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lunes, 18 de abril de 2016

Un vago es un mal ejemplo como Presidente, @RubenContreras_



Por Ruben Contreras, 17/04/2016

Este año2016 está resultando tal como lo pronosticaron estudiosos del acontecer sociopolítico y económico de Venezuela. Muy duro, inclemente, por las políticas restriccionistas  propuestas por este gobierno comunista, que solo han generado escasez e inflación a su máxima expresión, dado la caída abrupta de los niveles de producción en todos los órdenes en nuestro país.

Quienes hemos tenido la oportunidad de viajar a algunas partes del país, y dialogar con familiares y amigos, ubicados en otras entidades regionales,  acerca de la situación actual y de la necesidad de algún fármaco, para mantener el nivel de  salud recomendado por nuestros médicos de cabecera, escuchamos las mismas quejas que oímos en nuestro entorno más cercano.

Ver el estado actual de los fértiles Valles de Aragua, observar cómo se destruyeron los cientos de tablones de caña de azúcar en Yaracuy, el Valle del Turbio, el estado de las empresas básicas de Guayana, que fue el famoso Dorado del cual se hablaba en los libros de historia, y que fue construido por la 4ta. República. Si ese complejo industrial es el dorado que buscaban los españoles cuando llegaron a Venezuela y fue en la 2da mitad del siglo XX que se construyó para que Venezuela desarrollase su potencial hidroeléctrico y minero y tuviese una de las mayores plantas industriales de toda América. Igualmente el escocido ecológico perpetrado por la construcción de Ciudad Caribia y el realizado por un gobernador militar oscuro y obtuso en el estado Vargas que destruyo las cuencas de los ríos Naiguata y Cerro Grande, nos demuestran que gobernar es algo serio y los militares, los  choferes y cualquier bicho de unas, no sirven para ser presidente.

En América Latina, hemos conocido de innumerables casos de presidentes progresistas como José Antonio Páez y Carlos Soublette en Venezuela, Sarmiento en Argentina, Portales en Chile, que logro consensuar una Constitución que ha sido la más longeva de América del Sur, entre otros. Fueron constructores. Luego Ibáñez, Alessandri y Frei en Chile Alberto Lleras Camargo y ÁlvaroGómez en Colombia, Betancourt, Leoni y Caldera en Venezuela, LázaroCárdenas en México, Paz Estensoro en Bolivia, Belaunde Terry en Perú Joao Goulart en Brasil, entre otros, pero pareciese que más se han destacado los destructores como Getulio Vargas, Somoza en Nicaragua, Chapita Trujillo en Santo Domingo, Batista y Fidel en Cuba, Perón, Galtieri y Videla en Argentina y ahora en Venezuela un felon de Sabaneta que tuvo por nombre Hugo Chávez y su sucesor, el chofer de Metrobus, Nicolás Maduro.
Lo acontecido en Venezuela es de marca mayor, debido a que buena parte de la población pensaba que era muy difícil superar a destructores como José Tadeo Monagas, Joaquin Crespo y Cipriano Castro, pero Chávez y Maduro, se colocaron el ranking de los nefastos, ubicándose al lado de destructores como Mussolini, Stalin, Mao, Fidel, Mugabe  y los perversos dictadores de Corea del Norte.

Cuando tratamos de lucubrar acerca de lo acontecido en Venezuela y de la cornucopia de dinero que ha ingresada a nuestra nación a partir de 1999, cifras que de acuerdo a algunos estudiosos de la economía han  sextuplicado los ingresos recibidos entre 1959 y 1999,  sentimos vergüenza ajena por la dilapidación o robo a mansalva que han cometido impúdicamente estos militares y sus amigos, en la administración de la república, y no entendemos  o internalizamos como se puede ser tan perverso en la gerencia de la res publica.

Esa actuación nefasta realizada en Venezuela por quienes han comandado esta  peste militar, no es la de un estadista, de un administrador, de un gerente, de alguien que tiene como norte el realizar una labor para administrar con eficiencia y eficacia una nación. No lo demostrado hasta ahora es que una camarilla de ladrones y delincuentes, alimentaron el ego y la megalomanía de un militar carismático, el cual tenía facilidad de palabra para generar un discurso lleno de resentimientos por la frustración de sus inequidades y actuó como un encantador de serpientes que cautivo a un pueblo con cantos de sirena.

Estos 17 años, han permitido comprobar que los delincuentes que se apersonaron desde Miraflores, no tenían un programa de gobierno, un plan de trabajo, una hoja de ruta, solo tenían la ambición de la perpetuidad del poder y el deseo incontrolable de robar los dineros de la nación, porque han sumido a Venezuela, un país con inconmesurables recursos,  en la crisis más intensa que ha sufrido pueblo alguno latinoamericanoy del mundo, al extremo que desde las más diversas universidades del mundo y centros financieros y de desarrollo, están estudiando como materia, como se puede destruir un país con tantas riquezas.

La destrucción se observa cuando un presidente aplica y reiteracomo política de estado  la estimulación de la vagancia, lo cual contradice el famoso decreto de emergencia económica propuesto para sacar a  Venezuela de la crisis en que la metieron estos militares ladrones liderizados por Hugo Chávez.  Hasta ahora, son 32 las estrategias anunciadas por el inmaduro a partir de enero de 2016 y que para salir de la crisis y el resultado inicial es que tiene 15 motores fundidos pasando aceite. Si el país está en emergencia y con crisis, debiéramos recordar a Albert Einstein, quien nos decía que de la crisis nace la inventiva,  ya que la creatividad nace de la angustia como de la  noche oscura nace el día y quien supera la cris se supera asi mismo.

En cambio el reposero del metro de Caracas, habla de emergencia económica y estimula el ocio y vagancia, decretando días libres para aparentar ante el pueblo un hipotético ahorro energético de electricidad que permita la superación de la crisis. Craso error, ya que solamente trabajando y produciendo en mayor escala es que se pueden generar bienes y servicios, a objeto que la población pueda disponer de ellos, en la medida de sus posibilidades.


La situación actual en Venezuela nos indica, que alguien sin estudios, ni sentido del trabajo y responsabilidad no puede dirigir una nación, debido a que un vago de oficio no cuenta con los elementos básicos que le permitan orientar una acción de gobierno, por tal razón lo mejor que se puede hacer es sacarlo del poder. Con más razón hay que utilizar las vías institucionales para aplicar una constituyente, enmienda o hasta el revocatorio, pero hay que salir de esta pesadilla. Hay que sacar a  Maduro.

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