Por Eddie Ramírez, 13/01/2015
El presidente de facto y varios de sus palafreneros mienten
descaradamente sobre el desastre económico del país. Muchos que repiten estas
mentiras son ciudadanos que se aprovechan de los recursos del Estado, sea
ocupando cargos para los cuales no tienen méritos o por cobrar comisiones para
cualquier trámite. Otros son resentidos, con razón o sin ella, de hechos del
pasado. Sin embargo, la perversa hegemonía comunicacional del régimen influye
sobre un grupo cada vez menor de compatriotas que, de buena fe, confían en que
la llamada revolución es positiva, aceptando fanáticamente los embustes.
Ante las odiosas diferencias entre los que tienen y los que no tienen,
los seres humanos tenemos la tendencia a buscar utopías para lograr un mundo
más justo. En esa búsqueda parten de la premisa básica de que el Estado es el
llamado a establecer un nuevo orden que entierre al capitalismo. Se olvidan, o
desconocen, que todos los países exitosos aplican sensatamente aquello de
“tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”. En algunos
la intervención del Estado es notoria en aspectos de regulación de las
empresas, salud, educación y protección social. En otros, esta intervención es
menos acentuada. Lo básico es que en todos ellos se respeta la división de
poderes, se realizan elecciones transparentes y existen reglas claras para el
sector productivo privado. Además, hay libertad de expresión y, con las
excepciones del caso, no hay violaciones a los derechos humanos y cuando
ocurren son penalizadas.
En los últimos años el precio del barril de petróleo estuvo alrededor
de los cien dólares, por lo que los problemas no pueden atribuirse a su
reciente caída. Claramente, los mismos son consecuencia de la política de
estatización y del cerco al sector privado, al cual el régimen sataniza
constantemente. Cabe preguntarle a Maduro ¿Por qué hay escasez de bombonas de
gas si Venezuela tiene abundantes reservas y la extracción y distribución la
realiza Pdvsa?¿Por qué disminuyó la producción de petróleo y ahora Pdvsa
importa crudo liviano, gasolina y diesel? ¿Por qué hay escasez de cemento si el
gobierno es dueño de las cementeras? ¿Por qué están quebradas las empresas del
hierro, acero y aluminio? ¿Por qué hay fallas de electricidad si la generación,
transmisión y distribución la realiza el Estado? ¿Por qué hay escasez de aceite
de mesa, de arroz, café, azúcar, leche y harina precocida de maíz, si el Estado
es dueño de innumerables empresas agropecuarias? ¿Por qué no hay insumos
agrícolas desde que se apropiaron de Agroisleña? ¿Por qué no hay pollos, ni
carne de vacuno? ¿Qué pasó con Alba Pesca?
El régimen seguirá atribuyendo el desabastecimiento y la inflación a
una supuesta “guerra económica” del “imperio” y de la oligarquía criolla, al
contrabando hacia Colombia e incluso al aumento del consumo nacional como
consecuencia de un mejor nivel de vida. Sin embargo, la realidad es que las
empresas estatizadas están quebradas y el sector privado acosado por comisarios
políticos rojos, por matraqueros, con sus derechos económicos violados y sin
dólares para importar insumos. Recientemente, Juan Arias, Comisionado
Presidencial para el Sistema de Empresas Nacionalizadas, Recuperadas y
Ocupadas, ofreció aumentar en 20% la productividad de 120 de esas empresas,
pero que confiaba abarcar hasta 500. Sin duda Arias trata de justificar su
puesto. La fiesta de derroche se terminó. El precio del petróleo no da para
seguir subsidiando a estas empresas. El modelo fracasó. Pregunten a Maduro.
Como en botica: Con razón, el mundo civilizado se indignó por los
asesinatos cometidos por yihadistas al equipo de Charlie Hebdo, pero también
debemos indignarnos por los disparos de cohetes desde la franja de Gaza hacia
Israel, que lógicamente ocasionan retaliaciones, así como por los secuestros de
niñas en Nigeria y los ataques de yihadistas a los musulmanes de Irak y Siria.
En Venezuela, el régimen tiene un discurso antijudío que ha inducido grafitis
insultantes en las sinagogas, lo cual es inaceptable y puede conducir a una
escalada de las agresiones. Recordemos que Chávez y otros rojos insinuaron que
las Torres Gemelas fueron derribadas por la CIA. Por otra parte, tenemos que
entender que la gran mayoría de los musulmanes no aprueban estas acciones.
Aunque los terroristas se identifican con el islam, sus motivaciones son
básicamente políticas. Aplaudimos el comunicado de la Conferencia Episcopal
criticando al gobierno y a la oposición. La MUD reaccionó sensatamente,
mientras el régimen lo hizo con la tradicional intolerancia roja. Felicitamos a
Beatriz García, nueva Coordinadora Nacional de Gente del Petróleo. Beatriz fue
Gerente General de Asuntos Públicos en la Pdvsa Gas meritocrática. Arreaza,
Carlos Osorio y Ernesto Villegas compiten a ver quién dice más sandeces. ¡No
más prisioneros políticos, ni exiliados!
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