ÁLVARO MURILLO San
José (Costa Rica) 2 FEB 2015
La caída del petróleo influye para que el organismo impulsado por
Chávez suavice sus críticas hacia Washington
Marcada
por el inicio de las relaciones entre La Habana y
Washington y por el retroceso económico que viven
Venezuela, Brasil y Argentina, los países miembros Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) cerraron
su tercera cumbre presidencial con algo de moderación en su discurso contra
Estados Unidos, aunque dejando clara una fuerte apuesta de la región por
encarar sus urgencias con la mirada puesta por encima de los océanos Pacífico y
Atlántico, sin importar demasiado las divergencias ideológicas.
China
y la Unión Europea han encontrado espacio en medio de la agenda ilimitada y por
momentos babélica de los gobernantes que participaron esta semana en la cumbre
de la CELAC, el grupo que congrega a 33 países del continente, gestado cinco
años atrás por impulso de Hugo Chávez con el objetivo de convertirse en una
alternativa a la Organización
de Estados Americanos (OEA), influenciada
por Washington.
Con
menciones ínfimas y marginales a la causa de izquierda de la alicaída ALBA (Alianza Bolivariana para
los Pueblos de Nuestra América) y a
Petrocaribe (unión de países liderada por Venezuela en torno a su golpeada
industria petrolera), la CELAC apuesta por convertirse en un bloque de países
mayor, más heterogéneo y menos ideologizado, a pesar de algunos discursos
altisonantes contra el “imperio yanqui”.
El
principal logro de la gestión costarricense, que ha cedido la presidencia
temporal a Ecuador, ha sido acercar a la CELAC a China, con el primer foro
realizado en Pekín el 9 de enero con la presencia de los ministros de
Relaciones Exteriores. San José, único Gobierno centroamericano con relaciones
diplomáticas plenas con Pekín, pretenden que la región amplíe un camino
comercial cuyo volumen de intercambio ya se ha multiplicado por 22 entre el año
2000 y 2013, según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Brasil,
llamado a ser un motor continental, apenas superó el 0% de expansión en 2014 y
Argentina no alcanzó a crecer, después de haberlo hecho en un 2,9% del 2013.
México celebra haber logrado el 2% gracias a un mejor rendimiento exportador y
Venezuela no publicó datos oficiales al finalizar el último año, pero la CEPAL
calcula que el Producto Interno Bruto (PIB) no solo no creció, sino que se
redujo un 3%, en buena medida por la alta dependencia venezolana sobre el
mercado internacional petrolero. La media de crecimiento de las economías de la
CELAC ha quedado en el 2,2% gracias a rendimientos positivos de otros países
como Panamá y República Dominicana (6%), Bolivia (5,2%), Colombia (4,8%),
Nicaragua y Guyana (ambas 4,5%), según el Balance Preliminar de las Economías
de América Latina y el Caribe. El estudio también concluyó que hay una “débil
generación de empleo”.
Los
mandatarios evitaron ventilar en este foro los apuros políticos o económicos de
sus respectivos países, salvo dos casos. Se trató de Cuba, por su diálogo bilateral
con Estados Unidos (el cual ha recibido un espaldarazo unánime de la región
acompañado de un reclamo urgente contra el embargo) y de Venezuela, cuya crisis
económica ha sido explicada por Nicolás Maduro como producto de una “guerra
psicológica” de parte de Washington. Lo apoyaron en su posición “anti
imperialista” Daniel Ortega, Evo Morales, Raúl Castro y en menor medida Rafael
Correa.
El
grupo bolivariano también ha tratado de introducir en la agenda anti Estados
Unidos la descolonización de Puerto Rico, con la participación de políticos
independistas dentro de la delegación oficial de Nicaragua. El consenso, sin
embargo, solo ha dado para que el documento final reconociera “el carácter
latinoamericano y caribeño” de la isla y tomara nota de las conversaciones que
aloja Naciones Unidas sobre el tema.
Sí
ve, sin embargo, algunas pistas de la intención de este grupo de sobreponerse a
sus sectarismos. Son las negociaciones con China, que ofrece inversiones por
250.000 millones de dólares en la región en la próxima década y un préstamo por
35 millones de dólares para la CELAC, que podría usarlos para crear su andamio
administrativo, pues hasta ahora no tiene oficinas propias. Otro indicio es el
reforzado con bloque con la UE, con quien celebrará en junio una cumbre de
ambos grupos en Bruselas. En la agenda está el fortalecimiento institucional de
los latinoamericanos y caribeños.
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