Leonardo Fernández 10 de julio de 2016
La
segregación aplicada a toda persona que piense distinto al gobierno es
característica de todo gobierno totalitario y/o autoritario, todos tenemos
referencias de lo sucedido a los judíos durante el régimen Nazi o con la
población negra en Sudáfrica durante el Apartheid. En Venezuela tuvimos una
experiencia de segregación en base a las preferencias políticas con la llamada
“lista Tascón”, hoy nuevamente vivimos un proceso de persecución y
discriminación contra quienes se manifestaron a favor del Referendo Revocatorio.
La
ejecución de políticas de exclusión y aislamiento de parte de la población son
diametralmente opuestas al concepto de democracia y de estado de derecho, pero
ha sido una forma efectiva que han encontrado los dictadores para mantener
control de la población.
Lo que
hemos observado después del inicio de recolección de firmas para activar el
Revocatorio, es la muestra de que el gobierno aplica una estrategia de
intimidación para impedir que los ciudadanos manifiesten libremente su
voluntad; jóvenes expulsados del programa de becas JEL, trabajadores del Seniat
despedidos por firmar, empleados públicos amenazados, es parte del repertorio
desplegado por maduro para evitar la consulta electoral.
La
diferencia entre los tiempos de la “lista Tascón” y la actual ola de
persecución, radica en que por un lado la población ha perdido el miedo y está
dispuesta a ser marcada por el gobierno. Por otro lado, la discriminatoria
Lista Tascón era aplicada contra una minoría de la población, debido a que el entonces
presidente Chávez contaba con el apoyo mayoritario del pueblo.
Aunque
moralmente es igual de reprochable, en la práctica es más fácil mantener una
política de segregación contra un grupo minoritario y no a la mayoría de la
población. Por eso frente a los abusos el gobierno se ha encontrado con el
valor de los venezolanos, quienes haciendo caso omiso de las amenazas siguen
adelante buscando la salida electoral.
Maduro
y su entorno están descubriendo, como lo hicieron los afrikáans en Sudáfrica,
que gobernar de espaldas a la mayoría de la población es algo insostenible por
un tiempo prolongado. Estamos viviendo los últimos días de un gobierno que
decidió salir por la puerta pequeña de la historia y someter a la gran mayoría
de la población que quiere cambio, pero el pueblo termina siempre imponiendo su
voluntad soberana y conquistando su libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico