ALFREDO MEZA 10 de agosto de 2016
La
presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, ha presentado este
martes un cronograma tentativo que busca conjurar la crisis política de
Venezuela, hoy presa de un intenso debate por la permanencia o no del
presidente Nicolás Maduro en su cargo. En las estimaciones de la funcionaria,
sin embargo, no hay buenas señales para el proyecto de referéndum revocatorio
que impulsa la oposición. Las fechas propuestas darían pie a que el
vicepresidente de Maduro, Aristóbulo Istúriz, pudiera sucederle en el cargo.
En
caso de que la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) logre sumar el 20%
de las firmas del padrón electoral establecidas en la Constitución para activar
un referéndum contra el jefe de Estado venezolano, un operativo que se
desarrollaría durante tres días a finales de octubre, la consulta se
organizaría entre diciembre y la segunda quincena de febrero de 2017.
A la
oposición le conviene que el eventual revocatorio se organice antes del 10 de
enero de 2017, cuando se inicia el cuarto año del período para el cual fue
electo Maduro en 2013. Si el presidente es revocado la autoridad electoral
deberá llamar a elecciones en los 30 días siguientes para escoger a su
sustituto. A esa posibilidad se aferra la MUD para intentar cambiar de Gobierno
en medio de la crisis más severa de Venezuela en su historia contemporánea.
Pero si se organiza después de esa fecha y la oposición se impone le
correspondería gobernar al vicepresidente Aristóbulo Istúriz hasta el final de
mandato, en enero de 2019.
Dilación del referendo
Lucena
convocó la inédita alocución para intentar explicar el largo y complejo proceso
que antecede a la celebración de los referendos. La MUD considera que, al
modificar las normas que regulan este tipo de consultas, el CNE ha retrasado la
consulta hasta convertirla en una misión imposible para sus objetivos.
Lejos
de mostrar descontento, la dirigencia opositora quiso insuflarse de ánimo para
los duros meses que vienen. Henrique Capriles Radonski, excandidato
presidencial y principal promotor del referéndum revocatorio, destacó que la
presidenta del organismo electoral “no se atrevió a decirle a los venezolanos
que este año no habrá revocatorio”. Aferrado a esa posibilidad Capriles aseguró
que incluso con las fechas anunciadas por el CNE es posible organizar una
consulta antes de que culmine 2016 y reiteró la convocatoria a una gran
movilización desde distintas ciudades de Venezuela hacia Caracas el próximo 1
de septiembre.
El
alcalde Jorge Rodríguez, la eminencia gris detrás de las estratagemas chavistas
para evitar la consulta, ha valorado la alocución de Lucena como un aporte
necesario para esclarecer los lapsos necesarios para activar el referéndum
revocatorio. El también alcalde del municipio Libertador (centro-oeste de
Caracas) ha ratificado que estos lapsos anunciados por Lucena son apenas
tentativos. El gobierno espera respuestas al recurso introducido por el Partido
Socialista Unido de Venezuela ante la Sala Constitucional del Supremo para
suspender los efectos del acto mediante el cual la MUD reunió el 1% de las
firmas del padrón electoral, el primer requisito del camino para revocar a
Nicolás Maduro. El revocatorio también está pendiente de la respuesta de un
poder judicial que domina el chavismo.
Luego
de los anuncios de Lucena, el único representante de la oposición en el
directorio del organismo electoral, Luis Emilio Rondón, afirmó que ya antes,
con las dilaciones ocurridas durante la primera etapa del proceso —que
consistió en la extensión del plazo para revisar el 1% de las rúbricas— se “ha
lesionado la imparcialidad que debe guiar la actuación del organismo”.
Todo
indica que la crispación aumentará en los próximos meses en Venezuela. Con los
esfuerzos para encontrar mediante el diálogo una solución consensuada a la
crisis venezolana en un punto muerto, la disputa en estos días de vacaciones
escolares se centra en el ánimo que trata de mantener la oposición entre sus
seguidores y el desánimo que impulsa el gobierno al mostrarles la imposibilidad
de organizar la consulta en los plazos que convienen a sus adversarios. Para
reforzar su posición el alcalde chavista Rodríguez ha recordado que
transcurrieron 313 días para que se celebrara una consulta similar en 2004 contra
el entonces presidente Hugo Chávez. “La oposición no tramitó a tiempo el
referéndum revocatorio porque estaba pendiente de derrocar a Maduro en el
primer semestre de 2016”, dijo. “Hay una pugna por ver quién será el candidato
presidencial”, agregó.
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