MARÍA DENISSE FANIANOS DE CAPRILES miércoles 2 de julio
de 2014
mariadenissecapriles@gmail.com
@VzlaEntrelineas
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Hace como un mes uno de mis hijos se
metió en mi cama en la noche y con cara de preocupación me preguntó: "Mami
¿Y si esto dura para siempre?"
Sinceramente esa pregunta nunca me la había hecho porque yo tengo una esperanza muy grande en el pueblo venezolano y sé que en algún momento de nuestra historia esto tomará otro rumbo.
Pero yo tenía que contestarle a mi hijo y lo que le dije fue lo siguiente:
"Yo sinceramente pienso que esto no durará para siempre. Y no será así porque el venezolano no tiene mentalidad de esclavo. Acuérdate que somos uno de los pocos países del mundo donde todo el que quiere ir a una universidad puede hacerlo. Eso, hijo mío, es sumamente importante porque una persona con estudio, con preparación, con ansias de que sus hijos y nietos puedan superarse también, no se van a calar esta corrupción tan descarada que está destruyendo el país donde viven"
"Mientras tanto, hijo mío, lo que nos queda es seguir rezando y luchando con todas nuestras fuerzas, cada quien haciendo lo que le toca hacer y dando lo mejor de sí para lograr un mejor futuro. Tú, al igual que muchos de tus compañeros, tienen una responsabilidad muy grande con su formación humana y académica. A ti te consta cómo los jóvenes en este país se están formando con todos los hierros para ser el relevo generacional que necesita nuestra nación, porque la verdad verdadera es que ni la generación de la cuarta hizo todo lo que debía haber hecho y la de esta quinta se corrompió demasiado y destrozó el país. Necesitamos una generación que enrumbe a la nación a un verdadero desarrollo donde todos podamos vivir dignamente"
"Lo que ustedes han aprendido, en estos años tan duros, los ha hecho sufrir y los preocupa tanto como a nosotros, pero también los ha hecho más fuertes para poder seguir resistiendo en esta lucha titánica del bien contra el mal"
"El secreto, hijo mío, es no perder nunca la esperanza y vivir feliz con lo que nos está tocando vivir en este momento, así sea la injusticia más grande. Porque acuérdate que quien actúa bien, de cara a Dios, así esté encerrado en una celda, tiene una libertad y felicidad interior que nada ni nadie se la puede quitar. Lo que si tienes que entender muy claramente es que en estos momentos aquí no cabe la palabra flaqueza. Tenemos que ser valientes, fuertes y dispuestos a enfrentar lo que sea"
"Tú sigue estudiando y formándote lo mejor que puedas, siembra valores y cosas buenas a tu alrededor, a todo el que se te cruce por delante. Y tú, con tus amigos, pueden lograr maravillas. Ya verás que si vives así el día a día no te paralizará el pensamiento de lo que pueda pasar en el futuro. Y acuérdate siempre de algo: Dios está con nosotros y nunca nos va a abandonar"
Luego de esas palabras que le dije me dio un beso y se fue a acostar. Al día siguiente, como siempre, madrugó con su computadora y libros en la cocina, tomando café y estudiando, para salir a su universidad. Yo nunca he visto a mis hijos estudiar tanto como este año, aún a pesar que perdieron días de clases.
Y es que la vida continúa y sólo Dios sabe lo que va a pasar en nuestra amada Venezuela. Yo estoy convencida que así como se derrumbaron regímenes dictatoriales de la peor calaña, esto también tendrá su fin.
Y estoy convencida ¡convencidísima! que serán nuestros maravillosos jóvenes estudiantes los que sacarán a este país del hueco donde estamos metidos porque la gran mayoría de ellos son de clase baja y clase media, y ellos y sus familiares están atravesando muchísimos problemas.
Esos miles de jóvenes son fuertes como el hierro, porque se han forjado con el dolor y con la injusticia. Ellos han vivido en carne propia lo peor de la miseria humana y no van a permitir que el país que los vio nacer siga por ese camino. Y si hay algo que a estos muchachos les da asco es la corrupción.
Mi esperanza más grande de que saldremos de esto la tengo fundamentada principalmente en Dios, pero también tengo una base objetiva que no me la puede rebatir nadie: Nuestros jóvenes y muchísimos de sus padres, madres, abuelos, maestros, obreros, empresarios, etc. que están en este país echándole pichón a esta tragedia.
Aquí sobra gente buena, gente luchadora, gente fuerte, gente con fe y esperanza. Gente que sabe que esto no durará para siempre. ¿Qué será difícil? Todos lo sabemos. Pero no tenemos miedo porque Dios está con nosotros y si Él está con nosotros ¿a qué vamos a temer?
Que Dios y la Santísima Virgen derramen sus gracias y bendiciones a quienes estamos aquí (y a quienes nos ayudan desde fuera) dando la pelea, con dolor y sufrimiento por tanta injusticia, pero también con mucha esperanza y alegría porque sabemos que estamos haciendo lo que tenemos que hacer.
Llegará el día en que la Verdad, la Justicia y la Paz brillen en nuestra amada Venezuela. Yo sé que veré ese día y lo podré escribir con toda la emoción de mi vida aquí en mi columna de El Universal.
Tomado de: http://www.eluniversal.com/opinion/140702/y-si-esto-dura-para-siempre
Sinceramente esa pregunta nunca me la había hecho porque yo tengo una esperanza muy grande en el pueblo venezolano y sé que en algún momento de nuestra historia esto tomará otro rumbo.
Pero yo tenía que contestarle a mi hijo y lo que le dije fue lo siguiente:
"Yo sinceramente pienso que esto no durará para siempre. Y no será así porque el venezolano no tiene mentalidad de esclavo. Acuérdate que somos uno de los pocos países del mundo donde todo el que quiere ir a una universidad puede hacerlo. Eso, hijo mío, es sumamente importante porque una persona con estudio, con preparación, con ansias de que sus hijos y nietos puedan superarse también, no se van a calar esta corrupción tan descarada que está destruyendo el país donde viven"
"Mientras tanto, hijo mío, lo que nos queda es seguir rezando y luchando con todas nuestras fuerzas, cada quien haciendo lo que le toca hacer y dando lo mejor de sí para lograr un mejor futuro. Tú, al igual que muchos de tus compañeros, tienen una responsabilidad muy grande con su formación humana y académica. A ti te consta cómo los jóvenes en este país se están formando con todos los hierros para ser el relevo generacional que necesita nuestra nación, porque la verdad verdadera es que ni la generación de la cuarta hizo todo lo que debía haber hecho y la de esta quinta se corrompió demasiado y destrozó el país. Necesitamos una generación que enrumbe a la nación a un verdadero desarrollo donde todos podamos vivir dignamente"
"Lo que ustedes han aprendido, en estos años tan duros, los ha hecho sufrir y los preocupa tanto como a nosotros, pero también los ha hecho más fuertes para poder seguir resistiendo en esta lucha titánica del bien contra el mal"
"El secreto, hijo mío, es no perder nunca la esperanza y vivir feliz con lo que nos está tocando vivir en este momento, así sea la injusticia más grande. Porque acuérdate que quien actúa bien, de cara a Dios, así esté encerrado en una celda, tiene una libertad y felicidad interior que nada ni nadie se la puede quitar. Lo que si tienes que entender muy claramente es que en estos momentos aquí no cabe la palabra flaqueza. Tenemos que ser valientes, fuertes y dispuestos a enfrentar lo que sea"
"Tú sigue estudiando y formándote lo mejor que puedas, siembra valores y cosas buenas a tu alrededor, a todo el que se te cruce por delante. Y tú, con tus amigos, pueden lograr maravillas. Ya verás que si vives así el día a día no te paralizará el pensamiento de lo que pueda pasar en el futuro. Y acuérdate siempre de algo: Dios está con nosotros y nunca nos va a abandonar"
Luego de esas palabras que le dije me dio un beso y se fue a acostar. Al día siguiente, como siempre, madrugó con su computadora y libros en la cocina, tomando café y estudiando, para salir a su universidad. Yo nunca he visto a mis hijos estudiar tanto como este año, aún a pesar que perdieron días de clases.
Y es que la vida continúa y sólo Dios sabe lo que va a pasar en nuestra amada Venezuela. Yo estoy convencida que así como se derrumbaron regímenes dictatoriales de la peor calaña, esto también tendrá su fin.
Y estoy convencida ¡convencidísima! que serán nuestros maravillosos jóvenes estudiantes los que sacarán a este país del hueco donde estamos metidos porque la gran mayoría de ellos son de clase baja y clase media, y ellos y sus familiares están atravesando muchísimos problemas.
Esos miles de jóvenes son fuertes como el hierro, porque se han forjado con el dolor y con la injusticia. Ellos han vivido en carne propia lo peor de la miseria humana y no van a permitir que el país que los vio nacer siga por ese camino. Y si hay algo que a estos muchachos les da asco es la corrupción.
Mi esperanza más grande de que saldremos de esto la tengo fundamentada principalmente en Dios, pero también tengo una base objetiva que no me la puede rebatir nadie: Nuestros jóvenes y muchísimos de sus padres, madres, abuelos, maestros, obreros, empresarios, etc. que están en este país echándole pichón a esta tragedia.
Aquí sobra gente buena, gente luchadora, gente fuerte, gente con fe y esperanza. Gente que sabe que esto no durará para siempre. ¿Qué será difícil? Todos lo sabemos. Pero no tenemos miedo porque Dios está con nosotros y si Él está con nosotros ¿a qué vamos a temer?
Que Dios y la Santísima Virgen derramen sus gracias y bendiciones a quienes estamos aquí (y a quienes nos ayudan desde fuera) dando la pelea, con dolor y sufrimiento por tanta injusticia, pero también con mucha esperanza y alegría porque sabemos que estamos haciendo lo que tenemos que hacer.
Llegará el día en que la Verdad, la Justicia y la Paz brillen en nuestra amada Venezuela. Yo sé que veré ese día y lo podré escribir con toda la emoción de mi vida aquí en mi columna de El Universal.
Tomado de: http://www.eluniversal.com/opinion/140702/y-si-esto-dura-para-siempre
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