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miércoles, 11 de mayo de 2016

¿Qué hacer? Por @LeonardRegnault


Por Leonardo Regnault


Las descabelladas situaciones por la que atravesamos los venezolanos, nos hace que muchas de las veces no sepamos por donde iniciar un artículo de opinión. Inseguridad, que se esparce como peste por todo el territorio nacional. Alto costo de la vida, que nos hace reducir las porciones que los adultos ingerimos, para poder alimentar a nuestros chamos. Escasez, que nos impide encontrar lo que queremos y nos hace adquirir lo que se encuentre en ese momento, para luego intentar trocarlo. Racionamiento eléctrico, producto más de la negligencia y la corrupción, que de los fenómenos naturales, que deja sin energía a grandes sectores de la población por muchísimas horas.


Si revisamos la prensa de cualquier país del mundo, podemos constatar que el nuestro padece cualquiera de los problemas que ellos tienen, de manera tan, o más, acentuada que la sufrida en aquel territorio. En materia de inseguridad, lamentablemente nos corresponde sitial de deshonor, por encima de los países más violentos. La crisis institucional brasileña, es superada ampliamente por la nuestra. La inflación venezolana, supera la de Sudán, Irán o Ghana. Con este panorama desolador y por mucho desesperanzador, la pregunta es ¿qué hacer? E indudablemente la respuesta tiene que ser, involucrarnos para tratar con nuestro esfuerzo, aunque muchas veces pareciera que no mejoremos, de torcer el brazo a la situación y convertirla en la posibilidad de un mejor futuro. Transformemos la terca realidad, sin creernos predestinados para nada, con trabajo constante en la dirección de los valores de solidaridad, cooperación y por sobre todas las cosas el interés más hacia lo colectivo que a lo individual; sin olvidar la importancia de lo individual.

Ahora, eso pareciera de ilusos soñadores. Pero creo, aunque trato de tener los pies puestos en la tierra, que al mundo le hace falta muchos soñadores de lo imposible, recordando aquella frase del icónico revolucionario “Seamos realista, pidamos lo imposible”. Ese realismo es el que debe movernos, el realismo que nos invita a luchar contra las situaciones que nos parezcan inevitables, contra las situaciones que hacen que los débiles de ánimo abandonen sin iniciar la lucha.

Debemos recordar que Venezuela es una nación, que se forjó en situaciones límites y que supo sobreponerse a las adversidades. Así somos nosotros, y debemos honrar esa historia de lucha y sacrificio por la que ya hemos atravesado. El llamado para que juntos cambiemos esta situación, no es más que apelar a nuestros recursos históricos como sociedad. Sin complejo debemos decir que soñamos con un futuro prometedor y que esta pesadilla por la que estamos atravesando, sea historia para contarle a nuestros hijos y nietos, sobre los obstáculos que tuvimos que sortear para alcanzar la prosperidad, que ellos tanto apreciarán. Por eso la respuesta a la pregunta que sirve de título a este artículo, es no descansar, ni dejarnos amilanar por la adversa situación que nos agobia y como dijo Simón en Pativilca “Triunfar”. Existe el talento y la valentía para alcanzarlo. Debemos juntar todo ese recurso para poder adueñarnos del porvenir y no dejar que se nos escape nunca más.

leonardoregnault@gmail.com

10-05-16




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