María Ramírez Cabello 13 de marzo de 2018
El
ingeniero eléctrico José Aguilar destacó que las continuas fallas se presentan
justo durante el trimestre de menor demanda eléctrica. Las causas de las
fallas que se han registrado en el occidente y centro del país son atribuidas a
la baja respuesta de las plantas termoeléctricas por falta de mantenimiento: un
sinsentido considerando que el país cuenta con más potencia termoeléctrica
instalada (17 mil 500 MW) que hidroeléctrica (16 mil 900 MW).
Los
apagones se han multiplicado en las últimas semanas en todo el país,
principalmente en el centro y occidente. En el sur de Bolívar, desde la tarde
del sábado hasta la tarde del domingo, una interrupción eléctrica dejó sin
servicio a las comunidades al sur de la entidad desde el municipio
Roscio hasta el norte de Brasil, en donde al menos 10 localidades,
incluida Boa Vista, la capital del estado de Roraima, se surten de las
hidroeléctricas venezolanas.
Tras
más de 18 horas de interrupción eléctrica, el servicio fue
restituido, pero una vez más en la madrugada se registró una falla que dejó sin
luz a las comunidades de Guasipati, El Callao, Tumeremo y El Dorado.
Las
causas de las fallas que se han registrado en el occidente y centro del país
son atribuidas a la baja respuesta de las plantas termoeléctricas por falta de
mantenimiento: un sinsentido considerando que el país cuenta con más potencia
termoeléctrica instalada (17 mil 500 MW) que hidroeléctrica (16 mil 900
MW). No obstante, más del 50% de la capacidad termoeléctrica estaba fuera
de servicio en 2016 cuando Guri se acercó al punto de colapso.
En
Bolívar, la primera interrupción fue cargada a la caída de unas ramas sobre la
Línea de 400 MW que va desde la central hidroeléctrica Macagua hasta Las
Claritas, explicó una fuente de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec),
que prefirió mantener su nombre en reserva por no estar autorizado para
declarar. El segundo corte, que se prolongó hasta la madrugada de este lunes,
confirmó, se debió a fallas en el interruptor de la subestación El Callao.
Empero,
los sorpresivos apagones desnudan la destrucción del Sistema Eléctrico
Nacional (SEN) que, de acuerdo con el ingeniero eléctrico, José
Aguilar, “va en franco deterioro y esa es la razón de los frecuentes y severos
apagones que nos han acontecido recientemente”.
Recalcó,
además, que el continuado abuso de la Red Troncal de Transmisión le está
causando “un daño enorme” a esta infraestructura y es la raíz de las
fluctuaciones de voltaje que se perciben como “bajones eléctricos” y el mayor
tiempo de restauración del servicio. “Eso evidencia cualitativamente, que el
SEN, está perdiendo maniobrabilidad”, infirió.
Aguilar
precisó que este escenario de apagones se ha agravado, pese a que la demanda
nacional no ha superado los 14 mil MW, un consumo similar al
registrado en 2005; ya que el primer trimestre del año es la época de menor
demanda. “De aquí en adelante comenzará a subir y alcanzará un pico importante
en semanas durante el mes de abril y la presión no bajará hasta comenzado
junio; esto se debe al incremento de la luz del sol, la cual provoca -a
partir del 6 de marzo- que la duración del período diario crezca por 30 a
45 segundos por día sobre la noche y dispare las temperaturas”.
- ¿El
detonante de los apagones recae en la generación
o la distribución eléctrica?
- El
‘franco deteriorio’ al que me refiero es sistémico para toda la cadena de valor
eléctrica, pero lo peor es la generación térmica. Estamos llegando a niveles
críticos. Por ejemplo, en el estado Vargas, que ayuda a suplir Gran Caracas con
2 mil 20 MW, hemos llegado a estar con 40 MW disponibles (similar a 1956). El 9
de marzo mejoró a unos 150 MW.
En
Valencia, de 525 MW instalados estamos en 180 MW disponibles. En Maracaibo, de
3 mil 30 MW instalados, estamos en unos 480 MW disponibles. Eso es similar al
año 1980.
Aguilar manifestó que
este cuadro, más la política de evitar racionamientos eléctricos en la Gran
Caracas, está poniendo presión en la central hidroeléctrica Guri y las líneas
de transmisión, al punto que “se han llegado a violar los límites de
ellas y eso ha derivado en los apagones. También hay racionamientos no
anunciados por falta de combustible en Centro Occidente y más de 4 millones de
horas vencidas en mantenimiento de las plantas térmicas”.
Por la
baja demanda de Guayana, cuyas industrias de metales tienen más de una década
sometidas a dieta eléctrica; sumado al ciclo hidrológico aún favorable para
las hidroeléctricas, el ingeniero estima que Guri “estará seguro y es muy
posible que desperdicie mucha agua en lo que comiencen las lluvias hacia
finales de abril. Esperemos que no esperen hasta el último momento para abrir
compuertas y volver a afectar las poblaciones en Puerto Ordaz y San Félix”.
Tocoma,
sin capacidad de compensación
El
experto sostuvo que para sacar más energía a los estados de oriente, centro y
occidente del país se requiere la expansión y optimización de la Red Troncal de
Transmisión existente. En este caso, las continuas fallas no podrían ser
solventadas con la puesta en servicio de una planta como la central
hidroeléctrica Tocoma, en Bolívar, paralizada desde hace más de un año.
“Con
la demanda de Guayana deprimida en extremo y con una Red Troncal de Transmisión
limitada, Tocoma no tiene como salir y mandar más energía del Bajo Caroní,
hacia afuera de Guayana, al resto del país, donde tanto la generación térmica
(por falta de mantenimiento), como las hidroeléctricas de Los Andes por mal
manejo (abuso de sus embalses) presentan situaciones deficitarias”, explicó.
Aguilar
resaltó que si se recuperan las empresas básicas de Guayana, entonces sí se
puede dar mejor utilidad a la generación hidroeléctrica
de Tocoma y, a la vez, brindar más seguridad a la central
hidroeléctrica Guri.
Norte de Brasil afectado por falla en
red de Macagua
La
caída de ramas de árboles en la línea de transmisión Macagua-Las Claritas, en
el sur de Bolívar, dejó sin servicio eléctrico durante más de 20 horas a Boa
Vista, capital del estado brasilero de Roraima, y los municipios de Cantá,
Rorainópolis, Alto Alegre, Mucajaí, Caracaraí, Pacaraima, Bonfim, Iracema y São
Luiz do Anauá, interconectados al sistema de transmisión venezolano, reseñó el
diario local Folha.
En las
cerca de 18 horas en que el estado necesitó ser alimentado por las
termoeléctricas del norte de Brasil ocurrieron otros seis apagones, que
alcanzaron todos los municipios del estado.
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