Por Luisa Pernalete
“Buenos días. Que
tengas una semana productiva, que Dios te bendiga y te proteja”. Y de paso, una
imagen de un café virtual. ¿Cuántos mensajes parecidos a este no recibe usted
cada día? Tengo que decir que yo recibo unos cuantos, con buenos deseos, con
abrazos virtuales. ¿Y qué tal los chistes a mitad de mañana? Tengo varios
amigos que no me abandonan, no sé de dónde sacan tanta ocurrencia Gloria, Juan
Pablo, Luis… A mí me hacen reír, y ya se sabe que la risa tiene un gran valor
terapéutico, reduce el estrés, mejora la concentración. De paso, me ayudan a
ayudar, pues yo mando esa dosis de humor a otros que lo agradecen… ¿Y qué tal
esos días que estuve sin internet? Pues mi amiga Ana María, vecina y compañera
de colegio, me dijo que me fuera a su casa y trabajara desde ahí. ¡Pura
solidaridad!
Sigamos mirando. Esas
amistades, que mandan buenos deseos cada día, esas que se acuerdan de los
cumpleaños de otros, esas que rezan por tus familiares y conocidos enfermos,
forman parte de la Venezuela solidaria en plena cuarentena prolongada, y yo la
valoro.
Es normal, y hasta
obligado, que instituciones como la Iglesia católica, trabajen en “obras de
caridad”, es parte de su esencia, de manera que Cáritas hace lo que tiene que
hacer, pero yo hablo de gente por iniciativa propia, se activa, personalmente,
o con otros, a favor de los demás, solidarios, pues.
Comento algunas
iniciativas de gente que se organiza para hacer el bien a otros, con más
alcance. Veamos, por ejemplo, el caso de Belkis, maestra de un núcleo rural en
Fe y Alegría del estado Bolívar. Ella, junto a su hijo y su cuñada, organizaron
y animan un club de abuelos en la zona rural donde viven. Nadie la obligó,
nadie le paga por ello, se le ocurrió la buena idea y ahí está. “Empezamos hace
dos años. Lo atendemos mi cuñada, mi hijo y mi persona. Antes de la pandemia
los reuníamos todos los viernes: les leíamos cuentos, rezábamos, merendábamos…
Una vez les dimos unos talleres para que aprendieron a hacer galletas y pan,
Son 26. Hay 3 con discapacidad, 2 están en silla de ruedas… Durante la pandemia
no ha sido fácil reunirnos, pero seguimos. Estoy esperando un bono que me va
llegar para hacerles un buen almuerzo un sábado de estos”, me comentó el otro
día. ¡Increíble! No sólo comparte su tiempo, su creatividad, también comparte
sus escasos ingresos, porque ya sabemos que a los maestros no les sobran los
ingresos.
Ampliemos lo que se
hace en pro de las personas de la tercera edad, ahí está Convite, desde hace 15
años, en 14 ciudades del país, entre ellas: Barquisimeto, Caracas, Maracaibo.
No hacen solo trabajo con ancianatos, pero es parte de su acción solidaria,
además de ayudar con medicinas….
Vayamos ahora a Barquisimeto, una alianza entre Esperanza Activa, una especie de consorcio solidario que lleva varios proyectos, entre ellos Maternar, y Fe y Alegría, a favor del personal y de los alumnos de las escuelas…. Personal médico pasa revista a los que trabajan en el colegio “Juan XXIII” de Fe y Alegría, ubicado al oeste de la ciudad. Incluso en este tiempo de escuelas cerradas y educación a distancia. Edward, profesor del centro educativo, nos comenta que este año hicieron 2 operativos. El personal médico examina a los asistentes, en el propio centro, y luego hacen contactos con especialistas si la situación lo amerita. Maternar cuenta con 10 voluntarios en la coordinación de diferentes actividades, además cuenta con un directorio de 20 médicos especialistas que también prestan su apoyo de manera voluntaria ¡Miren qué maravilla de alianza en apoyo a la educación popular!
Y seguimos con
Barquisimeto. Jesús Pernalete Túa, artista plástico, emprendedor social
incansable, coordinador del Movimiento Ciudadano Esperanza Activa, ha impulsado
la elaboración del Directorio de Mujeres Solidarias en la capital larense, y ya
llevan 100 en la lista, cuyas semblanzas las van difundiendo por una emisora
local. ¿qué tal?
También forma parte de
la Venezuela solidaria todos esos voluntarios que hacen posible la educación de
adultos en Fe y Alegría. Desde que el Instituto Radiofónico comenzó sus clases
por radio, hace más de 40 años, decenas, centenares de voluntarios han ayudado
a miles de participantes a estudiar, a terminar su primaria o su bachillerato.
Hoy, a pesar de la pandemia, y la situación, que ha incidido en la reducción de
matrícula, los más de 8.000 participantes son atendidos por más de 350
orientadores voluntarios. ¿Qué les parece?
No podemos terminar
estas líneas sin hablar de los valientes que se atreven a trabajar en
organizaciones de DD HH en este país, que es un riesgo cada vez mayor.
Menciones la Red de derechos de niños, niñas y adolescentes, conformada por 14
organizaciones que monitorean, investigan, promueven, defienden derechos de esa
población vulnerable, como son los infantes y adolescentes venezolanos.
En fin, la Venezuela
solidaria no es esa que se queda en la queja, que se sienta a esperar que
“otro” resuelva. No deja de denunciar y de exigir al Estado que cumpla con sus
obligaciones, pero actúa mientras tanto. Esas acciones solidarias tienen que
hacerse visibles y, de paso, a esas personas y organizaciones solidarias hay
que apoyarlas y defenderlas cuando se les ataca, porque, aunque cueste creerlo,
hay obstáculos para ser solidarios en este país.
20-08-21
https://www.correodelcaroni.com/opinion/la-venezuela-solidaria/
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