Carlos Casanova Leal 10 de octubre de 2020
@CarlosCasanovaL
De
esta forma no existe seguridad jurídica, en primer lugar, en razón de que la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en un largo proceso de
interpretaciones de artículos de la Constitución, terminó fue reescribiéndola
y, por otro lado, los poderes otorgados en las leyes habilitantes y en los
decretos de emergencia económica eliminaron los derechos económicos de los
ciudadanos, modificando igualmente el sistema económico y financiero del país.
Debemos considerar igualmente el hecho de la desaplicación de artículos de la
Constitución y ahora la llamada ley antibloqueo, que le permite derogar el
contenido constitucional a su discreción, cuando él lo quiera. En definitiva,
Venezuela ya no tiene Constitución.
Esta ley, llamada antibloqueo, no constituye un cambio
en el modelo económico, de apertura, por el hecho de permitir la privatización,
cosa que ya se ha hecho con China y las empresas mixtas, constituyendo por
cierto un fracaso.
Ahora se trata es de la posibilidad de vender activos
de la nación, fuera y dentro del país, cambiar la titularidad de las empresas
del Estado por manos privadas. Si atendemos a la experiencia enseñada por la
propia revolución, pues sabremos ya que los nuevos candidatos a comprar activos
de Venezuela en el exterior son los ricos chavimaduristas, que serán ahora más
ricos, comprando activos baratos con el dinero de la corrupción.
Si se llevaron buena parte de la riqueza del país los
contratistas y empresas de maletín, los entornos que viven en el exterior, con
esta nueva ley acabarán con lo poco que está quedando, hasta arrasar todo. Así,
las transferencias de dinero de la nación a manos de enchufados, antes y ahora,
los bienes pasarán a ser propiedad de los mismos entornos chavistas.
Fedecámaras cae en el espejismo de la ley, solo por el
anuncio de tal posibilidad de privatización internacional y nacional, pero ello
no indica que exista cambio de modelo, si antes no restituyen los derechos
económicos ciudadanos confiscados y el sistema económico y financiero
desaparecido, junto a la propiedad privada, de la que no se menciona nada.
El Gobierno, si quisiera enderezar la trastada
económica y financiera que ha hecho, puede revertir sus propias decisiones sin
necesidad de esta ley.
"
La privatización la ganarán los que señale el
Gobierno, y eso se cocinará con socios y testaferros, como ya ha sucedido.
Por otro lado, está el apartado del secreto, la
confidencialidad y la ausencia de control sobre esa gestión económica; por
tanto, Maduro se abstrae de la responsabilidad de presentar cuentas, les
establece a los funcionarios la penalidad de que no pueden hablar de lo que se
hace, por tanto estamos hablando de que lo que ingrese por privatización (venta
de activos a los chavistas) no se sabrá del destino, ni cuánto ingresa.
En los foros internacionales sobre la corrupción en
Venezuela está suficientemente claro que la corrupción es tan grande que este
sistema de justicia no es suficiente para procesar la cantidad de corrupción
cometida, se requiere de convenios internacionales para buscar y perseguir los
dineros triangulados, inversiones y depósitos en terceros y cuartos, se
requiere jurisdicción internacional para capturar, perseguir, congelar bienes y
activos.
Los corruptos saben que, desmantelado el Estado y sus
instituciones, es muy difícil hacer seguimiento de lo robado, si esto es lo
sucedido hasta ahora, que las cosas son medio públicas y medio se pueden
conocer, no puedo creer que sin control y actuando bajo secreto de
confidencialidad, se corregirán, pues creo que será peor, con esta ley
terminarán de apropiarse de los bienes del Estado y de sus empresas y no
quedará huella de quién y cómo lo hicieron.
Con esta ley, los ricos del chavismo serán más ricos y
los venezolanos seremos más pobres.
Dios nos bendice.
Carlos
Casanova Leal
@CarlosCasanovaL
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