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martes, 8 de enero de 2019

El Plan País. El día después. ¿Elemento cohesionador?, por @carome31




Carlos Romero Mendoza 07 de enero de 2019
@carome31

El año está concluyendo y las expectativas de Venezuela no son precisamente las mejores, pues llega enero 2019 con la definitiva ruptura del orden constitucional y del orden democrático, que han calificado como la prolongación de la usurpación de funciones del Presidente de la República.

Creo que es muy claro que el 10 tendrá un significado político significativo, en la medida que la sociedad civil logre demostrar organización y efectividad para hacer sentir que comprende el momento político que representa ese 10 de enero de 2019, de lo contrario, será sólo una fecha más, de las tantas que ya existen en la historia política reciente del país.

Es indudable que a partir del 10 de enero la visión de la comunidad internacional sobre realidad política, social y económica de Venezuela, logrará encontrarse con la denuncia que por años ha venido realizando la sociedad democrática venezolana.

En ese marco, la presentación de una parte del “Plan País. El día despúes”, el pasado 18 de diciembre, representa un importante aporte positivo y esperanzador en el camino que debe recorrerse para alcanzar niveles adecuados de cohesión social, en aras de lograr una hoja de ruta sostenible para una futura transición en Venezuela.

La desconfianza entre los venezolanos, que según el informe de Latinobarómetro 2017, es la más alta en América Latina y la más dramática fotografía de Venezuela de estas últimas décadas, podría encontrar en esos lineamientos generales sobre “el día después”, un aporte concreto para ir recuperando niveles de confianza. En la medida que aumente el compromiso en aplicar esas medidas que el país reclama, podremos enfrentar con éxito, desde el punto de vista técnico-político, el desafío de una transición.

“Cuántas veces  se ha reclamado la falta de Unidad, pues en este “Plan País. El día después”, se registran no sólo la visión de la sociedad civil que logró participar en el Congreso Nacional promovido por el Frente Amplio Venezuela Libre, sino que además, se ve acompañado del compromiso de los diputados de la Asamblea Nacional.”

Asamblea Nacional y los distintos sectores de la sociedad civil han logrado encontrarse en función de unos compromisos generales, concretos y además, urgentes para abordar la situación venezolana.   Si ese “Plan País, El día después”, logra profundizar los vínculos y lazos sociales entre distintos actores políticos para asumir la hoja de ruta hacia una transición, claramente se estaría aportando un extraordinario valor a la necesidad de restaurar niveles básicos de cohesión social.

Precisamente la confianza es uno de los elementos claves para lograr hablar de cohesión social, de allí se puede entonces empezar a tejer redes y con mayor facilidad, impuslar acciones unitarias orientadas a un mismo fin.

Según información pública, se hizo una primera presentación del Plan País, que cubrió el aspecto económico y social; asumiéndo sus promotores el compromiso de hacer una segunda presentación en enero, que abordará  propuestas en el área de seguridad y soberanía territorial, abastecimiento y seguridad alimentaria, servicios públicos y justicia, instituciones y democracia.

Esa primera presentación recorre las redes sociales y se introduce como el Acuerdo político, de 42 puntos, para rescatar a Venezuela de la crisis social y del colapso económico.

Que importante sería, a los fines de contribuir con la necesidad de restaurar la cohesión social en Venezuela, que ese Acuerdo presentado, fuera el documento base para el debate parlamentario a los fines de aprobarlo de manera institucional como un Acuerdo Político-Social, previo a una consulta ciudadana, que le brinde al mismo la legitimidad necesaria y reivindique las atribuciones de la Asamblea Nacional en el marco de la Constitución.

El valor cohesionador de ese “Plan País. El días después”, dependrá de la capacidad real, tanto de la Asamblea Nacional, como de los demás actores de la sociedad civil, de divulgar, debatir y comprometer a los venezolanos con esas líneas generales.

No se necesitan grandes maquinarias para ello, basta activar los grupos y redes sociales que existen en cada municipio y que cada una promueva un espacio para su análisis y valoración, que concluya con una manifestación expresa y simbólica de respaldo al mismo.

Ese compromiso simbólico puede servir de antídoto contra la desesperanza y la desconfianza y además, servir de motivador para reorientar las fuerzas sociales hacia una unidad superior, que se mantiene en compromisos concreto  en un objetivo común:  lograr el cambio político que el país reclama

Carlos Romero Mendoza
@carome31

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