Por Hernán Lugo
Tiempos de cambios, de
transición y de deslinde. El chavismo sufre una nueva incisión en momentos que
el Presidente de la República. Nicolás Maduro, su líder, baja en popularidad,
se radicaliza y niega el derecho al voto.
En lo interno comienzan a
perfilarse fracciones que, por un lado, buscan conservar intacto “el legado de
Chávez” y exigen rectificación, como el naciente Frente Bolivariano Alternativo
(FBA), el Bloque Popular Revolucionario (impulsado por el Partido Comunista
Venezolano) y el Frente Hugo Chávez (promovido por Patria Para Todos y Redes)
pero sin quitarle el apoyo al Gobierno. Y, por el otro, surgen expresiones que
rompen con quienes conducen Miraflores, e incluso, avalan el referendo
revocatorio, como Marea Socialista. Desde hoy se concreta una nueva alianza,
entre dirigentes del MEP y uno de los cinco partidos que, por ahora, legalizó
el Consejo Nacional Electoral (CNE),
que anuncian el retiro del respaldo a Maduro y a la alianza gubernamental. Se
trata de Unidad Política Popular 89 (UPP 89) y del MEP.
“Nos deslindamos totalmente
del Gobierno, la dirección nacional del PSUV y el Gran Polo Patriótico”, indicó
el secretario general de UPP89, Reinaldo Quijada, exfundador de Clase Media
Revolucionaria y militante del oficialismo.
En el caso del MEP, se
marchan a UPP89 la fracción del Maestro Prieto Figueroa, que fue elegida por
las bases pero ilegalizada administrativamente por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ),
en sentencia de fecha 17 de julio de 2015, liderada por Wilmer Nolasco, quien
era su secretario general.
En un documento, la nueva
organización considera:
1) “El DESLINDE constituye
un imperativo moral y en consecuencia existencial, en razón de los atroces
momentos que vive nuestro país. “Pasar la página” con el Gobierno nos
permitirá, “ver hacia adelante”, “hacia el futuro” y, particularmente, dejar de
centrar nuestro “haz de acción” o de orientar nuestro “foco de interés” hacia
el Gobierno y guiar nuestros mejores esfuerzos a hacerle propuestas al país.
Trabajaremos en construir esa opción política revolucionaria, sobre la cual
hemos hecho referencia en los últimos meses y donde el liderazgo comunitario
auténtico, ignorado por los factores de poder, debe ser, estamos convencidos de
ello, su sabia primordial”
2) “Al Gobierno y a su
dirigencia ya no les interesa el proceso revolucionario, ni la construcción del
socialismo, ni el legado del Comandante Chávez. Tampoco defienden al pueblo, ni
atienden sus necesidades básicas. Solo defienden sus intereses personales y de
grupo, y están aferrados a sus posiciones de poder”.
3) “El Gobierno no toma
medidas reales en el área económica, solo disimula o maquilla la realidad, y
hace uso constante, casi sistemático, de la mentira. Reclamamos la falta de
política fiscal, monetaria y cambiaria y consideramos que es falsa la política
de estímulo al aparato productivo nacional”.
4) “Su permanencia en el
poder se sustenta en su posición de dominio institucional sobre la FANB, el
Tribunal Supremo de Justicia y los demás poderes públicos, en la coacción y en
otros mecanismos de control social”.
5) “Existe una palpable
degradación de la política y consecuente desmoralización de nuestra sociedad,
inducida desde el poder, que ahoga las energías creativas del individuo, que
mutila toda auténtica voluntad de participación y que relega los principios a
meros enunciados sin contenido”.
6) “Es necesaria, como parte
de una solución negociada a la crisis, ir más allá del PSUV y la MUD, la
relegitimación de los cargos de elección popular del Presidente de la República
y de los diputados y diputadas de la Asamblea Nacional”.
27-10-16
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