor”. De todas maneras, se dijo confiado en que el referendo revocatorio
se realice este año “con la legítima presión del venezolano y la presión
internacional”.
Para
revocar al presidente Nicolás Maduro se necesita más de los 7,5 millones de
votos con los que fue elegido en 2013. Según la firma Venebarómetro, 73,4% de
los venezolanos reprueba su gestión y 64% de los electores votaría para que
saliera del poder.
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