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lunes, 11 de febrero de 2019

2019: Escenarios para un final, por @thayspenalver




Thays Peñalver 10 de febrero de 2019

En principio hago una llamada a la cordura y la sensatez

Me había prometido no escribir de nuevo por un tiempo, pero luce imposible. En principio hago una llamada a la cordura y la sensatez. Son tiempos de calma olímpica y no de histeria colectiva, porque el adversario es complicado. Hemos llegado al final, no hay vuelta atrás para las partes, los tiempos están pariendo una nueva Venezuela. 2019 es el ultimo año de la locura revolucionaria. Pero hay que buscar a toda costa una salida sensata, real y definitiva, porque sobre todo amigos, necesitamos que el proceso sea irreversible. Lo segundo, es que este momento de la historia significa aplicar el sentido común, nunca antes había sido tan necesario un poco de éste, que es sin duda alguna, el sentido menos usado en Venezuela.

Les pido de primero a mis lectores que no se hagan eco de la idiotez de una invasión en horas, las condiciones no están dadas y esa opción solo está sobre el papel en el Pentágono y sin duda alguna, ya fue planificada al detalle. Pero no amigos, usted no se va a enterar por un audio de Watsapp, usted verá los preparativos y se enterará, porque Venezuela no es Panamá, ni Grenada. Así que no le pido que descarte un audio, sino todos, pues son los mismos que avisaban del golpe inminente todos estos años, los que ahora están dateados directamente por Trump de la invasión.

Así que créame amigos lectores, que esa opción si bien es cierto que por primera vez es factible en la historia, es el último y más alejado de los escenarios así que créame, que cuando llegue ese momento, usted lo sabrá como lo supo la Junta Argentina, como lo sabía Noriega, Gadafi o Saddam Hussein. Mejor  enfoquémonos a los escenarios reales que vienen y como prepararnos para lo que sucederá, en lo personal, familiar y de cara al país.

¿Qué va a hacer el régimen? Simple. Evitar a toda costa el quiebre militar en corto plazo, mermar la resolución de nuestros aliados, dividir sus opiniones para evitar la opción militar, dividir a la oposición con premios y elecciones, posiblemente veremos que han logrado detectar un nuevo golpe o magnicidio que lleve a lideres detenidos, atacarán las debilidades jurídicas y políticas de Juan Guaidó, así como esperaran a la crisis terminal que se generará y culparlo de todo lo que vamos a vivir en Venezuela, de cara a los militares, al chavismo y a los derrotistas de oposición. Porque como reza el dicho, todo el poder, genera toda la responsabilidad. Y aquí amigos, es donde el tiempo es oro.

Sobre el quiebre ¿que necesita la oposición?, pues es simple, no necesita que salgan los generales pronunciándose rumbo al exilio, esa es la mayor señal de debilidad que puede tener, porque significa que abandonaron sus cuarteles porque no ven movimientos en los cuales participar, mucho menos necesita un pronunciamiento como el de la mañana famosa del 11 de Abril donde cuatro gatos variopintos se adjudicaban un supuesto golpe de Estado, porque eso hace que la mayoría se repliegue. En teoría la oposición necesita lo que ocurrió el 23 de Enero y la famosa noche de Abril, una gigantesca huelga de brazos caídos de casi todas las guarniciones del país y de la Guardia Nacional, que fue lo único que verdaderamente convenció a Pérez Jiménez o Chávez de salir. El resto, es brizna de paja.

Por lo tanto, la oposición en su conjunto luce preparada para un escenario de corto plazo. La amnistía para los militares fue ofrecida el 11 de enero, el 22 ya fue concretada en forma de Ley. Ahora va a tratar de romper la cohesión militar con la ayuda humanitaria justo en la semana, que se cumplirá el primer mes, desde el ofrecimiento y sin sanciones a la cúpula militar. En este juego, el régimen lógicamente jugará a “desdentar” y debilitar el sector militar adverso y controlar las brigadas más poderosas, que están sobre una presión extraordinaria.

Ahora bien, entienda también algo básico, son veinte años que se dicen fácil y a los políticos les cuesta mucho a veces entender que el chavismo es una inmensa red entretejida de intereses. Están los generales vinculados con políticos a bancos, a aviones, a barcos, a empresas, al agro, al cemento, aluminio, hierro, minas, oro, diamantes, uno en cada rubro de importaciones, están los generales de distribución de harina, carne, pescado, Clap. Los generales de los contratos petroleros, los de servicios, los asfalteros, tuberías, agua, los de infraestructura y todo esto es piramidal, pues permea a coroneles y demás en lo que nuevamente hay que llamar a Rómulo Betancourt para que le enseñe a las jóvenes promesas de la política que una dictadura, no es de un solo hombre, una dictadura no es otra cosa que “el pingüe negocio del coronelato” (Betancourt Dixit).

Es precisamente esa inmensa red de intereses piramidal, con un presupuesto aparte en dólares la que convierte a la mitad de los generales en guachimanes de su negocio, unos que están mas activos conculcando movimientos subversivos, que los cubanos. ¿Se va a romper la red? Sin duda, en horas históricas, pero no era, ni será tan rápido ni fácil como habían pensado muchos.

Para el tema de ayuda humanitaria el régimen sencillamente tiene dos escenarios. El primero es ganar tiempo escalando en su negativa, para que la crisis generada por las sanciones afecte a la mayoría en grado mayor, mediáticamente imponer la idea de que se trata de limosna y dependiendo de la presión mundial y la crisis de liquidez, permitir el ingreso “gracias al dialogo” supervisado por la ONU o países neutrales, a sabiendas que veinte o cuarenta millones de dólares, son una aspirina para la grave enfermedad y culpando a la oposición de haber generado el Caos.

Otro escenario es que el régimen jugará al diálogo y negociación, cediendo posturas inauditas para ganar tiempo y aliados. El doble discurso europeo, con el juego de policía bueno y policía malo, lo que realmente hizo es reconocer el poder de ambos gobiernos Maduro y Guaido, de cara a la negociación. Mientras estos países estén negociando, la posibilidad de generar una acción más drástica se aleja. Si el régimen logra evitar el colapso militar, esa postura se aumentará con muchos países, porque sencillamente verán que no hay tal cosa como una salida rápida.

El tercer y lógico escenario es el de aprovecharse del colapso total que viene. Porque debemos estar preparados, en caso de que no funcione el primer escenario, donde la oposición tendrá que afrontar el desaliento de un sector propio que creyó nuevamente en una salida rápida, para afrontar a un régimen contra las cuerdas, que ha decidido la opción de escalar el conflicto. Y me refiero al juego de ajedrez económico entre las partes. Estados Unidos ha  optado por secar las arcas de Maduro para generar la crisis terminal y entregarle el dinero a Guaidó, quien nombrará nueva directiva en Citgo, mientras que Maduro ha respondido con la opción nuclear, pues no le enviará: “el crudo (a) una cuenta bloqueada con intereses a favor del diputado que se autoproclamó presidente” (Televen) por lo tanto repatriaron al personal de la empresa (Reuters), exigirán el pago anticipado del petróleo, (en cuentas distintas a dólares) y declararán fuerza mayor selectiva en los contratos (03-02). Lógicamente eso no lo puede hacer nadie, porque sería una forma de evadir las sanciones.

¿El resultado? La inminente parálisis. La flota de tanqueros venezolana está parada frente al terminal de José (Reuters[1]), mientras la flota de tanqueros estadounidenses están parados en el golfo de México (Bloomberg[2]) y lo están porque nadie puede pagar, PDVSA no les despacha sin el pago, y las empresas solo pueden pagar a la cuenta que Estados Unidos tiene a nombre de Guaido. ¿el daño colateral? Muchas empresas extranjeras no querrán meterse en problemas. Los otros dos socios potenciales India y Singapur, podrían recibir “dispensas” para continuar operando, pero ¿a que arcas llegará ese dinero?. China podría aceptar una parte del petróleo venezolano y pagar en yuanes, pero en el corto plazo la mayoría de los analistas petroleros colocan una nueva producción, menor a los setecientos mil barriles de petróleo y otros la colocan menor a cuatrocientos mil.

Esto amigos generará en los próximos meses la mayor crisis de liquidez que viviera una nación en Latinoamérica, hablamos de impagos generales, de nulas importaciones, de acreedores y fondos buitres, de falta de insumos y un impacto severo, es decir una paralización total y terminal. Para usted y para mi significa que no habrá gasolina, alimentos a escala general y que no habrá nada. A eso, estará jugando el régimen. Es decir, que frente a un gobierno que no puede ejercer en el exterior porque perderá todas sus embajadas, ni puede resolver nada a lo interior, sencillamente optaran por subirle el costo político a Juan Guaido, quien de cara al sector militar, al chavismo y a la oposición y naciones que dudan, mediáticamente sembraran la idea de que quien tiene el dinero, tiene la responsabilidad.

Aunque parezca que los escenarios del final son muy difíciles, lo que quiero que entienda es que no hay salidas fáciles, ni expeditas. Todo final, supone también un principio de otra cosa que no esta exento de tropiezos y de lo que hablaré en los siguientes escenarios. Lo importante aquí amigos, es que no hay un solo militar y un solo chavista que no esté pensando en un plan B, pues la amnistía les supone continuar el camino político y de carrera, por lo que todo dependerá de la presión. La oposición debe prepararse también para esos escenarios de mediano plazo, porque una cosa es ganar y otra sostenerse en el poder después.

Lo importante igual, es que vivimos el final de un periodo de la historia. Vivimos los últimos segundos, que siempre son los mas angustiosos y desesperantes. De eso hablaremos en mi próximo artículo. Pero lo más importante es que usted se prepare para lo que viene y prepare a su familia. Le ruego que tome previsiones lógicas para enfrentar el colapso de todo un modelo.




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