Por David Morán Bohórquez
Durante la Segunda Guerra
Mundial, los aliados lanzaron grandes cantidades de bombas en ataques masivos a
Alemania, destruyendo ciudades enteras, vías de comunicación, refinerías,
fábricas, medios de transporte, cultivos. EE.UU. lanzó incluso bombas atómicas
sobre dos ciudades de Japón, aparte de millares de otras bombas convencionales.
Pocos años después de terminada la guerra, menos de 15 años, ambos países se
habían recuperado. Incluso la recuperación alemana, perdedor de la guerra, se
catalogó como el “Milagro Aleman”.
Hoy Venezuela, después de 17
años de “revolución” socialista, y de haber disfrutado de un súper boom de
precios petroleros de 10 años, con una infraestructura de producción que heredó
y no mantuvo, tiene un gobierno quebrado y una economía en profunda recesión.
La entidad más grande de la
República, la nación venezolana, hoy es incapaz de mantener a un gobierno
obeso, inmenso y corrupto, ya que fue empobrecida para someterla al capricho de
un hombre. La moneda nacional, el bolívar, que es con lo que el pueblo
venezolano cobra su salario y paga sus bienes y servicios, fue sencillamente
demolido, con una devaluación porcentual de varios miles en los últimos 10
años, que hoy no adquieren nada. Hoy en día compran un 25% menos por cada mes
que pasa, porque el gobierno financia su descomunal déficit, aproximadamente el
23% del Producto Interno Bruto, con emisión de bolívares sin respaldo alguno.
La semana pasada las reservas internacionales líquidas cerraron en apenas 55
millones de dólares y las totales en 12,01 millardos de dólares, su nivel más
bajo desde diciembre de 2002. La deuda total del gobierno suma 160 millardos de
dólares, la más grande de la historia del país, 13 veces las reservas
internacionales de hoy.
Miles de familias emigran
todos los años al exterior en busca de las oportunidades que no encuentran acá.
El gobierno impuso un severo plan de racionamiento de comida, con el que
pretende vender, a través del Psuv, bolsas con carbohidratos por casa, unos 6
kilos en total, cada 21 días para el 70% de la población venezolana.
Al hacerse dependiente de un
gobierno quebrado y corrupto, la sociedad venezolana hoy enfrenta una escasez
de alimentos básicos del 80%, de medicinas del 90%, una infraestructura
deteriorada, muchas de ellas en ruinas, sin inversionistas a la vista y con la
criminalidad sin control. Cada media hora muere asesinado un venezolano, y no
precisamente de un balazo de un imaginariomarine.
Hoy los más vulnerables, los
enfermos, los niños y los ancianos están gravemente amenazados. Muchos de ellos
comienzan a morir. Y el horizonte es sombrío: Enfermedades, hambre y
anarquía.
¿Qué es lo que puede
destruir por completo un país, incluso más que un bombardeo atómico? Pues, en
una palabra, el socialismo.
La FANB como rehenes de una
“revolución”
Les escribo porque nadie les
escribe. Nadie les explica lo que les narré arriba. Con el paso del
tiempo y con los comandantes que ha tenido, se han ganado la desconfianza de la
sociedad venezolana. Pasaron a ser una de las instituciones peor evaluadas. En
la encuesta Datanálisis de mayo, sólo el 33,8% los evaluó positivamente. Sus
familias pasan penurias, y los oficiales y los soldados en los cuarteles
también.
La FANB la conforman unas
200 mil familias venezolanas. Con ilusiones, deseos y muchas ganas de
prosperar. Como me dijera hace mucho tiempo mi amigo el general de división (r)
Gonzalo García Ordóñez, “Las Fuerzas Armadas en su conjunto es un espejo del
país”
Ya comprenderán que la
destrucción de la sociedad venezolana por el gobierno de Nicolás Maduro también
conlleva la destrucción de la FANB profesional y apegada a la Constitución,
para ser sustituída por milicias, que son montoneras en el Siglo XXI. Ya lo ha
hecho con otros poderes públicos, como es el notable caso de la Sala Constitucional
del TSJ.
Y también entenderán que “La
Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional,
sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la
independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio
geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del
orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo
con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está
al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad
política alguna” como lo establece claramente el artículo 328 de la CRBV, en
vigencia por voto popular.
La inobservancia del citado
artículo, pone en peligro la integridad de la República y el de toda la
institución castrense.
Tampoco es difícil entender
la presión, espionaje y seguimiento al que están sometidos por militares
marxistas, nacionales y también extranjeros, que están haciendo vida ahí.
También lo hacen y mucho con la sociedad civil.
Hugo Chávez intentó tomar el
poder por medio de un golpe de estado. Fracaso dos veces. Llegó por el voto
popular. Luego organizó esos componentes militares para garantizarse que la
posibilidad de un golpe efectivo no se repitiera. Y es una de las pocas cosas
que le creí a Chávez. Hoy no hay posibilidad de un golpe militar en Venezuela.
¡Gracias a Dios!.
Un futuro promisorio: El
Plan Vinotinto
Pero si hay mecanismos
constitucionales que la sociedad civil está utilizando para remover a Maduro de
la presidencia de la República y terminar con sus políticas marxistas que han
destruido el país.
Venezuela tendrá un futuro
promisorio de baja inflación, el salario conservará su valor en el tiempo, se
podrá ahorrar, la escasez desaparecerá con un nuevo marco jurídico para las
inversiones y la producción de bienes y servicios, se crearán millares de
nuevos empleos estables y bien remunerados, porque la moneda conservará su
valor, la criminalidad disminuirá con las oportunidades, la educación para el
desarrollo y la prosperidad y el imperio de la ley. La descentralización dará
respuesta cercana y oportuna a las comunidades, y con ella podremos proteger
mejor a nuestros niños, enfermos y ancianos y tener además mejores servicios
públicos.
Cada una de las familias de
los militares es mayoritariamente civil, “son un espejo del país”. Sólo con el
voto, en democracia, podremos liberar a la FANB, rehén hoy de un insensato,
antidemocrático y destructivo “socialismo”
Cuya radiación es más
destructiva que la atómica. A los hechos me remito.
El Plan Marshall permitió la
reconstrucción de Europa Occidental con 13.000 millones de dólares de aportes
durante cuatro años. El socialismo chavista dilapidó 900.00o mil millones de
dólares de ingresos petroleros para arruinar a Venezuela. Emprendamos con el
revocatorio el Plan Vinotinto, para que son sangre, sudor y lágrimas, pero con
entusiasmo y ganas, recuperemos la senda del país hacia la prosperidad.
19-06-16
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