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domingo, 7 de octubre de 2018

Esculpi: Llegará la coyuntura en la que las oposiciones y el chavismo disidente se unirán por @contrapuntovzla



Por Vanessa Davies


“Los ladrones del pasado eran robagallinas frente a la corrupción que estamos viendo ahorita”, sostiene el presidente de la Fundación Espacio Abierto. Considera que ahora hay una crisis de gobernabilidad pero goteada

No hay entrevista en Venezuela que no esté marcada por la crisis y por la hiperinflación, y la de Luis Manuel Esculpi no fue la excepción. Como su carro está irreversiblemente dañado, y no hay bolsillo que aguante la reparación, el encuentro con Contrapunto debía ser cerca de una estación del Metro de Caracas.

Un café pequeño cuesta, como mínimo, 30 bolívares soberanos (3 millones de bolívares), por lo que la venezolanísima costumbre de beberse un café y conversar es un lujo para pocos. Finalmente encontramos un café “barato” en Chacaíto. Y entonces fue la lluvia del “cordonazo de San Francisco”. Pero la palabra es más fuerte, y la de Esculpi, exdirigente de la izquierda dura venezolana, luego suavizada por la vida real, se escucha para hablar del pasado reciente, el “ahorita” y el futuro no tan lejos.

Caraqueño, nacido en su casa (en la parroquia El Valle) en 1948, militó durante 10 años en la Juventud Comunista en la época de la lucha armada; uno de sus seudónimos, recuerda, era Héctor José. Después se incorporó a la fundación del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido que abandonó en 1999 “por temas éticos importantes”. Participó en la creación de Izquierda Democrática y pensó que a Hugo Chávez “había que darle el beneficio de la duda”, pero dejó de dárselo en 2001 “cuando vi rasgos autoritarios”. Hoy preside la Fundación Espacio Abierto, que este sábado realizó un foro con disidentes del chavismo.



Ambos en sus peores momentos

Sin restarle peso a los pronunciamientos externos sobre la crisis venezolana, Luis Manuel Esculpi afirma que “el esfuerzo principal para salir de ella está en Venezuela”, porque la mayoría de la gente rechaza lo que ocurre en el país. Pero recurre a lo que él mismo califica como un lugar común: “El peor momento del Gobierno coincide con el peor momento de la oposición”, y además, “no hay espacio que escape de la crisis”.

Varios récord han sido rotos por el actual Gobierno venezolano, señala: “Somos el primer país petrolero con hiperinflación en la historia”, lo que tiene que ver “con el desastre que ha habido en Pdvsa, con el desfalco de Pdvsa”. Justamente por la crisis de la estatal petrolera, advierte, el alza en los precios del petróleo no será aprovechada por la nación. Otro hito: “Somos el primer país con hiperinflación que no tiene efectivo; en los demás países con hiperinflación había camiones de dinero”. Un tercero: “La hiperinflación se está sintiendo en el dólar”, lo que hace que con el dólar se compre menos. Y un cuarto: La escasez. “Nosotros no tenemos efectivo ni productos suficientes en los anaqueles”.

-¿Cómo llegamos a eso? Los anticomunistas dicen que es el por el comunismo.

-Llegamos por una impericia muy grande. Disminuyeron los precios del petróleo y disminuyó la producción petrolera. Tenemos un presidente que no tiene el carisma –para decirlo de alguna manera- ni el discurso del presidente Chávez, y que no tiene una asesoría competente. El presidente del BCV fue un excelente estudiante, pero es ingeniero; el vicepresidente del área económica es criminólogo. En el manejo de las finanzas no hay ningún economista.

-¿El país está así “por el comunismo”, como lo dicen sectores más conservadores?

-Yo no creo que esto tenga nada que ver con el comunismo, ni mucho menos.
-¿Se parece a experiencias del socialismo real?

-Con el socialismo real, sí. Pero en el socialismo real en un momento determinado se dejó de pensar en las ideas, en el sueño, en el romanticismo, y fue una camarilla que se apoderó del poder.

-¿Lo mismo pasó aquí?

-Lo mismo está pasando aquí.


El “disfrute sensual del poder”

Luis Manuel Esculpi recuerda a disidentes soviéticos perseguidos y posteriormente rehabilitados. También, al general Arnaldo Ochoa, acusado de narcotráfico por la Revolución Cubana y fusilado.

-¿Lo que está ocurriendo es por el socialismo real?

-Es, sobre todo, la intención de mantenerse en el poder a como dé lugar.

-¿No hay ideología? ¿No hay proyecto?

-No hay ideología, no hay proyecto ni nada de eso (…) Creo que, con el tiempo, el poder, el disfrute sensual del poder… la gente se acostumbra a la alfombra, a que le toquen el Himno Nacional…

El poder se convierte “en un fin en sí mismo”, acusa, y no en un medio.
Para el dirigente no todo tiempo pasado fue peor. A su juicio, en el periodo entre 1958-1998 “progresó mucho el país”, a pesar de los errores de la izquierda.

-Pero por algo llegamos a esta situación. Había descontento.

-Había descontento porque las generaciones más recientes no conocieron el periodo de florecimiento de la democracia, sino que conocieron sobre todo el periodo de degradación, de la corrupción. Sin defender el pasado, los ladrones del pasado eran robagallinas frente a la corrupción que estamos viendo ahorita. Carlos Andrés Pérez fue juzgado por 250 millones de bolívares, 17 millones de dólares. Ahora nada más los bolichicos se robaron miles y miles de millones de dólares.

Luis Manuel Esculpi analiza que, del Viernes Negro (1983) en adelante “hubo una degradación de la política”.

-¿Estamos en un momento similar? ¿Como el desencanto de finales de los años 80?

-Hay un desencanto mayor, incluso.

-¿Desencanto con qué?

-Desencanto de la gente que soñó que era posible tener un país de libertad con igual de oportunidades, con justicia. Lo que está ocurriendo en el campo de la justicia… Uno estaba en contra de la “tribu de David”, pero lo que está ocurriendo ahorita son tribus de Goliat.

Cita el caso de la jueza militar Luz Santafé, que huyó a Colombia; el juicio contra Raúl Isaías Baduel y las condiciones de su detención, “el mismo tipo que devolvió a Chávez y que era un ídolo”; la supuesta confesión del diputado Juan Requesens. En el pasado “guardaban las apariencias de algunos casos”, contrasta.

-¿Qué es esto? ¿El pasado, pero peor?

-Peor. Estamos viviendo una de las etapas más oscuras que ha vivido Venezuela en la historia contemporánea. Desde el punto de vista político y económico estamos peor que en la Guerra Federal. Este es el éxodo más grande que ha conocido un país en América Latina, y no solo por razones políticas. Es que hay hambre.

Antes, reitera, “había pobreza, había techos de cartón, pero la gente tenía un mínimo de nutrición. Ahora la cosa es dramática”.


Hay “un mezclote”

-¿Esto implica el fracaso del socialismo como concreción?

-Este es un modelo autoritario que habla en nombre del socialismo. Yo me he venido más hacia el centro. Ves en Suecia que en los hoteles no hay quien te cargue las maletas, ves el rey echando gasolina. Los trabajadores tienen un nivel de vida. Eso es la socialdemocracia, que uno a veces la censuraba. Ves el progreso de España con Felipe González. Ves en Suecia que el primer ministro (Olof Palme, 1986) fue asesinado entrando al metro. Eso no lo ves aquí. Aquí un ciudadano cualquiera, te tranca la calle y ves después que pasan unas camionetas último modelo. Los que decían que iban a eliminar las escoltas, que iban a convertir La Casona… esto ha sido horrible.

-Por eso le preguntamos. ¿Esto es lo peor de antes, pero con obesidad?

-Los polos se encuentran. El estalinismo se encuentra con el fascismo.

-¿Hablaría de un gobierno fascista en Venezuela?

-Yo hablaría de un mezclote. Es un arroz con mango. Hay gente que habla de la izquierda y cree en ella, gente que no cree pero lo utiliza por oportunismo y gente que simplemente está por tener cargos y por un fin en sí mismo.

-¿El mezclote tiene algún futuro?

-Esto tiene que tener una alternativa.

-¿La alternativa es “vamos a perseguir al comunista, vamos a perseguir al chavista”?

-No. Yo estoy de acuerdo con Paulina Gamus en esta afirmación: las direcciones políticas no pueden estar presas del Twitter. Ese es el Twitter. Pero te encuentras al ciudadano común y su problema es cómo sobrevivir el día a día. Uno mismo tiene que ver cómo va a vivir la semana que viene. Aquí hubo una reducción hacia abajo. Nosotros estamos ganando todos salario mínimo.

-¿Esa igualación hacia abajo es de los proyectos del socialismo real?

-Si esto se asemeja en algo a lo que alguna vez fue la izquierda, es al socialismo real, no al socialismo democrático. Se vanagloriaban de haber hecho muchísimas elecciones, pero cuando vieron que podían perder una elección, apelaron a la trampa. Cuando perdieron la Asamblea Nacional, en 2015, inventaron la constituyente se perdió un principio elemental de la democracia, de un elector=un voto. Eso hizo que la gente perdiera confianza en el voto para las elecciones de gobernadores, aunque Andrés Velásquez ganó en el estado Bolívar. El CNE tiene eso allí. La gente ha perdido confianza en el voto.

Maduro hasta enero de 2019

-¿Eso implica no participar en las elecciones municipales?

-No necesariamente. Si me coloco en los zapatos de los alcaldes, de la gente que hace trabajo de base, comprendo que quieran votar. Si me coloco en la posición de los gobernadores, querrán tener el respaldo de los concejos municipales. Creo que hay que asumirlo con mucha flexibilidad.

-¿El que quiera, que participe?

-Sí. No creo que se deba imponer una línea, tal como está la oposición. Si la Constitución va a referéndum en las condiciones de un voto = un elector, creo que hay que rediscutir el tema de llamar a votar “no” si la Constitución tiene todo lo que suponemos que tiene. Porque no va a ser para mejorar lo que existe. Creo que hay sectores que se vinculan al oficialismo que votarían “no”.

-¿Sería un error de la oposición no votar, en ese caso?

-Por eso digo que hay que considerarla. Maduro es presidente legítimo, nos guste o no, hasta el 10 de enero de 2019. Del 10 de enero en adelante entra en discusión su legitimidad si esas elecciones fueron como fueron. Si ellos hicieran lo que algunos han sugerido, que es llamar a referéndum en diciembre, una derrota política de la Constitución, más el cuestionamiento de Maduro en enero, crea un cambio en la situación política.

-¿Por eso cree que no va el referéndum de la Constitución?

-En diciembre. Porque Diosdado (Cabello) no va a querer ceder su cuota de poder para negociar con Maduro. Si somete a referéndum la Constitución, la constituyente desaparece, porque cumplió su misión, y Diosdado tiene eso, que es su cuota de poder, que además es su carta para negociar con Maduro. A ellos los une el objetivo del que hemos hablado, que es conservar el poder.

-Usted dice que a partir de enero entra es cuestionamiento la legitimidad de Maduro. Pero es un hecho político que es presidente de la República.

-Sí es un hecho político. La constituyente es un hecho político, independientemente de que es ilegítima, pero allí está. Lo otro es negar la realidad.

-¿Tiene la oposición cómo decirle a Maduro “usted es ilegítimo, usted se va”?

-Igual que hablo de las izquierdas, hablo de las oposiciones. Distingo cuatro oposiciones: una, extrema, en la cual están María Corina Machado y Antonio Ledezma. Otra oposición en que están Henri Falcón, AD y Un Nuevo Tiempo. Otra oposición en la que están Voluntad Popular y Primero Justicia, también La Causa R. Y una oposición que es el chavismo disidente, en la que están los exministros de Chávez, alguna gente de Aporrea. Clíver Alcalá, Miguel Rodríguez Torres. Llegará la coyuntura en la que toda esa oposición se encuentre.

-¿Qué hará que esa oposición se encuentre? Porque los proyectos políticos son muy distintos.

-La proximidad y la visualización de una salida en términos históricamente inmediatos. Una hipótesis: si convocan el referéndum de la Constitución, y las oposiciones se ponen de acuerdo para votar “no”, y hay un elector = un voto, esa elección se ganaría. Sería una derrota política que se empataría con los hechos de enero de 2019 y la presión internacional. Cuando hablo de la presión internacional no me estoy refiriendo a invasión ni a nada de eso, sino sobre todo a medidas que afectan a los funcionarios. Las sanciones.

Crisis de gobernabilidad goteada

Funcionarios que se han ido, figuras que deciden romper con el Gobierno son algunos ejemplos que cita Esculpi. Hay personas que “comienza a ver que el llamado proyecto no es un proyecto, sino la manera como una macolla quiere conservar el poder”, estima.

-¿Usted ve un deslave de gente que se va a seguir separando del gobierno?

-Sí. Y todas las transiciones han contado con gente del régimen anterior.

-¿En esa transición tiene que estar el chavismo?

-Sí.

-Pero hay gente que dice que no.

-La vida los derrotará.

-¿Lo que usted ve es que esa transición la podría encabezar alguien que está al lado de Maduro?

-Sí surge, no lo descarto. Yo no descarto un outsider.

-Otro escenario es que el presidente Maduro se estabilice.

-Es difícil creer que, tal como están las cosas, si no hay un cambio de política económica, que no se vislumbra, y no hay un cambio de gobierno, esto dure seis años más. Si Maduro toma posesión en enero, más allá de su cuestionada legitimidad, se supone que es por un mandato a seis años. ¿Te imaginas que el país aguante eso?

-En otros países ha ocurrido.

-Pero no con nuestras características. Cuando trataron de imponer la venta de gasolina controlada en San Cristóbal, se trancó la ciudad. Tenían que llevarlo el lunes a todo el país; no lo hicieron. ¿Por qué no lo hicieron? Porque temieron que lo que ocurrió en San Cristóbal sucediera en todo el país. Eso generaría una crisis de gobernabilidad muy grande, a la cual ellos le temen.

-¿No hay una crisis de gobernabilidad ahorita?

-Pero no tiene un encuentro masivo. Existe una crisis goteada, y ellos le aplican “candelita que se prende, candelita que se apaga”.

-¿La crisis de gobernabilidad ahora es goteada?

-Es goteada. Hay candelita, pero no ha habido incendio. Ellos le temen al incendio.

-La candelita puede ser la chispa que encienda la pradera.

-La candelita de Guarenas fue la que encendió la pradera el 27 de febrero de 1989.


Negociar elecciones

“No descarto que la presión internacional y que la situación nacional obligue al Gobierno a negociar”, sentencia.

-¿A negociar qué?

-La salida de Maduro. Unas elecciones verdaderas, con un CNE distinto. Lo que se planteó en República Dominicana.

-¿Elecciones que usted da por hecho que Maduro no las gana?

-No las gana. Hay que darle la posibilidad a la gente en el exterior de que vote.

-Nada pareciera indicar eso.

-No es que la semana que viene Maduro va a negociar. Pero si esta cosa sigue así, viene una crisis de ingobernabilidad. El país se les fue de las manos. Las medidas que anunciaron ya se agotaron. Estamos ganando 1.800 bolívares soberanos y eso no nos da para nada.

-Pero hay planes del Gobierno: El lingote, el petro.

-Diosdado demandó a La Patilla y El Nacional y está cobrando en dólares. ¿Por qué no cobra en petros? El petro es un artificio.

-¿Cuál es el proyecto de nación que usted piensa que las cuatro oposiciones harán? Porque cada quien tiene una Venezuela en su cabeza.

-Está bien, pero hay unas cosas de acuerdo. Ir a los organismos multilaterales hasta gente del chavismo cree que hay que hacerlo. Otro punto de consenso es el retorno de capitales; si creas reglas de juego aquí puede venir capital extranjero y capital nacional a invertir. Pero con estas reglas de juego… Para fundar una empresa en Venezuela hay que dar 37 pasos y son 11 meses. Hay países con menores potencialidades que nosotros que se han podido recuperar. Puede haber un encuentro. Están por aparecer oposiciones.

-¿Cuáles?

-En el chavismo puede haber gente que todavía no haya aparecido en la disidencia, que pueda sumarse a eso. Lo que algunos llaman “la ruptura del eje dominante”. A quienes han estudiado transiciones, les digo: “Hay que dejarle algo a la vida”, frase de Pompeyo Márquez.

-¿Qué significa dejarle algo a la vida?

-Que tenemos nuestras particularidades. Por eso te cité el 23 de Enero de 1958, la apertura del gomecismo. Pero algunos que dicen estar de acuerdo con esas tesis, cada vez que se asoma alguien disidente, comienzan a buscarle todo… Hay sectores con los cuales he hablado, que no comparten las políticas del Gobierno, pero les aterra el Twitter.


Acuerdo de convivencia

-Hay sectores que apoyaron a Chávez y no apoyan a Maduro, y ¿cuál es el mensaje de la oposición hacia ellos? Que los van a colgar de un poste.

-El problema es el discurso de la oposición. Hay que uniformar un discurso. Hay factores que son decisivos para que el cambio político se produzca en las condiciones que posibiliten la gobernabilidad. En ese sector hay sectores importantes de la Fuerza Armada. Yo estoy en contra de que se diga que toda la Fuerza Armada es corrupta y narcotraficante, porque no es verdad y porque unifica a una institución que tiene espíritu de cuerpo. Prefiero decir que son sectores de la Fuerza Armada, que son algunos del Alto Mando; ni siquiera todo el Alto Mando.

Para Esculpi, “lo que pasa es que una parte de nuestros problemas es que los partidos surgidos en este tiempo y se confiaron en que los grandes medios de comunicación estaban en la oposición y la política se hacía a través de los medios”.

En consecuencia “abandonaron lo esencial: el trabajo en la base de la sociedad, la comunicación directa con el ciudadano. Ese trabajo de base está planteando recuperarlo. Algunos lo están haciendo muy lentamente. Claro, eso no es de la noche a la mañana”.

Cree “que va a haber reencuentros en la base de la sociedad. Eso comienza a asimilarse en la medida en que haya algunos ejemplos demostrativos”.

Por ejemplo, enfatiza, “la incorporación de Sergio Sánchez y Nicmer Evans (dirigentes de izquierda) como voceros es importante. El hecho de que Sairam Rivas (dirigente de Bandera Roja) haya sido la vocera para condenar la detención de Miguel Rodríguez Torres (que la detuvo cuatro años antes) es un mensaje contundente. Esas cosas pueden contribuir a ablandar las resistencias que haya en esta materia. Claro, la política ha tenido ribetes muy emocionales; a veces lo racional no es lo que priva, sino lo emotivo y lo visceral. Peor aún.

-¿Se está haciendo política con las vísceras?

-No lo digo para justificar, pero es una reacción. Si ves que desde el poder se hace lo que se hace, la gente reacciona de esa manera. Pero llegó el momento de lo racional. Creo que vamos a vivir coyunturas interesantes.

-¿En lo inmediato?

-En lo inmediato hablando históricamente. No es la semana que viene. Puede ser en los próximos meses. En el próximo tiempo. Uno no puede, en política, fijar fechas, salvo que esté en una coyuntura como la de 1917. Ahorita vivimos una situación distinta, y hay unas complejidades grandes.

-¿Qué proyecto ve para el país? ¿Un proyecto socialdemócrata?

-Un proyecto que tenga elementos de la socialdemocracia, pero que la derecha democrática también participe. Un proyecto de centro democrático, en el que habrá factores de la socialdemocracia y habrá sectores de la derecha democrática.

-¿Un pacto?

-Un acuerdo de convivencia hacia el centro.

-¿Con la misma Constitución?

-Con la misma Constitución. La Constitución es un punto de encuentro.

06-10-18




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