Por Jesús Elorza
Durante la primera semana del
mes de Mayo en 1975, la Huelga de los Entrenadores, marcó un hito en
la historia deportiva no solamente nacional sino internacional porque era la
primera manifestación, de ese tipo, que se daba en el sector de los
trabajadores del deporte a nivel mundial. Además, debemos destacar que la
referida acción, en procura de reivindicaciones laborales contó con el apoyo
solidario de las distintas organizaciones gremiales y sindicales que hacían
vida en la Venezuela de ese momento, así como también la de padres,
representantes, atletas y docentes de todo el territorio nacional. Es loable
mencionar en este momento la presencia de Isaac Olivera como presidente
de la Federación Venezolana de Maestros, los periodistas
deportivos que unidos todos en su organización gremial Colegio Nacional de
Periodistas, Círculo de Periodistas Deportivos y el Sindicato de Trabajadores
de la Prensa brindaron un apoyo irrestricto a la huelga de los
entrenadores. Así como las distintas organizaciones gremiales y sindicales de
los distintos sectores laborales del país representados por la Confederación
Venezolana de Trabajadores C.T.V.
El 8 de Mayo quedó establecido
oficialmente como el “Día del Entrenador Deportivo” en reconocimiento a la
gesta que se había librado durante toda esa semana y en esa fecha alcanzó la
solución a las demandas laborales requeridas por los entrenadores en ese
momento.
Los logros gremiales
alcanzados quedaron plasmados en el contrato colectivo denominado “Las Bases
Normativas” Las cláusulas de importancia contenidas en ese documento laboral
fueron múltiples y variadas. En primer lugar, el reconocimiento del derecho a
de los entrenadores a tener una contratación colectiva con el patrón del
Instituto Nacional de Deportes, la indexación salarial en base a los índices
inflacionarios que mostrara el Banco Central de Venezuela, es decir, anualmente
el salario de los trabajadores del Instituto se iba a mover de acuerdo a las
escalas inflacionarias señaladas por el mencionado Banco, esta cláusula pasó a
ser un punto de referencia obligatorio en los contratos colectivos de
Venezuela.
También se contempla la
clasificación del personal, en unas escalas previamente señaladas, en un Manual
de Clasificación de Cargos de los Entrenadores Deportivos que se desempeñan
en la Administración Pública Nacional. Este manual es un
elemento de vital importancia porque le dio jerarquía a este sector laboral con
una fisonomía propia dentro de la administración pública venezolana.
La seguridad social de los
trabajadores se vio fortalecida con el establecimiento de los seguros HCM, el
establecimiento de las cajas de ahorro con el aporte del 10% y el aporte
patronal del 10%, la denominación del salario integral de los trabajadores, el
establecimiento de comisiones bipartitas y tripartitas para conocer el caso de
los despidos que se presentara en el Instituto Nacional de Deportes
Pero, no todo fue una ganancia
para el gremio, el gobierno nacional en una clara conducta retaliativa ordenó
el cierre de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos
alegando que en ese centro de formación de docentes deportivos se estaban
formando los guerrilleros del deporte venezolano, provocando con esa
descabellada acción, el desequilibrio entre la oferta y la demanda de los
entrenadores requeridos por el país. Todos los programas sustitutivos, tales
como Monitores Deportivos y el Bachillerato Deportivo no pasaron de ser falsas
ilusiones y de una efímera duración.
A 42 años de esa gesta
gremial, los problemas laborales que dieron origen a la huelga, lejos de
resolverse, se han agravado: Los entrenadores venezolanos han sido sustituidos por
10.000 “entrenadores” cubanos, la seguridad social de los trabajadores ha
empeorado, los contratos colectivos están congelados desde el año 2000, no se
les reconoce la homologación de las pensiones a los trabajadores jubilados, se
mantiene cerrada la Escuela de Entrenadores, los seguros HCM son
manejados unilateralmente por el patrón, los manuales clasificadores de cargos
no son aplicados y los pasivos laborales duermen el sueño del burócrata, en la
larga espera de su cancelación.
En el sector deportivo,
quienes han pasado por los cargos administrativos: Ministerio del Deporte y
Presidencia del Instituto Nacional de Deporte han implantado y desarrollado una
política que bien podemos caracterizarla como “El saqueo de los recursos
presupuestarios”. Diferentes encargados de los puestos burocráticos, han
permitido en sus gestiones que los dineros del deporte hayan sido malversados o
apropiados indebidamente a favor de una minoría corrupta.
Bajo sus mandatos como
gerentes de gobierno permitieron, de la manera más descarada, la firma de un
leonino convenio con Cuba para la traída de 10.000 “Entrenadores” al país, que
solo ha servido como una fuente inagotable de entrega de divisas al régimen
dictatorial de los hermanos Castro.
El trato discriminatorio de
los entrenadores deportivos activos, pensionados y jubilados al desconocerles
su derecho a la homologación salarial y la aplicación de las normas
establecidas en su contratación colectiva. Destaca el hecho de la remuneración
en dólares para los cubanos y en bolívares devaluados para los entrenadores
criollos.
Establecieron una política de
persecución y cerco presupuestario contra las federaciones deportivas, con la
finalidad de silenciar cualquier intento de protesta o reclamo. Además,
mantienen en el limbo la legalidad del sector deportivo federado al no
entregarles las Providencias Administrativas una vez culminado sus procesos
electorales. La inseguridad del deporte se profundiza cuando las autoridades
niegan o no responden a la presentación de los Programas Operativos Anuales de
las federaciones. Ahora, de la manera más descarada, pretenden las autoridades
del IND ser electos en los cargos directivos de las Federaciones Deportivas
violentando la autonomía del sector y transformándose de manera arbitraria e
ilegal en “Juez y Parte” de los procesos electorales.
Los eventos deportivos
internacionales, se transformaron en una mina de oro, por las divisas que
emplean en su organización y posterior desarrollo, lo que motivó a las
autoridades a solicitar cualquier cantidad de eventos. Mientras más grande sea
mucho mejor será. No fue gratuita, la solicitud de la sede de los Juegos
Panamericanos para Ciudad Bolívar o los Bolivarianos de Playa para el Estado
Vargas o la Copa América de Futbol, o los Juegos Universitarios
Centroamericanos…..pidan que algo queda, era la consigna..
Después de ese festín de
millones, al final nos conseguimos con la insólita suspensión de los Juegos
Deportivos Nacionales ¡¡¡¡Por falta de recursos presupuestarios!!!!
Todo este andamiaje contó y sigue
contando con la complicidad de los organismos Contralores del Estado que se han
hecho la vista gorda frente a los desmanes de las corruptelas enquistadas en
los organismos gubernamentales y olímpicos del sector deportivo venezolano.
A manera de conclusión, los
hechos demuestran fehacientemente la concurrencia de hechos punibles tales
como: Peculado de Uso, estafa, extorsión, chantaje, malversación, hurto,
blanqueo de capitales, compras con sobreprecio, violación a la Ley de
Licitaciones, ilícitos cambiarios, convenios leoninos etc. etc. Situación
tipificada por el Código Penal como “El Concurso Real de Delitos”, que tiene
lugar cuando el mismo agente o funcionario realiza uno o varios actos
encaminados a fines distintos y ocasionan diversas infracciones, independientes
las unas de las otras. Queda claro, que para la dirigencia corrupta del
sector “Hacer deporte es…Hacer dinero.”
El Deporte merece dejar de ser
un antro de corrupción. No solo lo merece, lo demanda. Por eso, se impone que
atletas, entrenadores, dirigentes, obreros, empleados del sector, padres y
representantes tomen el protagonismo de su destino. Toca escribir su propia
historia.
Pacífica y democráticamente,
se incorpora al llamado ciudadano para buscar una salida a la crisis económica,
política y social en la cual estamos inmersos por la manifiesta incapacidad
gubernamental. Solo con la salida de un régimen autocrático, corrupto y
totalitario se podrá lograr un cambio para el país.
Hoy, más que nunca tiene plena
vigencia el pensamiento de Carlos Sánchez, como una expresión de compromiso
social en las luchas gremiales:
“El Entrenador Deportivo debe
ocupar permanentemente su puesto de lucha por Un Deporte Mejor y no doblegarse
ante ningún burócrata civil o militar que pretenda usarlo con fines politiqueros
o de enriquecimiento ilícito. Solo la Unidad Gremial nos hará fuerte
en la búsqueda y defensa de nuestros Derechos Sociales”
La historia, nos permite
recordar que el pasado no está nunca terminado sino que permanece abierto y que
en él reposan aún las semillas de otro presente y otro porvenir….la lucha
continúa.
10-05-17
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