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miércoles, 11 de abril de 2018

Con el plan de los "1.000 días" Cania busca atajar la malnutrición desde el embarazo por @contrapuntovzla



Por Gabriel Barreto


Aunque el centro surgió con la idea de ayudar a la población vulnerable de Antímano, atiende casos de todo el país: 75% de los pacientes de 2017 eran de Caracas y 25%, de otras localidades

Han pasado 22 años desde que abrió sus puertas en Caracas, el Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano (Cania), cuando la primera sede de Cervecería Polar se transformó en un espacio para atender a niños de la parroquia en situación de malnutrición. Después de dos décadas, asiste a pacientes de todo el país.

En 2017 atendieron a 17 mil beneficiarios entre triaje, consultas y atención en la comunidad: 75% provenientes del Distrito Metropolitano de Caracas y 25%, de otras localidades.


Cania busca contrarresta la malnutrición de niños y embarazadas y enseña cómo rendir el ingreso

La desnutrición y obesidad son su foco de trabajo, aunque esta última se presenta ahora en menor proporción, explicó Jacqueline Gaslonde, gerente de desarrollo psicosocial y comunitario de la institución, en una visita que Contrapunto realizó al centro.



La promesa de "1.000 días para toda la vida"

Uno de los proyectos emblemáticos de Cania es el que ofrece acompañamiento a las embarazadas desde que la madre conoce sobre su estado de gravidez hasta que el bebé cumple dos años. El programa, que lleva por nombre "1.000 días para toda la vida", consiste en prevenir nacimientos de niños de bajo peso.

Aunque pareciera que es un proceso que inicia y culmina, por estar establecido hasta que el niño alcanza los 36 meses, "sus beneficios se manifestarán a lo largo de su vida", explicó la pediatra nutriólogo Mariana Mariño, gerente de salud de Cania.


Cualquier decisión que se tome en ese período favorecerá la salud integral del niño, asienta; definirá, inclusive, su estado nutricional a futuro. Dependiendo de lo que se haya hecho durante estos primeros 1.000 días, el bebé podría desarrollar predisposición a la desnutrición y también obesidad o el sobrepeso.

"También está demostrado que la incidencia de enfermedades como hipertensión arterial, obesidades y osteoporosis estarían vinculadas con un mal manejo de la alimentación en los primeros años de vida”, señaló la nutriólogo.

 La talla del individuo también es otro de los factores que pudiera verse comprometido, en relación con el potencial genético.

La posibilidad que tiene un niño de alcanzar una estatura determinada, probablemente, se verá afectada de no cumplirse con los parámetros de nutrición establecidos en el programa. "Esto es algo que pudiera verse reflejado a corto plazo", dijo la pediatra.

Jacqueline Gaslonde añadió que todo el desarrollo psicosocial del bebé está estrechamente relacionado a cómo se alimentó la mamá durante el embarazo o qué tanto bienestar experimentó durante los nueve meses, al igual que el vínculo madre e hijo.

“En la medida en que exista una estimulación temprana de los periodos críticos de aprendizaje como gatear, sentarse, hablar o caminar, que tienen que ver con una alimentación adecuada durante esos 1.000 días, el periodo de desarrollo cerebral se verá reflejado en la capacidad de que ese niño crezca, aprenda y obtenga un buen desempeño en áreas académicas”, ejemplificó Gaslonde.


Para la especialista es importante mantener las mejores condiciones desde la gestación hasta los dos años de vida, tiempo en el que se debe estimular un vínculo de apego madre e hijo que es clave para la conformación de redes neuronales, que tiene relación directa con lo afectivo y con el desarrollo cerebral.

Si a eso se añade el cuidado que los padres hagan del niño como mantener una buena alimentación, llevar un control de su salud mediante evaluaciones médicas periódicas, además de estimulación del conocimiento, entonces se está generando la base de lo que será un adulto sano.

Pero si, por el contrario, no se presta atención a este periodo de crecimiento las consecuencias tendrán impacto en lo social, pues un individuo con déficit cognitivo o con dificultades para manejar el control de impulso no tiene los recursos para autorregularse, porque vivir en sociedad significa saber convivir.
Por todo ello es importante establecer un control nutricional del embarazo, pues es un factor clave para evitar niños con bajo peso al nacer, pues este indicador está asociado a problemas de salud de ese individuo, explicó Mariño, quien agregó que este programa no solo está dirigido a mujeres embarazadas con déficit de alimentación, sino también a aquellas pacientes sanas, pues es justo allí donde se hace la prevención.


En Cania se les ofrece a las embarazadas un control prenatal que, entre otros aspectos, incluye una dieta de acuerdo a su estado nutricional y al trimestre en el que se encuentren, además de promoción de la lactancia materna con actividades de apego y estimulación del bebé.

Después de los seis meses se comienza con la introducción de alimentación complementaria, periodo en el que se le enseña a la madre todo lo que debe saber para garantizarle una buena alimentación a su hijo.

Ambas especialistas, con 20 años dentro de la institución, concluyeron que a lo largo de los años han observado un deterioro en las condiciones de vida, caracterizado por un aumento de las familias multiproblemáticas, un deterioro nutricional de la tendencia por déficit y exceso, así como un cambio de los grupos de edades más afectados, ahora son niños cercanos a los dos años, contrario a lo que ocurría anteriormente.


Clínica Abierta de Lactancia Materna

Cania también cuenta con el programa de Clínica Abierta de Lactancia Materna (Calma), espacio práctico donde acuden las madres con sus bebés para resolver dudas, dificultades y falsas creencias acerca del proceso de amamantamiento. A esta iniciativa también suelen asistir aquellas mujeres que se están entrenando en cómo alimentar a su bebé.

La actividad se realiza dos veces por mes a través de una convocatoria de la cuenta oficial de Cania en Instagram: @caniaoficial.


La doctora refiere que entre las principales inquietudes que suelen tener las madres se presenta la incapacidad de satisfacer a su hijo, razón por la que cometen el error de recurrir a fórmulas lácteas para complementar la salud de su bebé.

“Cania quiere ser ese espacio de acompañamiento cercano en donde se refuerce el rol materno, porque en la medida en que se estimule la alimentación del bebé, mejores defensa y calidad de vida se le estará transfiriendo”, reitera Gaslonde.

10-04-18




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