Miguel Méndez Rodulfo 12 de noviembre de 2019
La
presentación en la Unimet del Plan País Infraestructura, el 27 de agosto, fue
una proposición a la Nación, pública, notoria y comunicacional, luego los
comentarios, críticas y observaciones que se le formularan debían tener el
mismo carácter. De manera que no entiendo cómo es que se pretende que los
reparos deban hacerse en privado, ni mucho menos que si se hacen públicos se
tomen como una deslealtad, como un juego a favor del gobierno y casi como una
traición a la Patria. No me dejo manejar por estas argumentaciones carentes de
fundamento y por el contrario, creo que se le hace un flaco servicio a la
democracia, cuando se observan los errores y se calla por una mal entendida
solidaridad.
¿Realmente
Plan País Infraestructura esperaba que su propuesta a la Nación no tuviera
observaciones? ¿Qué se tomara por perfecta a tal punto que fuera aceptada por
todos sin crítica alguna? La verdad es que todo es perfectible o mejorable. Por
eso avanza el mundo. La democracia es gobierno y oposición; éste propone y
aquella critica. Son sus roles. De manera que todo tiene diferentes aristas y
será criticado siempre, lo cual es sano por lo demás. Es sabido que cualquier
acción que uno tome tiene ventajas y desventajas. Ambas cosas. De lo que se
trata es que, para una situación específica y para un momento determinado, esa
ejecutoria tenga más beneficios que perjuicios. En eso consiste la
gobernabilidad exitosa.
Si
como me sugieren algunos estimados amigos, que Plan País sí considera muchas
cosas que creo que obvió, pues entonces hay un problema con la presentación que
se hizo en la Unimet, ya que en ella están presentes las falencias que señalo.
Ahora, se supone que una presentación debe recoger la filosofía, la visión, el
proceso general y la esencia del contenido de un documento sobre el cual se
trabajó durante 8 meses. Si eso no fue así, entonces se trasmitió un mensaje
equívoco.
Plan
País ha debido ser más inclusivo; haber invitado a formar parte del equipo de
dirección a otros profesionales además de arquitectos, urbanistas y
constructores. Hubiese sido muy conveniente incorporar a planificadores del
territorio y urbanísticos, políticos, expertos en Políticas Públicas,
geógrafos, sociólogos, demógrafos, estadísticos, ambientalistas, gerentes
públicos, especialistas en servicios públicos, abogados municipalistas y
expertos en derecho administrativo, comunicadores, etc; es decir, haber
integrado grupos multidisciplinarios con una estrategia transdiciplinaria,
porque la ciudad y el territorio ameritan ese tratamiento.
Por
otra parte, se ha debido conformar un grupo consultivo, de validación, o como
quiera llamarse, integrado por personas de fuera de Plan País Infraestructura,
de manera que a este equipo se le sometieran a consideración, al principio, la
visión, el abordaje del trabajo, la organización del mismo, así como durante su
realización se le consultara sobre los documentos que se fueran produciendo.
También se podía utilizar como árbitro en casos difíciles para alcanzar
consenso, etc. Algo que debió estar disponible al público en una página web,
fue la presentación y los documentos; pero esto no fue así.
Revisando
las láminas de la presentación de Plan País Infraestructura nos encontramos con
frases que pretenden constituirse en premisas, pero que más bien mueven a
inquietud: “Construir ciudadanía desde lo local y desde lo metropolitano, se
logra pasando ¡del concurso a la ejecución de la obra! La verdad, no comparto
tal aseveración. Creo que la construcción de ciudadanía es algo muy complejo,
que depende de una cantidad amplia de factores y que va mucho más allá del
tránsito de una acción administrativa a una ejecutiva.
Otra
frase que comentar es la siguiente: “Demostrar con hechos que los espacios públicos
y los equipamientos urbanos, promueven la reconciliación social y el
reencuentro ciudadano” Los espacios sí, pero no todos los equipamientos logran
eso. No lo hace una planta de transferencia de basura, ni una planta de
tratamiento de aguas servidas, ni una subestación eléctrica de distribución, ni
un centro de reciclaje, ni una estación de bombeo, un puesto policial, una
estación de gasolina, etc., etc.
“Concebir
los espacios públicos y equipamientos urbanos como pieza central de grandes
proyectos urbanos integrales que espacializan la nueva visión del ordenamiento
territorial” No tengo clara la idea que quieren expresar, pero si entiendo que
espacios y equipamientos urbanos poco tienen que ver con el ordenamiento
territorial. Otra frase que llama la atención: “Alimento para el alma y la
esperanza”. Bueno, muy poético…, pero poco preciso.
Miguel
Méndez Rodulfo
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