Por Luisa Salomón
El economista, profesor de
la UCV y diputado asegura que, de haber un cambio de gobierno, la economía
"levantaría cabeza" en seis meses o en un año
Economista y profesor de la
Universidad Central de Venezuela (UCV), José Guerra se ha convertido en el
referente económico de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), particularmente
desde su elección a la Asamblea Nacional como diputado por El Valle.
Guerra es miembro de la
Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo Económico del Parlamento, que ha
tenido una especial atención debido al agravamiento de la crisis económica en
el país y las medidas tomadas desde el Ejecutivo a lo largo del año: desde la
declaración de un Estado de Emergencia, hasta la creación de un nuevo cono
monetario.
“¿Cómo está la cosa en la
calle? ¿Consiguieron billetes en los bancos?”, preguntó el diputado al recibirnos
en el Palacio Federal Legislativo.
Nuestro encuentro fue el
jueves 15 de diciembre, cuando debía entrar en circulación el nuevo billete de
500 bolívares, pero nunca apareció en los cajeros.
“Es que no han llegado y el
tiempo no era suficiente”, nos comentó sin esperar nuestra respuesta, con la
confianza de quien atestigua la crónica de una muerte anunciada por él mismo.
No es de los dirigentes más
carismáticos de la Unidad, pero sí de los más respetados. Guerra es la voz
económica de la oposición, tema que atrae necesariamente la atención nacional,
y por esta razón es de los dirigentes más escuchados cuando se pronuncia sobre
las medidas que el gobierno constantemente implementa –hasta ahora con pocos
resultados– en esta materia.
Sus constantes críticas a
las políticas económicas gubernamentales le han valido el mote de “sicario
económico”, como se refieren a él las principales autoridades oficialistas. Sin
embargo, su rol ha sido importante en apaciguar oleadas de rumores con posibles
nefastas consecuencias. Recientemente, fue uno de los dirigentes que explicó –y
calmó– a la población ante los rumores de intervención de Banesco.
Desde la curul que ocupa en
el Hemiciclo Protocolar del Palacio Federal Legislativo, donde se realizan las
sesiones del Parlamento, el diputado Guerra conversó
con Contrapunto sobre la compleja situación económica nacional y las
opciones para superarlo.
Con respuestas breves, pero
muy claras para una materia tan compleja como lo es la economía venezolana del
siglo XXI, el diputado plantea un panorama sombrío en el futuro cercano, pero
con soluciones más cercanas de lo que cualquiera podría imaginar, si se toman
las medidas correctas.
“Si no se toman medidas
correctivas, el escenario de 2017 se plantea mucho peor que el actual. Si 2016
significó un año de ruina para Venezuela, el que viene será mucho peor. Tenemos
una inflación de entre 600 y 700% y va a seguir subiendo si se mantienen las
condiciones actuales”, explica.
A ese escenario le agrega la
inestabilidad de los precios –con muchos rubros dependientes del dólar
paralelo– y una profundización de la escasez, pues no se hicieron los pedidos
necesarios para reponer inventarios en enero. Se están acabando los productos
de este periodo y, aún si los pedidos se hicieran hoy mismo, los tiempos no dan
para que el año se inicie con nuevos productos en los anaqueles.
La oposición estima que hay
27 millones de venezolanos que comen solo una o dos veces al día, y 4 millones
que comen una sola vez, en pobreza crítica.
De seguir la situación
actual, estas cifras aumentarían, advierte el parlamentario.
“La capacidad de ahorro es
nula”, afirma. Por lo que es muy poco lo se puede aconsejar a los ciudadanos
para prepararse y tratar de superarla. Guerra, en consecuencia, apuesta por la
supervivencia.
“La gente sobrevive. En las
crisis se sobrevive. No se puede ahorrar, el ingreso es nulo y se va en comprar
comida. Pero la gente sobrevive”, asegura.
Las crisis no tienen fondo,
tampoco lo tienen los países. El panorama de una inflación aún más alta en un
país, donde los precios suben semanalmente, puede parecer imposible, pero no lo
es. Hiperinflación y estanflación son conceptos comunes utilizados por la
mayoría de los analistas económicos del país, y las que parecían posibilidades
temidas, pero de cierta forma lejanas, son ahora la realidad.
–¿Tendremos estanflación?
–En estanflación ya estamos.
Es economía estancada con inflación. Eso ya lo estamos viviendo.
El saneamiento económico va
en clave petrolera
El petróleo representa el
96% de los ingresos de la nación, y desde mediados de 2014 su precio comenzó a
caer progresivamente, hasta rozar los 30 dólares. No es sorprendente que
su caída impactara enormemente la economía venezolana, por la drástica
reducción de ingresos, falta de productividad y la corrupción. Atrás quedó la
‘Venezuela Saudita’, el gobierno se vio obligado a aplicar recortes en todas
las áreas y, golpeado por los resultados electorales, ha enfilado todos sus
recursos en presionar a la OPEP para tratar de rescatar el barril del subsuelo.
Sin embargo, mientras el enfoque del gobierno ha sido que repunte el precio
petrolero, para Guerra el objetivo debe estar en la producción.
“A Venezuela lo que le
conviene es centrarse en la producción. Esa es la clave”, asegura.
Para ello, considera
fundamental una “reestructuración total de Pdvsa”, ante sus fallas y mermada
capacidad de producción.
Por los momentos, es claro
que el precio del crudo seguirá siendo un factor importante en la economía
nacional y podría retrasar u complicar una posible recuperación. “Si el
petróleo sigue inestable, o a la baja, sin duda eso tendría un efecto en la
posible recuperación nacional”, señala.
La otra clave a atender es
la situación cambiaria, puesto que sigue vigente un control decretado por
el gobierno en el año 2003, que ha creado todo un sistema paralelo que funciona
como el referente “de facto” del valor del dólar para los venezolanos. “La
unificación cambiaria es necesaria”, afirma sin lugar a dudas.
Consultado sobre los efectos
que esta medida tendría sobre los precios y el ya golpeado bolsillo de los
venezolanos, el diputado explica que es ineludible, y sus efectos positivos
serán notables para todos.
“Va a afectar los precios de
unos rubros, sí, a otros los va a favorecer. La unificación cambiaria es una
medida que ayudará enormemente al país, porque el dólar no va a estar en 600,
pero tampoco en 5 mil. Probablemente la unificación esté alrededor de unos mil
bolívares. De cualquier manera, es la mejor medida”, explica.
Otra de las áreas a atender
será la deuda nacional. Aunque el gobierno no ha dejado de cumplir con sus
pagos, la falta de ingresos apremia y se hace cada vez más difícil el
cumplimiento con los intereses de bonos y deuda.
“La deuda debe analizarse.
Venezuela no ha incumplido ningún pago hasta ahora, pero el año que viene tocan
más pagos y no habrá cómo cumplirlos. El Banco Central ha hecho
operaciones swap (canje de oro por divisas), pero no va a ser
suficiente”, adelanta.
En este sentido, lo más
lógico para el diputado será el refinanciamiento de la deuda en términos que el
país pueda cumplir, mientras se recupera económicamente y sin dejar de lado las
necesidades y abastecimiento para los venezolanos.
Una Asamblea con énfasis en
la economía
A un año de la instalación
de la Asamblea Nacional, no han faltado críticas ante la falta de resultados
concretos de la gestión opositora –la primera mayoría calificada de la Unidad–
en el Parlamento.
Ante estos reclamos, Guerra
recuerda que el Poder Legislativo enfrenta una “situación institucional muy
compleja”, pues ha sido bloqueada por el resto de los poderes públicos,
particularmente desde el Judicial y el Ejecutivo.
Pese a ello, resalta que se
han logrado muchas victorias, como el regreso de la prensa para la cobertura en
directo de los debates.
“El primer logro es que la
prensa logró entrar nuevamente. ¿Ustedes antes podían entrar aquí y conversar
con nosotros? Antes no podían ni siquiera ingresar y ahora todos tienen acceso
a la asamblea”, resaltó.
Lo cierto es que, pese a los
reclamos, esta AN de mayoría opositora ha sido una de las más productivas en su
primer año de gestión, que cierra con 15 leyes sancionadas, 13 proyectos de ley
admitidos, 32 proyectos de ley en primera discusión y 3 en segunda discusión.
Son 63 legislaciones y proyectos en 97 sesiones a lo largo del año.
La situación económica ha
sido el tema más atendido y discutido en la AN; de hecho, la primera ley
sancionada por el Parlamento este año fue la Ley de Reforma del Decreto N°
2.179 con Rango Valor y Fuerza de Ley de Reforma Parcial de la Ley del Banco
Central de Venezuela, el 3 de marzo de este año.
Como parte de su labor en la
Comisión de Finanzas, Guerra fue el presidente de la subcomisión especial
designada para analizar el Decreto de Emergencia Económica, la primera medida
tomada por el gobierno este año. Este equipo parlamentario negó la
emergencia y en cuatro ocasiones ratificó la negativa a las prórrogas
solicitadas por el gobierno, que igual fueron aceptadas por orden del Tribunal
Supremo de Justicia.
Otras legislaciones
económicas muy comentadas fueron la ley que otorga el pago de bono de
alimentación para jubilados y pensionados y la Ley de Producción Nacional,
ninguna de las cuales ha podido ser aplicada por decisión del Ejecutivo. Aún a
pesar de las trabas, Guerra asegura que insistirán en tratar la situación en su
segundo año.
“El tema económico será
fundamental para la Asamblea Nacional, sin duda. El escenario del año que viene
se va a agravar y este será un punto prioritario para la Asamblea”, asegura.
Un bolívar “fuerte”, pero
irrecuperable
Si el año se inició con el
decreto de emergencia económica, cerró con el anuncio de un nuevo cono
monetario, que tendrá billetes desde 500 bolívares hasta 20 mil.
“Hace meses yo llevé a la
Comisión de finanzas de la AN el tema de la pérdida de valor adquisitivo del
billete”, comenta.
En este sentido, la comisión
preparó y presentó un “proyecto de actualización del cono monetario”, previendo
la crisis que se presentaría en el país por falta de efectivo.
Guerra afirma que el billete
de 100 bolívares –que ordenaron sacar de circulación en 3 días y luego fue
vuelto a incorporar– tiene el valor de 1% de lo que valía en 2008, cuando salió
a circular con la reconversión monetaria.
Sin embargo, sus proyectos y
llamados al BCV no fueron atendidos a tiempo. Y fue finalmente en noviembre
cuando el presidente del organismo, Nelson Merentes, anunció la creación del
nuevo cono monetario y su incorporación desde diciembre.
El parlamentario no cree que
los plazos que ha planteado el gobierno sean posibles. Ya tuvo razón al afirmar
que “no había capacidad física” con la medida inicial del billete de 100
bolívares, para la cual planteó una prórroga hasta el 31 de diciembre que el
gobierno finalmente implementó; eso sí, sin reconocer el análisis opositor.
Su escepticismo se extiende
al resto del cono monetario: “No hay manera física de distribuir los billetes a
todo el país. No han llegado al país los de 500”, afirmó en la entrevista. Días
después el gobierno le daría nuevamente la razón, pues fue el domingo 18 de
diciembre cuando anunciaron la llegada del primer lote de billetes de 500
bolívares.
Hasta el momento han llegado
solo dos lotes, para un total de 24 millones de billetes, menos de uno por
persona. Está previsto que este 29 de diciembre llegue otro lote más. El
billete de 100 bolívares perderá su valor nuevamente el 2 de enero, por lo que
el inicio de 2017 también se asoma con una nueva escasez de efectivo, porque
aún los billetes de 500 no serán suficientes para cubrir la ausencia de los de
100, que representan más del 60% del circulante en el país.
El resto del cono monetario
tardará aún más. El gobierno ha prometido que en enero llegarán todos los
billetes, pero Guerra asegura que tomará más tiempo. “El billete de 20 mil
bolívares va a llegar, pero no este año. Probablemente para marzo”, estima.
Después de la reconversión
monetaria de 2008, con la que se “borraron” tres ceros de los billetes, las
denominaciones de los nuevos billetes serán realmente desde 500 mil a 20
millones de bolívares “de los viejos”. Eso es un importante indicador de la
devaluación de la moneda venezolana, cuyo valor es casi imposible de recuperar,
a criterio del economista. “Como están las cosas ahora, no. Es
irrecuperable”, afirma.
Con los pasos necesarios, el
país se recupera “rapidito”
Entre muchas otras cosas, la
reactivación de la producción nacional es uno de los puntos clave para
recuperar el país de la crisis; sin embargo, para Guerra el cambio económico y
la recuperación pasan necesariamente por lo político.
“Para que se pueda recuperar
económicamente el país, la primera medida necesaria es el cambio de gobierno.
Una vez que eso se logre, entre seis meses y un año el país ya presentará
mejoría porque se recuperará una cuestión clave: la confianza”, afirma.
Aunque suene muy optimista
plantear un periodo tan corto, el diputado explica que, al haber un clima de
confianza en el área económica y con seguridad jurídica para los actores, con
autoridades respetuosas de las leyes, se abren mayores posibilidades de
inversión y opciones para recuperar la nación. Si se suma toda la labor
legislativa que se ha ido adelantando en la AN, con un Ejecutivo que sí
implemente las nuevas leyes, ayudaría a este panorama.
¿Qué es lo peor que puede pasar?
Para Guerra, dadas las
condiciones actuales, el mejor escenario que puede enfrentar el país es
precisamente un cambio de gobierno inmediato.
“Que haya un cambio de
gobierno y en unos 6 meses comenzarán a verse los resultados de la aplicación de
medidas económicas”, señala.
El diputado ha exigido en
reiteradas ocasiones la renuncia del Mandatario, y de todo su equipo económico,
especialmente del rector del BCV, Nelson Merentes.
Sobre el peor de los
escenarios, Guerra es muy claro: “El peor escenario para Venezuela es que
se quede el gobierno, que no se apliquen las medidas económicas que hacen falta
y la crisis se profundice”.
28-12-16
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