Luis Manuel Esculpí
febrero de 2015
Cabrujas
recordaba sus tiempos de militante en una célula aludiendo al esquemático orden
del día de las reuniones semanales 1) Organización 2) Finanzas 3) Varios. Para
José Ignacio en el punto varios era "donde estaba la vida", allí era
donde se trataban los verdaderos problemas de la cotidianidad que constituían
el centro de las inquietudes y preocupaciones de los camaradas que hacían vida
política en Pérez Bonalde. Allí donde según él "Pompeyo lo metió en la
cueva del multígrafo" para sacarlo años después de esa caverna. Esas
palabras se las escuché al dramaturgo en un acto al que le habíamos solicitado
Eduardo Pozo y yo que participará como orador.
Este
cuento me viene a la memoria a propósito de la inveterada costumbre en las
reuniones de las direcciones políticas de iniciar su agenda con un informe
político, Pompeyo Márquez usaba a menudo la frase "hay que analizar
adecuadamente el momento político que vivimos" al comenzar el respectivo
informe. Al que dedicábamos muchas horas de debate y allí si constituía el
centro de la reunión
Pienso
que hoy también se trata de hacer una acertada lectura del "momento"
por el cual atravesamos. El gobierno interpreta en forma equivocada la realidad
actual; frente a una crisis económica, social y política de dimensiones no conocida
nunca antes en nuestra historia, en vez de procurar aliados, de solicitar
colaboración del sector privado, de profesionales y asesores competentes, apela
a la agresión y al insulto. Se aísla, día a día, nacional e internacionalmente.
Recurre
al manido recurso de la "guerra económica", el golpe de Estado y el
magnicidio. La evasión de la realidad no niega su existencia, ella está allí,
desmejorando dramáticamente las condiciones de vida de los venezolanos.
A
las fuerzas de la alternativa democrática también nos corresponde hacer una
lectura adecuada del momento político, analizar los diversos estados de ánimo
del país, donde se combinan una amplia gama de sentimientos: malestar,
descontento, incertidumbre, miedos, indignación, decepción, desesperanza y en
algunos casos resignación. Lo cierto es que Maduro cuenta con el menor nivel de
respaldo que gobernante alguno ha tenido y que la mayoría lo considera
responsable de la situación actual, sin embargo esa inmensa procesión de
malestar y descontento que recorre las entrañas de la sociedad, aún no percibe
a la oposición como una alternativa real.
He
allí nuestro principal desafío en el propósito de conformar una sólida y amplia
mayoría que pueda expresarse en eventos decisivos para alcanzar el cambio político.
Una acertada interpretación de estos fenómenos es la que posibilita el diseño
de una estrategia victoriosa.
Minimizar
el plus que significa la acción unitaria por extrapolar situaciones que no son
reflejo de la existencia nacional resultaría un grave error, el que en la ULA,
la UCV y el Colegio de Ingenieros de Guayana haya triunfado la oposición
participando dividida no puede ser un ejemplo a imitar.
Hay
que combatir la tentación divisionista. Propendemos a confundir nuestro entorno
más próximo y ahora en la red a nuestros seguidores con el pensamiento de la
mayoría. En las elecciones universitarias los que se guiaron por twitter no
pegaron una. No se puede confundir 2.0 con todo lo útil e importante que es,
con el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico