Por Miguel López Trocelt
carta enviada por el
actual mandamás de Cuba Raúl Castro, al presidente de Rusia Vladimir Putin,
solicitándole un suministro de petróleo, para suplantar los envíos de
Venezuela, desnudó la verdad de la realidad de esta primera industria nacional.
Esto se veía venir, dado que
se vienen acrecentando las dificultades, por las cuales se atraviesa todo el
conglomerado petrolero venezolano, y las consecuencias que acarrearía en un
futuro cercano.
… Y bien cercano, dado que si
el gobierno venezolano, que se desvive por complacer a la isla caribeña en
todos sus antojos desde hace más de 17 años, ahora la dejan desprovista del
“oro negro”, que la ayudó a subsistir en los últimos tres lustros, y que le
permitió retrasar la depresión que se le está viniendo encima, porque su
economía está en fase pre-crítica.
Se dice que esto ya casi se
sabía, porque el mes de julio 2016 los cubanos ensayaron un programa de
ajustes, para enfrentar la falta de liquidez financiera y el desabastecimiento
petrolero, para que afectara lo menos posible a los casi doce millones de
cubanos.
Al conocerse estos anuncios,
se dijo también que venían tiempos duros y por ello se aplicaron medidas de
ahorro energético y contención del gasto de divisas. Esta es la diferencia
entre ambos gobiernos (Cuba – Venezuela), allá se toman medidas, aquí ni
siquiera aparece una cinta métrica.
El problema para Venezuela se
centra en factores que inciden directamente, como lo son: baja en la producción
de más de 225 mil barriles por día, paralización constante de taladros, fallas
energéticas en centros de operaciones, retiros de empresas prestadoras de
servicio esenciales para el funcionamiento, alta deuda con proveedores y
tenedores de bonos de PDVSA, distorsión en el propio trabajo a desarrollar y
poca influencia en las políticas de OPEP
Pero como cada quien saca
ventajas de los desfases, pues los responsables directos de esta debacle, solo
piensan en darse alguna vuelta por los predios de los grandes países
productores, a fin de darle el respectivo saludo a la bandera y deleitarse del
viaje, porque en más de cinco veces, han tratado de subvertir el bajo precio
del crudo y siempre vienen con las manos vacías, y ni siquiera manchadas de
petróleo.
En este mes de septiembre 2016
se abre de nuevo la duda o preocupación para los acreedores de la Nación y de
la matriz petrolera, los cuales deben desembolsar casi 4 mil 200 millones de
dólares, que no se saben donde están guardados o como los pagarán, porque esto
es un secreto bien guardado, quizás a costilla de no importar más alimentos,
medicinas, repuestos…
Esta triste realidad demuestra
una vez más, que la alternativa de enmendar, reformular o cambiar las políticas
nefastas no va con esta gestión administrativa que se está hundiendo en el
propio foso petrolero.
07-09-16
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