Por Jesús Alexis González, 04/07/2016
En la interacción con la realidad exterior, tendemos a
integrar en nuestra estructura psicológica los conocimientos (saberes) mediante
sistemas coherentes, en el entendido
que todo “nuevo saber” cambia dicha estructura en razón a que el medio nos afecta pero igualmente
estamos en capacidad de afectar el medio
al experimentar reacciones concretas
a fin de superar cualquier situación de desequilibrio emocional inducido por un hecho conflictivo que se acrecienta cuando el elemento perturbador
está ligado al desenvolvimiento socioeconómico nacional (p.ej. falta de
alimentos y medicamentos); todo ello en pro de rescatar el equilibrio emocional perdido bajo innovadoras formas de pensamiento
y actuación que en mucho emanan de la
neurosis (trastornos nerviosos y alteraciones emocionales) o del arrepentimiento (pesar por haber hecho
algo), que afortunadamente en materia de política de Estado y con sustento
jurídico puede ser canalizado por la vía de un referendo(hasta revocatorio para
el caso venezolano).
Haciendo uso de una exposición problémica (actividad independiente y creadora), vale
referenciar el modelo de actuación recientemente
aplicado en el Reino Unido (RU) que
es un Estado soberano unitario cuyo régimen de gobierno es una Monarquía Constitucional
integrada por Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, comúnmente citada
como Gran Bretaña (GB) al ser la
isla más grande donde se localizan los 3 primeros países mencionados siendo una
división geográfica donde no se incorpora a Irlanda del Norte que forma parte del RU pero no de GB; que
este jueves 23/06/16 mediante un referendo
conocido como BREXIT votó a
favor de abandonar la Unión Europea (UE)
que se fundó un 26/03/1957 con 6 países: Alemania, Bélgica, Francia,
Italia, Luxemburgo y Países Bajos (en el presente son 28 países), y a la cual
pertenece (faltan cumplir unos tramites) el RU desde el 01/01/1973 (en 1992 obtuvo una exención para no entrar
en la Unión Económica Monetaria ni implantar el Euro); siendo un hecho que sin
duda alguna cambiará (para bien o mal)
la vida de los “británicos” pero en simultáneo han ratificado que el poder
de cualquier régimen gubernamental se sustenta en consultar al pueblo sobre aspectos importantes y trascendentes con
vista al desenvolvimiento socioeconómico y la estabilidad institucional.
En lo atinente a la Venezuela del presente, se refleja
un gran descontento interno (acumulado)
ante la existencia de un gobierno
desgastado que genera un malestar
social y una ruptura con la utopía
socialista, al punto que para mayo 2016 según la encuesta de Datanálisis la
gestión del Presidente de la Republica
apenas alcanzó una aprobación del 23% con evidente intención subyacente de
ejercer el voto castigo (este mismo
año) en un referendo revocatorio en
evidente ejercicio de un ¡arrepentimiento!!
Tal escenario se alcanza, a pesar que con la llegada del movimiento
chavista al poder el populismo de
izquierda (doctrina política que se “presenta” como defensora de los
intereses y aspiraciones del pueblo para conseguir el favor de su voto)cobró
mucha fuerza apelando al resentimiento de los pobresal tiempo de amenazar
permanentemente a los “privilegiados”, empleando un discurso polarizador cargado de lenguaje coloquial en su afán de
dividir a la sociedad en campos antagónicos
incluido el deseo de instaurar un modelo
político que pretende monopolizar los Poderes del Estado así como de los
medios de producción.
De igual modo, aspiran la destrucción del sector
privado de la economía tanto por el dirigismo
intervencionista gubernamental como por la paralizante incertidumbre para invertir que experimenta el
empresariado nacional (y extranjero) ante la presencia no solo de un Estado empresario sino por el
desequilibrio funcional del principio de
la separación orgánica de los Poderes en complicidad con un TSJ y un CNE que actúan en contracorriente de las
aspiraciones ciudadanas, hasta perturbarles su estructura psicológica al
extremo de dificultarles visualizar el potencial desenvolvimiento del país al
corto y mediano plazo. En paralelo, están destruyendo el Estado a un costo social de impresionante
resonancia que intentan ocultar negando información oficial por parte del BCV
(tampoco lo hacen ante los entes multilaterales cerrando la oportunidad de
financiamientos cooperativos); lo cual no impide que la mayoría poblacional,
sin contar con “datos estadísticos”, conozca la situación apocalíptica en que
se encuentra Venezuela ya que siente y padece hambre, enfermedades, desolación
y muerte como consecuencia del desgobierno
que nos agobia.
La economía es una representación matemática de la
estructura social, según lo cual la desinformación
de la burocracia gubernamental sobre la ciencia económica se convierte en
la mayor complejidad para sostener la estabilidad institucional y para promover
un crecimiento y desarrollo autosostenido, habida cuenta que la actual
superestructura del poder político venezolano centra su atención no en
diversificar las alternativas de ingresos públicos orgánicos sino en cómo (mal)gastar la hacienda petrolera;
soslayando una verdad de perogrullo como que ¡la política sin la economía no existe! Es de acotar, que en la
CRBV no se define explícitamente un concreto régimen económico a la luz de una
correcta neutralidad política en
aras de evitar dogmatismos ideológicos
irreversibles en cuanto a los roles que debe ejercer en la economía tanto
el Estado como el sistema de mercado (hoy ocupado por un
aberrante “bachaqueo” y por una
indignante entrega de “bolsas de comida”);
siendo responsabilidad del Legislativo y del Ejecutivo en un ambiente de “armonía de Poderes” establecer las líneas rectoras del régimen económico con
obvio apego al marco constitucional, con especial énfasis en la delimitación del ámbito de participación del
Estado (y su circunstancial gobierno) en la vida económica del país.
Con solidez de pensamiento, puede afirmarse que la indeseable permanencia del movimiento
chavista en el gobierno central induciría mayor conmoción y pérdidas
económicas (y mucho másallá) para nuestro país; siendo de obviedad manifiesta
la urgencia vital de celebrar un RR en
2016 a efectos de un cambio presidencial que dé inicio a la “descolonización” en relación a
ideologías obsoletas de tendencia inercial hacia el fracaso (el actual gobierno
está más cerca de Cuba que de la propia Venezuela). La única alternativa de
solución a los problemas socioeconómicos de la Venezuela de hoy es la MADUEXIT, abriendo espacio para
recuperarnos en un tiempo razonable con un nuevo
modelo de relación Estado-gobierno-parlamento-sociedad en un contexto de
una democracia realmente participativa y protagónica que confiera cabida a todos por igual.
En fin, Venezuela requiere de un nuevo gobierno con liderazgo pronunciado, so pena de
entrar en un “pánico socioeconómico” con
fertilidad potencial “para cualquier
cosa”.
Economista Jesús Alexis González
@jesusalexisgon
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