Emmanuel Giménez febrero
de 2015
Mucho
se habla en la Venezuela de hoy que todos debemos luchar para sacar adelante
este país, que no debemos abandonar la pelea por el progreso y el futuro de
esta nación tan dichosa, pero aunque nadie quiere que bajes los brazos, tampoco
te responden ¿Cómo lucho?
Es
innegable que cuando las crisis azotan a las sociedades, con un capítulo más
hoy en Venezuela, se necesita que algún soñador pueda imaginar lo que nadie más
puede ver en la realidad, uno o varios liderazgos que conduzcan a la gente
hacia el camino, quizás difícil pero necesario para salir adelante y el empuje
viene sin duda por la esperanza a ese cambio. Lo que te mantiene de pie a pesar
de los golpes de la crisis es la esperanza al cambio. La Mesa de la Unidad ha
dejado claro que una Venezuela de progreso es posible y la candidatura de
Henrique Capriles en su momento casi hizo tangible ese cambio, por lo tanto si
abrimos los ojos, veremos luz al final del túnel, el problema es que hacemos
individualmente para llegar allá.
Sepa
primero que nada, que de esta crisis todos somos responsables y todos debemos
aportar. Lo primero es que usted sea próspero en su trabajo, no deje de
perfeccionarse en su oficio o profesión. Sí, es difícil lo sé, pero no espere
que nada lo sea si queremos salir de esta situación. Una nación de gente trabajadora
no puede tener otro destino que el progreso y a eso debemos apostar.
Lo
siguiente es que usted sea incorruptible, construya una pared moral ante las
bajas tentaciones de tomar atajos en el camino de lo correcto. No se coma la
luz y si lo hace bajo la vigilancia de un oficial de tránsito, no caiga en esa
de colaborar para el “cafecito”, pague su multa y tome la lección como
aprendida. Los principios son las normas que nos guían como personas éticas,
revise los suyos y sea severo en su propio cumplimiento, así dará el ejemplo,
no olvide que el venezolano admira al que hace las cosas bien, es hora de
copiar lo bueno.
Hoy
nuestro país no goza en abundancia de moral ni de luces en general, por eso se
hace difícil confiar en los demás. Por lo general esperamos lo peor como
mecanismo de defensa y eso se aplica con frecuencia en política. Para que
Venezuela avance debemos movernos todos en una misma dirección y debe haber una
voz cantante que nos guíe. Le recomiendo bajar la guardia y confiar en los
líderes que usted vea más cónsonos a su forma de pensar.
Por
último estimado lector, no pierda la fe en el voto. Dejé esto para el final
porque para algunos es casi algo ingenuo por la historia electoral reciente.
Cambiar al país a corto y mediano plazo, necesaria y casi exclusivamente pasa
porque usted exprese el futuro que desea a través de su voto. No pretendo ser
incauto y hacer caso omiso a las frustraciones que hemos tenido, pero la verdad
es que nuestra sociedad cambiará cuando no sea la mitad más uno que procure un
cambio de este modelo corrompido, para ello debemos ser una gran mayoría y si
se fija con cuidado, ya casi puede ver esa mayoría. Vaya y haga su parte.
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