Fernando Camino Peñalver 29 de abril de 2018
@fernandocaminop
La
desasistencia social y el abandono del régimen se manifiestan con mayor
intensidad en las zonas menos pobladas de nuestro país, donde habita el 25% de
nuestra población. Esta población está asentada en su mayoría en el medio
rural. Allí el 74% de sus habitantes, es decir, más de dos tercios de las
familias que pueblan esas regiones, se encuentran en situación de pobreza
estructural.
La
inmensa mayoría de los habitantes de las zonas rurales de nuestro país,
dependen económicamente de forma directa o indirecta de la actividad pecuaria,
pesquera y de la agricultura vegetal. Estas actividades, que son el eslabón
primario de la cadena de la producción de alimentos, han sido las más golpeada
por la política destructiva del gobierno. Como ya lo hemos señalado, por
razones ideológicas y para beneficiar los actos de corrupción de la
boliburguesía importadora, el régimen intervino y reguló todas las actividades
económicas del sector primario de la producción de alimentos, mediante el
irrespeto a la propiedad y al estado de derecho.
En el
medio rural campea el desempleo y la ocupación informal debido a que los
niveles de desinversión económica son superiores al de las zonas urbanas. Los
gremios de la producción agrícola han dado cifras aproximadas sobre la
ocupación en el campo: la tasa de desempleo está situada en un cuarenta por
ciento, el empleo formal ronda el veinte por ciento y la ocupación informal
otro cuarenta por ciento.
La
devastación del sector de la producción primaria por parte del régimen, trajo
como consecuencia no sólo la crisis humanitaria por la escasez y la carestía de
los alimentos que sufre el noventa por ciento de nuestra población, también
aniquiló la modesta condición de vida en el medio rural.
Este
año la producción agrícola continuará descendiendo y la capacidad de ocupación
disminuyendo. El normal desempeño de los cultivos que generan mayor cantidad de
puestos de trabajo, continúa siendo afectado debido a que el régimen
monopoliza, a través de Agropatria y del control de cambio, el mercado de
insumos agrícolas en nuestro país. Los circuitos de la producción hortícola,
cafetalera, del cacao, de la caña de azúcar, de la papa, de los cereales y de
las oleaginosas, han tenido que reducir dramáticamente su superficie de siembra
y se ha afectado la productividad, a causa de la falta de semillas,
agroquímicos y fertilizantes.
Para
darle un “parao” a este desastre y para rescatar la población rural y al resto
de nuestro país, es necesario cambiar este régimen por un gobierno democrático
que se ocupe de la gente. Un gobierno que aproveche todos nuestros inmensos
recursos y los utilice en función del bienestar social de la población.
Hemos
estado trabajando en este sentido. Existen planes de recuperación, tanto de la
producción agrícola como de las condiciones de vida de la población rural. Los
recursos están disponibles en las instituciones financieras internacionales
solo tenemos que unirnos y luchar para salir de este “paquete cubano”.
Venezuela puede recuperarse a corto y mediano plazo, estamos preparados para
ello.
Fernando Camino Peñalver
@fernandocaminop
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