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lunes, 4 de septiembre de 2017

Soluciones, por @freddyspaz



Freddy Paz 03 de septiembre de 2017
@freddyspaz

La actual crisis que vive nuestro país demanda algo mas allá que diatriba política y excusas, demanda soluciones efectivas e inmediatas. Ya no se trata de “encender motores”, ni de medidas promisorias hechas siempre hacia un futuro incierto y que nunca se concretan. Los venezolanos ya nos encontramos en estado de supervivencia.

El pueblo está sometido a una presión de magnitud incalculable para poder cubrir sus necesidades más básicas. La inflación acumulada más alta del mundo, una moneda devaluada al punto de que el costo de la fabricación de los billetes es más alto que su valor nominal, una escasez devastadora que tiene a la gran mayoría de los ciudadanos del tumbo al tambo persiguiendo los alimentos y medicinas que necesita y obligándolo a acudir a un mercado negro que el gobierno no ha querido o no ha podido controlar, no son más que el resultado de casi 19 años de derroche, corrupción y políticas económicas erradas.

Cuando un padre de familia se ve obligado a pagar hasta 18.000 Bs por un kilo de arroz, o 20.000 Bs. por un kilo de pasta, o meterse la mano en el bolsillo para sacar hasta 25.000 Bs por un kilo de carne, surgen las grandes interrogantes… Qué pasó? Con las miles de hectáreas de tierras productivas que fueron expropiadas o confiscadas, en todo el País. Cuáles son los resultados…? quiebre de la producción nacional.

Cuando las personas de la tercera edad, se enfrentan en el mostrador al dependiente de una farmacia y se ven obligados a pagar el monto de su exigua pensión (que en la mayoría de los casos es insuficiente) para comprar los medicamentos que le son imprescindibles para cumplir con sus tratamientos y se ponen en la disyuntiva de comer o medicarse, y también se le vienen a uno a la mente. Dónde se invirtieron o que se hicieron los más de dos Billones de dólares que ingresaron al país en los años de la bonanza petrolera?.

Por qué razón en pleno siglo XXI, en Venezuela, los hospitales son prácticamente cascarones vacíos, donde el personal médico y de enfermería lucha con las uñas y armados solo con su ética y su dedicación para salvar vidas, porque no hay ni inyectadoras, ni gasas, ni medicamentos ni mucho menos material médico quirúrgico, Seria también bien bueno que se le explicara a los habitantes de esta tierra venezolana, la razón por la cual han reaparecido con inusitada fuerza enfermedades como la malaria y la difteria que habían sido erradicadas en nuestro país en la mitad del siglo pasado o que también se les dijera a la gente, porque mueren los niños en hospitales por no haber tratamientos de quimioterapia.

Ya perdimos la cuenta de los planes de seguridad ciudadana que se han implementado en estos casi 19 años, y es difícil, o casi imposible hablar con algún habitante de esta nación que no haya sido tocado directa o indirectamente por el hampa desbordada.

Los servicios en nuestro país son paupérrimos. Los cortes de luz son casi a diario, el agua no llega a muchas comunidades de todo el país, otros reciben agua no apta para el consumo humano; la vialidad y la infraestructura del país es prácticamente la misma que existía hace 19 años, evidentemente en terrible estado por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento.

El éxodo de coterráneos que han abandonado el país empujados por la terrible crisis que hoy nos agobia, se calcula ya por encima de dos millones y medio de almas. Gente joven, preparada, en plena actividad productiva que en vez de estar colaborando con el progreso de la nación, van a dejar sus mejores esfuerzos y conocimientos a tierras extranjeras, lejos de sus familias.

Si todo fuese tan bien como se trata de hacer ver, si los motores hubiesen arrancado, si los planes de seguridad hubiesen funcionando, si los dos billones de dólares del petróleo se hubiesen utilizado para ser invertidos en producir y estimular el emprendimiento, en salud, educación e infraestructura, si la necesidad por hacer grandes y jugosos negocios hubiesen estado enfocados al bienestar nacional, de seguro que no estuviésemos viviendo este profundo drama económico y social que hoy nos asfixia a todos.

En nuestra sagrada y querida nación, no hacen falta poderes supraconstitucionales, ni decretos ley de emergencia económica, ni reuniones tediosas y bizantinas. No hacen faltan más promesas que no se vayan a cumplir ni más “motores intangibles”, ni el ya consabido “yo no fui” o “es por culpa del imperio ó de la burguesía. Aquí lo que hace falta es voluntad política para acometer con ganas la recuperación del país. Deben entender que las necesidades de una élite gobernante o un grupito no pueden estar por encima de las de todo un pueblo.

Son ya casi 19 años, la gente quiere soluciones.

Freddy Paz
@freddyspaz

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