Por Olga Isabel Ramos, 18/09/2016
Llevo días leyendo a críticos extremos de la MUD, a defensores
acérrimos y a moderados en ambas posiciones, dentro y fuera del país, a
politólogos y analistas de oficio y encuentro cosas que me llaman la atención:
1. Un analista político al que respeto mucho, invitando a los que
critican a la MUD por Twitter y Facebook a que salgan a la calle a trabajar y
liderar sus ideas, que si son buenas, hasta él los seguirá, pero escribe por
Facebook y desde el exterior. Como él he encontrado variantes de todo tipo,
pero confieso que leerlo de su “pluma” fue demasiado para mi gusto.
2. Los balances que se hacen de lo que está sucediendo, son parciales:
– Unos desconocen los pocos avances de la MUD (algunos importantes,
pero pocos para el tiempo que tenemos en ésto y tomando en consideración las
dificultades que ello tiene asociadas), mientras otros desconocen que tiene los
mismos vicios que cuando era coordinadora, que dicho sea de paso, los que toman
las decisiones clave, son un subconjunto de los mismos que lo hacían entonces.
(Sobre las diferencias y semejanzas entre ambas instancias, podemos hablar
cuando quieran, helado mediante, porque tengo prohibido el café)
– Unos sólo ven el deterioro de las condiciones del país como causa de
la pérdida de poder del gobierno, otros sólo hablan de los éxitos de la
“estrategia” de la MUD, otros mencionan levemente las pugnas internas dentro
del gobierno y otros pocos dejan colar como causa las reacciones espontáneas de
la población. Pero muy pocos mencionan las acciones internas de
saboteo-protesta organizadas por factores dentro del gobierno, casi todos
desconocen las pugnas por poder entre las mafias asociadas al microtráfico de
drogas, el trabajo de organización que hacen partidos viejos como AD, por
recuperar militancia y partidos nuevos como PJ, VP y VV, por construir la suya;
y el trabajo que, al margen de la MUD y las organizaciones político-partidistas
hacen muchas organizaciones pequeñas por visibilizar problemas, violaciones de
derechos y apoyar víctimas.
Sin embargo, lo que tienen en común casi todos, es que se enfocan en la
parte de la realidad que les interesa y le echan tipex al resto. El balance,
para que tenga sentido orientador, debe asumir la complejidad de lo que vivimos
y tomar en consideración todos los factores. Para hacerlo, hay que eliminar el
uso del tipex, investigar y sopesar, pero sobretodo hay que debatir mucho, en
público y en privado, y hay que escuchar y perder el miedo a herir
susceptibilidades y a enfrentarse a algo complejo que parece no tener fin y que
nos supera.
3. En términos de tácticas, casi todos los críticos y analistas dejan
por fuera el uso recurrente de la “operación política” y de la “imposición de
la agenda” en la calle o en los medios, como dos de las prácticas más comunes
de los actores políticos, de casi todos. Llevamos casi dos décadas viviendo y
viendo ejemplos de ello. Muchos, sin usar estas categorías y para acciones
específicas, las han “valorado” como jugadas “inteligentes” o necesarias.
Personalmente pienso que se mantienen como consecuencia, por una parte, de la
inexistencia de espacios amplios e incluyentes para el debate, y por otra
parte, de la visión mesiánica de muchos que se expresa, en este caso, en el
empeño en pensar que su opción es “la opción” por lo que debe hacerlo todo por
imponerla; pero en todos los casos, muestran la incapacidad del liderazgo para
construir verdaderos acuerdos y son una de las expresiones políticas de la
nefasta “viveza del venezolano” que tanto daño nos ha hecho siempre.
4. Y en términos de estrategia, a los que hablan del éxito de la
estrategia de la MUD, les recuerdo que la estrategia tenía varias líneas de
acción: renuncia, revocatorio, reforma constitucional, ¿recuerdan? Ninguna por
encima de la otra, todas en paralelo porque como ha pasado casi siempre, el
liderazgo fue incapaz de acordar una estrategia que, sin aspirar a que
escogiera una sola de la líneas, al menos combinara tácticamente a las 4.
Pero a los que hablan de fracaso, les digo que en política no hay nada
que se consiga con una acción, LA acción; que las salidas y los cambios se
construyen con muchísimo trabajo y que el trabajo es de la dirigencia y de la
ciudadanía y también, que sin la masa crítica para dar el salto, el éxito
siempre será un deseo a medias.
5. Finalmente, a los que critican a los críticos porque son críticos,
al margen de los acuerdos y diferencias que puedo tener en cada uno de los
casos, sólo les recuerdo que el debate es natural en los demócratas, por eso es
que dentro de las líneas oficialistas se ven muy pocas críticas a lo que hace
su “liderazgo” en el gobierno. No necesariamente se trata de que “los trapos
sucios se lavan en casa” sino de que se aplica la máxima totalitaria que reza
que quien no piensa como yo, es mi enemigo y lo excluyo. Por cierto, que
tampoco se puede aplicar directamente la máxima “el enemigo de mi enemigo, es
mi amigo”. Piensen en lo que harían si mañana Mugabe se declarara crítico de la
“revolución”.
Creo que a casi 18 años de la entrada en este entuerto de nuestra
historia, hay muchos avances (algunos piensan que son pocos o muy pocos), pero
un gran estancamiento que tenemos que resolver: la re-construcción de la
“voluntad política” y la construcción de una “ética política” diferente, en
líderes y ciudadanos, para avanzar juntos hacia la Venezuela que “decimos
todos” que queremos.
¿Se han preguntado cuánto y en qué se parece esa Venezuela que todos
decimos querer, con la de los líderes y ciudadanos con los que creen tener
acuerdos y con los que dicen tener diferencias?
PS: pensé en ponerle como título “Mugabe se declara crítico de la
“revolución””, pero me sentí como algunos medios, titulando con una frase que
“engancha”, pero que muy poco o nada tiene que ver con el texto.
Tomado de:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico