Por Carlos Crespo
El año llegó a su final y
dentro de la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) realizan una evaluación muy autocrítica. Este 30 de
diciembre el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús “Chúo” Torrealba, indicó que
en la organización se desarrolla un “intenso debate” para modificar la
estrategia y la estructura de la alianza partidista. “En 2016 el pueblo
opositor estuvo muy por encima de su dirigencia”, admitió.
Flanqueado por dirigentes
comunitarios de Caracas, Torrealba indicó que dentro de estas discusiones ya
hay tres “avances” en torno a los que hay consenso en la MUD. En primer lugar
que la vocería de la alianza debe recaer en los partidos políticos y no en
individualidades. “Recordemos lo que pasó en 1999 cuando el mesianismo ocupó la
escena”.
En segundo lugar, el
establecimiento de una “relación fluida y permanente” entre la dirigencia
política y el país. A estos efectos el propio Torrealba había anunciado la
creación de una nueva
instancia que agrupara a distintos actores de la sociedad civil y que
fuera consultada, para la toma de decisiones, por la alianza. “Eso no se logra
con consultas esporádicas”, señaló.
En tercer lugar, indicó que la
Mesa también trabaja en un mecanismo para mejorar su articulación interna.
Colocó como ejemplo de falta de unidad la escogencia de la directiva del
Parlamento en enero, la imposibilidad de ponerse de acuerdo en torno a la ruta
a seguir a principios de año y que luego, cuando el Revocatorio tomó
preeminencia como estrategia, su conducción “no fue todo lo unitaria que pudo”.
También fue crítico con los
partidos y personalidades que, a su juicio, dieron más importancia a su
proyecto personal que al colectivo. “Ahorita no tiene sentido una estrategia de
posicionamiento como precandidatos o de marketing político”, indicó.
Consultado sobre una rueda de
prensa del gobernador Henrique Capriles de este viernes, en la que indicó que
presentaría una hoja de ruta a los ciudadanos si la MUD no daba a conocer una
propuesta en los próximos días, Torrealba señaló que esas son las situaciones
que se buscan corregir en la alianza. “Ese es el tipo de aspectos que estamos
planteando. Los gobernadores tienen un papel importante dentro de la MUD y esas
inquietudes las puede presentar en la Mesa”.
También admitió que el 20 de
octubre, cuando el revocatorio fue suspendido por varios tribunales penales
regionales, la MUD no contaba con una estrategia para dar respuesta a la gente,
sino con tres “iniciativas” que luego fueron suspendidas cuando se inició el
diálogo entre Gobierno y oposición. “Tiene que haber unidad de propósitos y
unidad programática. No se presentó una propuesta clara de cómo iban a ser los
cambios”.
Consideró exitosa la
experiencia de articulación de 2015, que culminó con la victoria del 6D. “Lo
que viene es muy complicado y la única manera de enfrentarlo es ampliar la
Unidad”. Sobre el diálogo reiteró que la oposición no tendrá interlocución
directa con el Gobierno hasta tanto este no cumpla sus compromisos.
Balance del año
El vocero de la oposición
también hizo un balance del año en las áreas de economía, salud y seguridad
ciudadana elaborado por José Guerra, Julio Castro y Luis Izquiel. Destacó
indicadores como la caída de 12% del Producto Interno Bruto (PIB), una
inflación estimada en 500%, y una disminución del salario real de 20%. “En
Venezuela se es pobre o no y solo dos de cada 10 venezolanos no lo son”.
Citó datos de la Encuesta de
Condiciones de Vida (Encovi) realizada en forma conjunta por la UCAB, UCV y
USB, que indican que 76% de los venezolanos están bajo la línea de pobreza por
ingresos, 73% de los hogares están en pobreza y, de éstos, 49% están en
situación de pobreza extrema. “El año 2016 presenció lo desarticulado de la
acción de gobierno en materia económica: cuatro vicepresidentes de Economía se
sucedieron, cada uno peor que el predecesor”.
En materia de la salud destacó
que la escasez de medicamentos alcanza 92% y que la inversión en ésta área ha
caído durante los últimos cinco años. Agregó que durante los últimos tres años
el país ha experimentado graves retrocesos en enfermedades infecciosas como la
malaria y que además hay corrupción y opacidad publican en el diseño de las
políticas públicas. “El 2016 ha sido un año de oscurantismo total en materia
epidemiológica”.
En cuanto a la seguridad
señaló que en Venezuela es asesinada una persona cada 18 minutos, lo que
representa un índice de criminalidad 15 veces superior al promedio mundial.
“Este índice es hoy el más alto del planeta (en segundo lugar, con cifras
oficiales, queda El Salvador y luego Honduras). La mayoría de estas víctimas
son jóvenes, varones, de los sectores más del país”. Agregó que la Operación de
Liberación del Pueblo (OLP) efectuada por el Gobierno no redujo los índices
delictivos “pero si sirvió para asesinar a venezolanos honestos”.
Foto: Miguel González
30-12-16
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