Analítica 28 de agosto de 2021
@Analitica
Es
alarmante, y al mismo tiempo angustioso, comprobar que la mayoría de las
personas del país, tanto opositores como neutrales o prochavistas, más que
apostar aseguran que las conversaciones entre el régimen y la oposición en
México son inútiles y no llevarán a nada en beneficio del país.
Se
fijan en detalles que resaltan, desconfían de todo lo que supuestamente se está
hablando, desconfían de cada integrante de cada parte representada allí. Es
impresionante.
No
importa lo que declaren o dejen de informar, no importan sus silencios que no
son tomados como discreción diplomática, sino como secretos culpables o rechazo
a informar. Consideran que la presencia de Holanda es inferior que la de Rusia
por el tamaño y hacen cálculos diversos de fechas electorales o medidas a
tomar por cualquiera de los dos sectores para presionar al otro o ponerle una
trampa.
Esas
personas en realidad apuestan contra el país. No presionan por soluciones, sino
por la profundización de las diferencias. No toman en cuenta que el primer
elemento de los participantes en un diálogo es la paciencia y el segundo la
voluntad de negociar, es decir, de ceder a cambio de lo que se exige, y que lo
esencial es lograr resultados positivos para el país en cuyo nombre ambas
partes conversan.
No hay
que esperar resultados inmediatos, ni siquiera de cara a unas elecciones
regionales cuestionables per se. Hay que esperar resultados que beneficien al
país, y eso no tiene fecha en el calendario pero sí una ruta en el patriotismo.
No se dialoga y negocia a favor de una facción ,sino de todo un país.
Y que
ninguna de las dos partes puede, a estas alturas, desembarazarse del
compromiso. Abandonar la mesa es ser irresponsable y perdedor. Sentarse el
tiempo que sea necesario, que no se mide en días ni meses sino en logros, es
labor de país.
Tomado
de: https://www.analitica.com/el-editorial/un-compromiso-de-todos/
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