Por Saúl Jiménez Beiza
“No pueden haber placeres”, así
dice estrofa de una poesía llanera y se refiere a una familia que la mujer no
le cocina a su esposo y este se queja en una forma muy dicharachera y que hoy
lo utilizo para referirme a lo oído en las conversaciones que tuve con algunos
pobladores del pueblo de Bariquí, municipio del estado Falcón. Bariquí tiene
una población de aproximadamente 400 familias y en tiempos atrás el 90% era
militante acérrimo del chavismo y en esta visita pregunto y me señalan que el
gobierno nacional a hecho cosas buenas pero que el hambre los está matando, que
parecen unos muertos andantes de lo flaco que están.
Ellos señalan que ahora no
consiguen comida como antes pero que además la que consiguen es con unos
precios exorbitantes, Pedro dice: “Llevo tres mochilas de billetes de 20 para
ir al mercado y cuando compro me devuelven dos bolsitas de 4 kg, eso es lo que
vale mi dinero”.
En el municipio hay una
fábrica de cemento, Cemento Caribe que nacionalizó Carlos Andrés Pérez en su
época y las bolsas para embasar el cemento se lo fabricaban en Morón en
Venepal, luego este gobierno la expropió, ahora las 2 fábricas son
administradas por el gobierno nacional, producen cemento pero no tienen las
bolsas de papel para empacarlos, el cemento está regulado a dos mil bolívares,
pero cuando se logra conseguir se debe pagar 12 y 15 Bs por una paca y ¿quién
construye con esos precios? por lo tanto los albañiles del municipio están
parados, es una tristeza para ellos ver como producen el cemento en sus narices
y los sacan en camiones a granel para otros Estados y ellos se quedan mirando
lejos, pero igual pasa con la pesca llegan las cavas a cargar y salen para el
centro del país y para comerse un pescado deben pagarlo bien caro.
También en el municipio hay
criadores de ganado con capacidad para la producción lechera y cárnica y
antiguamente se abastecía de dichos productos, hoy en día las fincas están en
emergencia porque no consiguen los insumos y medicinas necesarios para su
producción que anteriormente lo adquirían por la vía de AGROISLEÑA, ahora
la empresa AGROPATRIA es del gobierno se quedaron sin sus insumos.
En la zona funcionaban 2
camaroneras que empleaban alrededor de 300 personas c/u una de esas camaroneras
en sus 32 piscinas producía alrededor de 1400 toneladas para la exportación, hace
8 años el gobierno decidió expropiarlas y entregársela a los trabajadores con
una administración centralizada, resultados incrementaron los puestos de
trabajo a 700 personas, bajaron la producción hasta su mínimo expresión cuando
se acabaron los camarones y larvas que estaban en producción, los
administradores se robaron plantas, bombas y todo lo que consiguieron a su
paso. Como vemos este es un municipio que pudiera ser ejemplo de desarrollo
sustentable, generando riqueza y estabilidad para sus habitantes, donde tienen
todos los recursos necesarios para una alimentación sana, lamentablemente
carece de lo más importante, un estado promotor que propicie el emprendimiento,
que respete la propiedad privada y genere seguridad jurídica y policial donde
se puede minimizar el delito y propiciar la educación en función de sus propias
necesidades.
Para la población,
mayoritariamente chavista, la situación de su municipio y del país es una
incertidumbre porque ellos en el 98 decidieron apoyar a Chávez por el ofrecimiento
de redención social, la plena seguridad y las probabilidades de su desarrollo,
ahora cuando andan con su hambre a cuesta ellos dicen que tampoco oyen del otro
lado ninguna propuesta que les permita visualizar un futuro promisorio, de
desarrollo, que les permita salir de esta crisis social, económica y política y
de allí que no se atreven a dar el paso de desprenderse del chavismo por
aquello de “más vale malo conocido que bueno por conocer”.
12-05-17
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