Laura BONILLA 14 de diciembre de 2017
Dos sobrinos
de la primera dama de Venezuela pasarán 18 años tras las rejas por intentar
traficar 800 kg de cocaína a Estados Unidos, una pena severa pero bastante
inferior a la requerida por la fiscalía.
El
juez Paul Crotty, de la corte federal de Manhattan, decidió que Franqui
Francisco Flores de Freitas, de 32 años, y su primo Efraín Antonio Campos
Flores, de 31, ambos sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás
Maduro, pasarán 216 meses en la cárcel.
La
defensa pedía 120 meses -10 años-, la pena mínima por el delito por el cual
fueron condenados.
Pero
la fiscalía solicitó inicialmente cadena perpetua y luego redujo el pedido a
360 meses de cárcel, o 30 años, al argumentar que los acusados tenían lazos con
la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) y que el dinero iría a parar a las arcas de una campaña para las
legislativas de 2015 en beneficio de su tía Cilia Flores.
“No son el presidente”
“Iban
a usar este dinero para continuar ejerciendo el poder en Venezuela”,
donde “operaban con impunidad”, afirmó el fiscal Emil Bové antes de
la sentencia.
“Si
los acusados fueran de República Dominicana o del Bronx, estaríamos hablando de
10 años (de pena). Pero son de Venezuela”, sostuvo por su lado
David Rody, abogado de Flores de Freitas, que negó vehementemente los lazos con
las FARC.
Pero
los sobrinos “no son el presidente y no deben cargar con la ira del
gobierno (estadounidense) hacia Venezuela”, aseveró.
Los
dos acusados se dirigieron al juez en español y mostraron arrepentimiento,
aunque sobre todo destacaron su amor por su familia.
“Estoy
muy avergonzado y arrepentido por todo el daño y humillación que esto nos ha
causado”, dijo Campos Flores al juez minutos antes de la sentencia,
hablando en español. Y dirigiéndose a su esposa, le habló de tú a tú, y le
pidió perdón por haberse perdido el nacimiento de su segundo hijo: “Eres
la luz más brillante en la noche más oscura”.
Su
primo Flores de Freitas rompió en llanto al hablar de su hijo de nueve años,
que escribió al juez para pedir clemencia para su padre, y pidió “una
oportunidad” para reparar sus errores.
“Estoy
tan arrepentido por el error terrible que cometí. Somos todos humanos y caemos
todos en el pecado. Pero no es una excusa por haberme metido en la experiencia
más vergonzosa de mi vida”, afirmó.
El
juez aseguró que los acusados “no son los narcotraficantes más astutos
que jamás existieron” y lamentó que “parecen más preocupados
por el impacto en su familia que por haber violado la ley en Estados Unidos”.
Pocas visitas
Crotty
dictaminó que cada uno deberá pagar una multa de 50.000 dólares, y accedió a
solicitar a las autoridades penitenciarias que sean encarcelados en una misma
prisión de Florida (sur).
A raíz
de las restricciones de viaje impuestas por Estados Unidos a muchos venezolanos
con lazos en el gobierno de Maduro, “las oportunidades de visita desde
Venezuela serán muy limitadas”, dijo el juez.
Los
propios abogados de los acusados los describieron durante su juicio como
dos “estúpidos” y “novatos” que intentaban
ganar millones sin entender nada del narcotráfico y cayeron en una trampa de la
DEA, la agencia antidroga estadounidense.
Pero
la fiscalía aseguró que los jóvenes pertenecientes a la familia más poderosa de
Venezuela se creían impunes para enviar casi una tonelada de cocaína a
Honduras, sabiendo que terminaría en Estados Unidos, y creían que por esos
lazos un avión privado que transportaría la droga tendría menos escrutinio. A
cambio recibirían 20 millones de dólares.
En
noviembre de 2016, tras un juicio de nueve días, un jurado popular decidió por
unanimidad que los dos eran culpables.
Los
dos sobrinos de Cilia Flores fueron detenidos en Haití en noviembre de 2015 por
la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, que llevó a cabo operaciones
encubiertas en Venezuela y Honduras para capturarles.
Cilia
Flores ha considerado el arresto de sus sobrinos como un “secuestro” y
dijo que se trataba de “una venganza”. Para Maduro, la meta de
Estados Unidos es atacar a su gobierno.
“¿Ustedes
creen que son casualidad (los ataques)? ¿Que el imperialismo haya creado una
causa que tiene como único objetivo atacar a la primera dama, a la primera
combatiente, a la esposa del presidente, ustedes creen que es casualidad?”, preguntó
el mandatario socialista hace poco más de un año, durante un mitín.
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