Por Luisa Pernalete
En estos momentos en Venezuela
más que mirar las palabras hay que mirar “las obras”, porque las palabras están
devaluadas, a la par que el bolívar, o porque hay una especie de disociación, a
veces lo que se dice no tiene nada que ver con lo que se hace, o lo que se ve.
Aquí algunos ejemplos:
“Venezuela potencia gasífera”,
pero yo conozco a la señora Doris, de San Félix, que lleva tiempo cocinando con
leña porque… gas no hay, y conozco mucha gente que ha comprado hornillas
eléctricas para enfrentar la escasez de gas doméstico. “Potencia” sin poder
entonces.
“En Venezuela no hay hambre”,
¿Recuerdan quién dijo esto en agosto? Además, hay avisos en las autopistas:
Venezuela: “Soberanía alimentaria”, pero en la vida real, tenemos los datos,
como los que Cáritas está desgranando mes a mes. Menciono algunos: los
registros del último semestre del 2016, los niveles de desnutrición aguda en
niños menores de 5 años están en 9 %, pero en estados como Vargas y Zulia,
están en 15 % y 12 % respectivamente. Pero, además, cada quien tiene su página
de dramas: la dieta obligada que tiene a todos rebajando, las madres dejando de
comer para que coman los hijos, las inasistencias a la escuela por no tener
nada para comer, los jóvenes comiendo de la basura en la calle…
Hay un Viceministerio de la
Suprema Felicidad, que debe tener mucho trabajo, porque ¿Usted conoce
venezolanos supremamente felices? Los niños no pueden soñar con caramelos
porque no se pueden comprar, las madres no celebran cumpleaños a sus hijos
porque no pueden hacerle una tortica, en los aeropuertos se repiten ales
escenas de padres despidiendo a sus hijos que buscan horizontes que aquí no encuentran,
no hablemos de los familiares de las víctimas de violencia política y
delincuencial… en fin, ese viceministerio no se ve qué hace, aunque se llame de
la “Suprema felicidad”.
Con la OLHP se pacificará el
país, la OLHP es tal vez uno de los mejores grandes ejemplos de distancia, por
decirlo de manera fina, entre lo que se dice y lo que se hace. Las operaciones
de la OLP ahora con H de humanitaria sólo dejan una esquela de violaciones al
debido proceso, de muertes, de terror entre las personas que viven en esas
comunidades. No pacifican nada.
Se creó una Comisión
Presidencial para el Desarme, pero según datos de Ministerio Público el 86, 6 %
de las muertes violentas en el país fueron por armas de fuego, ¿quién se
desarmó? ¿Y no se acuerdan cuando NM dijo que daba 72 horas a las grandes
bandas que entregaran las armas, ¿se entregó alguna? Disculpen, les debo la
cita, pero la frase y a la expresión feroz no la olvido.
¿Que tal el derecho a la
información oportuna y veraz y nos obligan a un promedio de 4 cadenas diarias
que le quitan a usted el derecho a escuchar lo que quiera? ¿Y cómo podemos
ejercer ese derecho cuando nos quitan canales de las cableras – a media noche a
demás – porque al gobierno no le gustan esos canales? ¿Derecho a la información
y van 49 emisoras cerradas en lo que va del año? ¿y los periódicos que ya no
tienen ediciones en papel porque papel sólo hay para unos?
“Fue una victoria contundente,
votaron 8 millones” el 30J, pero Juliana, Juan Gregorio y muchos otros,
dicen que ellos no vieron a nadie o casi nadie haciendo cola en sus
comunidades.
“¡Queremos diálogo…. Así sea a
la fuerza!” ¿Qué tal? “Es como una violación”, me dijo la señora del
puesto de la esquina. “Señora: Eso es como decir ¡Quiero sexo a la fuerza!, ¿Le
parece que esa es forma de invitar a un diálogo?”. Tiene razón.
“La Asamblea Nacional
Constituyente quiere la reconciliación, la paz”. Pero decreta que: quien
proteste va preso, que para ser candidatos se requiere un certificado de Buena
Conducta de la ANC – suena a Edad Media – sin más comentarios.
“El informe de derechos
humanos de la ONU es una patraña más” dijo un funcionario a raíz de la
publicación el 31 de agosto de la situación de DDHH en Venezuela, pero los
detenidos siguen en “tumbas”, mandan a estudiantes al Penal del El Dorado,
incomunican a detenidos, los testimonio s de torturas no son cuento. ¿Dónde
está la patraña?
En fin, diga usted si en
Venezuela podemos seguir a la vida de, los acontecimientos a través de los
discursos o miramos más allá y nos fijamos en las obras.
09-09-17
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