Luis Manuel Esculpi 19 de septiembre de 2017
@lmesculpi
No se
trata de asumir una defensa a ultranza. Reconocer defectos, carencias, incluso
errores cometidos no significa necesariamente demeritar logros. En todo caso,
el análisis debe contemplar las difíciles circunstancias en las cuales se
desarrolla su actuación. Las limitaciones no deben opacar los aciertos. El diseño y ejecución de una
estrategia en medio de la diversidad de sus componentes no es tarea sencilla.
La lucha social y política presenta complejidades de difícil solución. No se
resuelven con manifestaciones de voluntarismo. La acción no puede concebirse
como desahogo. Obedece a propósitos previamente definidos. A lo largo de este
tiempo el inmediatismo ha contribuido a fomentar falsas expectativas que al no
realizarse generan frustración.
La
sola existencia de la Mesa de la Unidad, con toda las dificultades que implica
acordarse en medio de las diferencias, ya de por sí constituye un acierto. No
nos cansaremos de repetir lo que para nosotros es una verdad indubitable,
ninguna organización política por si sola puede conducir un proceso victorioso
contra el actual régimen; de allí se desprende -necesariamente- que la unidad,
en su sentido más amplio , de las fuerzas políticas y sociales resulta imprescindible para alcanzar el
cambio político.
Al
evaluar este ya largo camino recorrido, más allá de las dificultades, yerros y
debilidades, podemos concluir que la estrategia democrática, constitucional,
electoral y pacífica ha producido importantes y significativos resultados. La conformación de una nueva y
cada vez más sólida mayoría, está íntimamente relacionada con esa estrategia,
por supuesto sin negar, que las políticas totalmente desacertadas del gobierno
han contribuido a tal logro.
La
comprensión de la necesidad de actuar en todos los escenarios posibles sin
descartar ninguno, tales como las movilizaciones de calle, el ámbito
internacional, en el plano institucional e incluso la negociación constituye
forma parte del acervo adquirido por las fuerzas democráticas.
Los
notables avances alcanzados en el terreno
internacional han sido -en buena medida- resultado de la acción política
desplegada por la MUD y desde el campo institucional, por los directivos de la
AN. Hoy el régimen se encuentra aislado, la ilegítima constituyente ha sido
desconocida por la mayoría de los países democráticos del planeta.
La
participación en las próximas elecciones regionales se inscribe plenamente en
esa estrategia, lograr un rotundo triunfo en octubre requiere reducir a los parámetros
normales en estos procesos, la
abstención. Lo que implica persuadir a algunos sectores de la oposición de la
necesidad de concurrir a los comicios en virtud de su vital importancia, en
especial en la coyuntura actual.
Las
primarias para elegir las candidaturas en líneas generales resultaron un éxito
-salvo los dos o tres casos conocidos-
la participación se correspondió con el porcentaje que se registra
internacionalmente en ese tipo de evento, tomando en cuenta que en cinco
importantes regiones no estaba prevista sus realización.
Explorar
las posibilidades de una negociación donde se cumpla con las garantías exigidas
por la MUD, es otra área que tiene que ser contemplada como un mecanismo de
resolución del conflicto, no debe ser analizada con la simpleza con que suele
hacerse en la red 140 caracteres, donde los “partisanos del teclado”
privilegian los ataques contra la MUD, antes que enfrentar al verdadero
adversario.
Mientras
se afirma, con sobrada razón, que el gobierno miente permanentemente, sorprende
la propensión a darle credibilidad a las versiones de Maduro y los Rodríguez
sobre la exploración iniciada en República Dominicana. La comunicación con el
país pasa a constituir una labor prioritaria para la MUD, superando importantes
fallas en la transmisión del mensaje en su accionar político.
@lmesculpi
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