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domingo, 14 de agosto de 2016

Las respuestas democráticas por @garciasim


Por Simón García


La última carta gubernamental, jugada por un aparato de Estado sin legitimidad y sin gente, burla a los venezolanos y estafa a la democracia. Es un lance arbitrario en el que tiembla el miedo del poder a las elecciones.

La desvergüenza de llevar todos los plazos hasta su máximo saltera el derecho al revocatorio pleno de cualquier funcionario electo. En los hechos el CNE ha legislado añadiendo requisitos y procedimientos que no existen en el texto constitucional. El CNE, además de alargar los tiempos injustificadamente, ha violado el artículo 72 constitucional.

La abusiva decisión tomada por las cuatro rectoras militantes del PSUV atropella la propia reglamentación del CNE. Pero tiene, además de su vulgaridad jurídica, la significación del desprecio a los claros deseos de más del 80% de los electores que son partidarios de un cambio de Presidente y de Gobierno.


El CNE dinamita la más viable de las soluciones pacíficas y democráticas para ponerle fin a la crisis que hoy destruye a la gente. El mensaje de las cuatro rectoras es que ellas boicotearán, hasta donde les sea posible, que se produzcan cambios institucionales a través del voto.

Al invertir y traicionar su misión constitucional la mayoría del CNE empuja a que el conflicto sea dirimido por otros árbitros y por otros medios. Los rectores, desertando de sus funciones, prenden una mecha a la violencia y a la barbarie. El deber fundamental de la MUD y de toda la oposición es apagar esa mecha y redoblar las luchas para obligar al poder a regresar al escenario constitucional.

Si los responsables del diferimiento del referendo revocatorio, capaces de entregar a Maduro para conservar el gobierno, no reciben una contundente ola de rechazos con movilizaciones de diversos tamaños, acciones de pegada y elevación de la solidaridad internacional, entonces el gobierno también suspenderá la elección de gobernadores. Le arrebatará al pueblo el chivo y el mecate.

Es el plan de un clan de radicales que trabaja para no entregar nunca el poder. Estos coléricos e intolerantes aprovechadores constituyen una trama dedicada a la corrupción y a usar medios del Estado para el narcotráfico y lavado de capitales.

Pero la gente va a vencer sobre las fuerzas conservadoras. El empujón totalitario ofrece la posibilidad de vincular los cambios políticos con las demandas sociales. Ya no es sólo una cuestión de partidos sino de la movilización de la gente por su sobrevivencia.

La MUD está frente a una enorme provocación para sacarla de su estrategia y ante un discurso gubernamental para suscitar desesperanza. Le corresponderá probar la superioridad de las respuestas democráticas, volver al encuentro con la gente abajo, lograr movilizaciones que redunden en conciencia, en organización y en preparación de escenarios donde se le pueda ganar a la opresión. Jugar en muchos tableros desde ya, sin dejar de mover las fichas para la toma de Caracas el 1 de Septiembre.

14-08-16




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