Ismael Pérez Vigil 09 de diciembre de 2023
@Ismael_Perez
Concluí
la semana pasada tres capítulos, que pueden ver en mi blog personal: https://ismaelperezvigil.wordpress.com/,
en los que resumí el Informe Final de la Primaria. Ahora, cerrando lo que será
un año para el recuerdo de los venezolanos, no podía dejar de decir algunas de
mis conclusiones personales, que extraigo de este intenso proceso, que me tocó
vivir junto con mis compañeros de la Comisión Nacional de Primaria (CNdP) y con
todos los venezolanos.
Lecciones
del proceso.
Aparte de lo muy obvio, que una vez más se demostró la integración virtuosa entre sociedad civil y partidos políticos, sin pretender exacerbar expectativas, son solo unas pocas conclusiones; estoy seguro que hay muchas más, pero resumo las que, para mí, son las más significativas:
1) El
entusiasmo y la participación popular en el proceso de Primaria, que vimos en
los centros de votación el 22 de octubre, por más que algunos escépticos y
críticos lo pretendan desconocer.
2) El
proceso de actualización de los votantes inscritos en el RE y que hoy viven en
el Exterior, que demostró que es posible hacerlo, con suficientes garantías y
seguridad; una experiencia concreta para orientar nuestra actividad política
para que las autoridades electorales acepten que es posible que los venezolanos
de la llamada diáspora pueden ejercer su derecho político de votar en elecciones
presidenciales.
3) Se
mostró una vez más a la comunidad interna e internacional el delicado contexto
político en el cual nos desenvolvemos los venezolanos; miembros de la CNdP y de
las Juntas Regionales fuimos víctimas de intentos soterrados −o muy directos a
veces−, de impedir nuestra labor y desde diversos frentes, algunos
supuestamente cercanos al proceso, que sin embargo no lograron impedir que
desarrolláramos nuestra tarea.
4) Se
hizo evidente y así se debe reconocer que, a pesar del escepticismo inicial de
algunos, y la mala fe de otros, es posible realizar exitosamente una elección
autogestionada, desarrollada enteramente por factores de la sociedad civil y de
los partidos políticos, sin apoyo del Estado ni la presencia de la Fuerza
Armada.
5)
Quedó demostrado, más allá de cualquier duda razonable, que cuando se ofrece al
pueblo una alternativa organizativa y política, seria y viable, hay una
población ganada para un cambio político del país, en unidad, y por la vía
institucional y democrática.
6) En
concordancia con el punto anterior, el liderazgo tradicional y emergente, debe
actuar en consonancia con el mensaje del electorado que se manifestó el 22 de
octubre, reactivando su vocación electoral. Este impulso debe traducirse en
acciones políticas concretas, con vistas a los procesos electorales de 2024 y
2025.
7)
Quedó una vez más demostrada la importancia y efectividad de la acción conjunta
y colaboración entre las oenegés de la sociedad civil y la militancia de los
partidos políticos, expresada en la acción desinteresada y eficiente de los
cuadros y bases de ambos tipos de organizaciones, que permitió que se
expresaran más de dos millones y medio de venezolanos y que la unidad no es una
mera consigna, sino un factor de eficacia política.
8) Es
importante insistir en que no nos descuidemos en apoyar y proteger la
integridad de quienes contribuyen al éxito de las iniciativas democráticas, que
no están exentos de amenazas.
Situación
critica de partida.
No se
me escapa la situación de profunda fractura interna de la cual partíamos en
noviembre de 2022, en la esfera política y de los partidos, que se manifestó
amargamente en las discusiones sobre el desarrollo y fin del Gobierno Interino.
Tampoco el daño que se hizo en el ánimo político de la población después de
años y varios procesos electorales llamando a la abstención, de la que apenas
nos pudimos recuperar en las elecciones regionales de 2021 −y sobre todo en la
elección del gobernador de Barinas en enero de 2022−. Pero no es momento de
ventilar, explicar, justificar o criticar los muchos sinsabores y las agudas
pugnas políticas internas en la oposición democrática. De eso ya tuvimos
bastante y sin duda tendremos que retomar esa discusión, espero que asimilando
la lección de unidad y eficacia política que nos dio el proceso de Primaria. Yo
quiero ocuparme, después de celebrar lo logrado el 22 de Octubre (22-O), de
levantar la vista hacia 2024 y exponer −muy sucintamente− tres tareas políticas
importantes que ocuparan nuestra atención el próximo año.
La
Gran Alianza Nacional.
La
primera tarea, obviamente, le corresponde a la candidata ganadora, Maria Corina
Machado (MCM), y su equipo: Definir el camino de unión, entusiasmo y esperanza
para mostrarle al pueblo venezolano que la opción democrática de la oposición
sí tiene una propuesta viable. El país, como un todo y el que se expresó en las
urnas el 22-O, seguramente, está a la expectativa de una propuesta que vaya más
allá de las soluciones económicas −que son indispensable para resolver las
necesidades físicas de los venezolanos−; pero, más importante, se requieren
propuestas para levantar el ánimo y la fe en que es posible un país distinto al
actual.
El
país está a la espera de cómo se conformará esa Gran Alianza Nacional, cuyos
elementos MCM dibujó hace pocos días, que resumo y cito libremente: Alianza
sostenida en el consenso, de todos los venezolanos, incluidos los que alguna
vez creyeron en el chavismo, con “una visión compartida de país”; sostenida en
la ética del trabajo, la solidaridad y el servicio público; con un Estado al
servicio del ciudadano, ocupado en sus tareas fundamentales: orden, paz,
soberanía, seguridad, aplicación de la ley y servicios básicos; alianza para
afrontar la elección presidencial de 2024 con “…un gran aparato de integridad
electoral, una alianza nacional… (con)…una legión de más de 600 mil personas,
debidamente formadas, comprometidas y coordinadas en una robusta estructura
nacional”
Se
cierra un ciclo político y partidista.
Para
la segunda tarea política a emprender de inmediato, lo ocurrido el 22-O debe
haber mostrado a la dirigencia política del país, dentro y fuera de la
Plataforma Democrática, tres importantes lecciones: una, que es posible
conjugar sociedad civil y militancia partidista en mantener la UNIDAD y
trascender los objetivos inmediatos de cualquier dirección partidista; y más
vale que aprendamos esa lección, porque quien no lo haga será barrido del
panorama político del país. Dos, que el proceso de Primaria mostró a partidos y
oenegés que ciertamente la Unidad, los objetivos nacionales y el deseo de
cambio trascienden las aspiraciones particulares y que en los efímeros
liderazgos partidistas, hay dudas de que hayan logrado levantar tan siquiera el
animo de sus propias militancias. Tres, que llegó la hora de una revisión y
renovación interna del liderazgo de los partidos y oenegés dedicadas a la
política y que quienes no acepten eso y no se adapten a los cambios que
necesariamente vendrán, difícilmente tendrá una nueva oportunidad.
El
Registro Electoral es mi Derecho.
Mientras
se desarrollan las dos tareas anteriores, con vistas a las elecciones
presidenciales y las de AN, regionales y locales de 2025, hay una actividad en
la que se puede actuar de manera inmediata y en la que podemos participar
exitosamente, dando un gran aporte, las oenegés de la sociedad civil: impulsar
la actualización del Registro Electoral (RE). Se calcula que hay más de cuatro
(4) millones de venezolanos en el Exterior, probablemente inscritos en el RE,
que tienen derecho a votar y no lo pueden hacer, a menos que se abra el RE y
puedan actualizar su dirección; además, se estima que hay en Venezuela más de
tres (3) millones de jóvenes, mayores de 18 años, que tampoco han podido
registrarse; aparte de mas de un (1) millón de personas que se han desplazado
internamente en Venezuela desde el lugar en donde viven y votan, a otras
ciudades y que tampoco han podido actualizar su RE. La lucha por la
apertura de los centros de RE, en Venezuela y el Exterior, es una actividad
política, importante e impostergable.
Desde
hace varios años, diferentes grupos de la sociedad civil, se han dedicado a
promover esta actividad, en Venezuela y en el Exterior. En concreto, para
promover y desarrollar iniciativas en defensa y promoción del derecho al voto,
un grupo de diez (10) oenegés (Propuestas Unitarias, con esta finalidad.
Estas organizaciones son: Aragua en Red, Ciudadanía Activa, Compromiso
Ciudadano, Fundación Espacio Abierto, Gente del Petróleo, Grupo La Colina, La
Tertulia de los Martes, Manifiesta, Médicos Unidos de Venezuela y Red Org.
Vecinales de Baruta). Todas son bien conocidas, con larga trayectoria en
materia política y actividad cívica y ciudadana y que se han organizado en una
plataforma común, para desarrollar esta actividad. Además, recientemente, con
la consigna: RE es mi DERECHO, dedicada a estimular una campaña que
favorezca, en el país y en el Exterior, la inscripción y actualización de
venezolanos en el RE del CNE; a esas diez (10) organizaciones iniciales se han
sumado cuatro (4) más: Foro Permanente de Juventudes, Movimiento
Ciudadano Venezolanos en el Mundo, Venezolanos Siempre y Voto Joven. Esta
campaña se debe desarrollar mucho más intensamente desde ahora y durante todo
el 2024, en Venezuela y el Exterior, con vistas a ampliar el numero de votantes
para la elección presidencial del 2024 y la elección de 2025 que ya están “a la
vuelta de la esquina”.
Para
esta tarea en el Exterior, la Primaria dejó una metodología y una estructura.
La metodología: que se demostró que es posible actualizar telemáticamente o por
Internet, el RE de manera segura, confiable y auditable; sobre todo, si además
se cuenta con el presupuesto y los recursos del Estado. La estructura que dejó
es enteramente aprovechable por la oposición democrática, consiste en mas de
2000 voluntarios, organizados a través de Comités Locales, en treinta y un (31)
países y mas de ochenta (80) ciudades que pueden movilizarse para: uno, hacer
visible la violación de derechos políticos en Venezuela, que se impide el RE y
la participación electoral masiva, de los venezolanos mayores de 18 años; dos,
organizarse para movilizar a los venezolanos en el Exterior con vistas a su
participación electoral en 2024; y tres, presionar a los consulados que
existen, mientras no se organice una mejor alternativa, para que presten el
servicio de inscripción en el RE.
Conclusión.
Desde
luego que todo lo anterior no es mas que un esquema de las tareas que será
necesario llevar adelante en 2024 y que serán los temas que, en principio,
ocuparán nuestra atención en los próximos meses.
Y con
esta entrega, finalizo mi tarea de “escribidor” por este año; deseando a todos
unas felices navidades y un más que venturoso 2024, que será de triunfo para la
democracia. Reanudaré mi actividad el 13 de enero.
Ismael
Pérez Vigil
@Ismael_Perez
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