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martes, 10 de abril de 2018

Educación, pobreza y desigualdad, las mentiras de Jorge Rodríguez en España #CocuyoChequea por @JEANFREDDY



Por Jeanfreddy Gutiérrez


El ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, emprendió una gira por España y Francia, con el objetivo de dar a conocer la versión del gobierno de Venezuela sobre lo que está pasando en el país. La primera entrevista que publicó un medio europeo fue la dada al diario español El País, del 22 de marzo.

Allí Rodríguez declaró que la pobreza bajó de 74 % en 1998 a “un número que se acerca al 26%”, sin precisar el año; aseguró que había “analfabetismo cero” en el país, después de tener una tasa de 12%; que la escolaridad en educación primaria se acercaba al 94%, que Venezuela era el país con menos desigualdad del continente y que 5,8 millones de colombianos hacen vida en el territorio.

Migración: Falso

El equipo de Cocuyo Chequea revisó las cifras, calificó como inconsistente la cantidad de colombianos en Venezuela y un informe viejo sobre la cantidad de colombo-venezolanos y venezolanos que emigran. Esto se puede leer aquí. Asimismo, en alianza con El Tiempo de Bogotá, Efecto Cocuyo realizó una serie de trabajos sobre la migración venezolana, que podrá leer dando clic aquí.   

Pobreza: Falso

En Venezuela se mide la pobreza de dos formas: según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) puede ser según la Línea de Ingreso (en comparación con la Canasta Básica y la Alimentaria Normativa, que no se publica desde noviembre de 2014) y por Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) que mide cinco variables: Inasistencia escolar, hacinamiento crítico, vivienda inadecuada, carencia de servicios básicos y alta dependencia económica, como se detalla en su Ficha Técnica.

En el primer caso, la Línea de Ingreso, el INE publicó que en el primer semestre de 1998 la pobreza se ubicaba en 49% mientras que para el mismo período del 2015, último dato disponible oficialmente, esta se ubicó en 33,1%. Para el segundo método, el ente oficial señala que en 1998 la pobreza estaba en 55,4% de las familias mientras que para en la primera mitad de 2015 esta bajó a 19,1%. Ambos valores se pueden consultar en la web del INE (Pobreza).

Es decir, que en 1998 no fue tan alta como la dicha por el ministro: el valor “alrededor” de 26% parece obedecer al cálculo del promedio entre ambos valores de 2015, el cual no corresponde al método mixto que también publica el ente en este apartado, el cual muestra resultados entre 2002 y 2013.


El último año, 2013, muestra 29,4% de pobreza por línea de ingreso y 19,6% de NBI, mientras la pobreza crónica fue de 10%, no el promedio de estas, que sería 24,5%. Este método mixto también se explica en el documento oficial “Síntesis Estadística de Pobreza e Indicadores de Desigualdad” de 2011 (PDF) del INE.

En este sentido, las cifras de Rodríguez de pobreza no tienen respaldo en datos oficiales, los cuales sí revelan su tendencia alcista: subió a 29,5% y 32,4% para el primer y el segundo semestre de 2014, antes de llegar a superar a un tercio de la población.

Sobre lo dicho por el ministro, en el informe Venezuela en cifras: nuestra transición al socialismo (2015) del Ministerio de Planificación, se cita una pobreza (por línea de ingreso) de 75,5% para el año 1997, mientras que por NBI señala 42,5%.

Así mismo, el informe “Observatorio de la Economía Venezolana” realizado por Isaías Covarrubias Marquina (septiembre, 2012, PDF) y disponible en la web de la Enciclopedia y Biblioteca Virtual de las Ciencias Sociales, Económicas y Jurídicas, señala una pobreza que pasó de 71% a 82% entre 1991 y 1995, mientras que para el 98 alcanzaría un 43%. Además, el informe muestra una relación directa con los precios del petróleo: entre 14 y 16 dólares por barril en primer quinquenio de los 90, así como una pobreza de sólo 32% con el crudo superando los 100 dólares.

Finalmente, a pesar de su rechazo en la entrevista, la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), realizada por cuatro universidades del país, señala que la pobreza se disparó a 87% para 2017, subiendo desde el 81,1% de un año antes.

Analfabetismo cero: Falso

De acuerdo a los resultados obtenidos en el Censo 2011 (PDF), en 1990 habían 11.988.205 personas alfabetizadas en una población de 13.218.852 personas mayores de 10 años en Venezuela. Es decir, que habían 1.230.647 de individuos que declararon no saber leer ni escribir a los encuestadores, lo que arroja una tasa de analfabetismo de 9,31%, menos que el 12% dicho por Rodríguez.

Sobre el analfabetismo cero, el Censo de 2011 lo contradice. Oficialmente es de 4,9%, para un total de 1.101.706 sin habilidades de lecto-escritura para ese año. Diez años antes, en 2001, habían 1.154.013 analfabetos, una tasa del 6,43%.

Por otro lado, la Asamblea de Educación analizó las cifras del Censo 2011 sobre alfabetización. Usando el estándar internacional de medir alfabetismo en mayores de 15, y no de 10 años porque deberían estar en la escuela, la tasa nacional era de 5,23%.

Pero esto se trataba de un promedio, cuyos valores varían entre 1,23% en los dos municipios con menor tasa (San Diego, Carabobo y Mario Briceño Iragorry, en Aragua) y 57,9% en el municipio Alto Orinoco del Amazonas, de mayoría indígena. Similares diferencias sucedían además con respecto a la edad, con 47,17% entre mayores de 95 años y el 21% de los aborígenes, según el documento Empadronamiento Indígena (PDF).

No hay indicios sobre “analfabetismo cero” en Venezuela en cifras oficiales, pero tampoco en la Unesco, ente que según el Gobierno nacional ha reconocido sus logros educativos al respecto y calificar a un país “libre de analfabetismo” si este es menor al 4%. En sus estadísticas de 2016 estiman la población que no sabe leer y escribir en el país en 653.548 mayores de 15 años, es decir, el 2,87% de las personas, pero entre mayores de 65 años se mantiene una tasa de 11,9%.


Escolaridad: Sí, pero…

La Unesco también informa que para 2016 había en primaria un 96,53% de tasa bruta de escolaridad (gross enrolment ratio) que habla de la cantidad de estudiantes enrolados en cierto nivel, sin importar si corresponden a su grupo de edad para ese nivel educativo.

Es decir, que pueden ser alumnos que se retrasaron y son mayores que la edad estipulada. De esta forma, entre 2008 y 2014 esta tasa fue mayor al 100%, es decir, estudiaban más niños que los que corresponderían por el rango de edad.

Por otro lado, para ese año, la tasa neta de escolaridad  (net enrolment rate) que sólo mide a los alumnos inscritos con la edad correspondiente a su nivel, baja a 86,69%. Es decir, que el 13,3% de los niños en edad de estudiar en primaria no lo hacen, y que incluyendo los niños mayores para esta etapa, se ha reducido la tasa de escolaridad en comparación con años anteriores.

La Unicef además contabilizó a 387.517 niños fuera de la escuela, un aumento de 77% con respecto a los 218.437 de 2012.


Desigualdad: desactualizada y dudosa

El método del Coeficiente de Gini, que ha sido usado para medir la desigualdad de ingresos, con valores que varían entre 0 (perfecta igualdad) y el 1 (perfecta desigualdad), no se conoce en Venezuela desde diciembre de 2015 cuando se publicaron los datos del primer semestre de ese año.

Entonces este había alcanzado la cifra de 0,391, lo que implicaba un aumento de la desigualdad desde los 0,380 de seis meses antes (2014-II). La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) colocó al país como el de menor desigualdad, superando a Uruguay, en su informe Panorama Social de América Latina (2016, PDF) pero con datos de 2014.

Este método, que mide la desigualdad financiera y que ha sido criticado porque mide la diferencia relativa entre quienes ganan más y ganan menos, pero que puede mejorar aunque crezca la cantidad de familias en pobreza, no está disponible en otras bases de datos internacionales. En el Banco Mundial sólo está hasta 2006.

Por su parte, en el Índice de Desarrollo Humano e Índice de Desigualdad de la ONU (2015), Venezuela aparece en el puesto 71 (nivel medio) con valores de 0.767 y 0.618 respectivamente. Es superado por Cuba (68), Costa Rica (66), Panamá (60), Uruguay (54) y los de alto nivel: Argentina (45) y Chile (38).

El Reporte Mundial de Felicidad, el cual basa sus resultados en la encuesta Mundial Gallup, y varias decenas de valores como productividad per cápita, apoyo social, expectativa de vida saludable, percepción de libertad de tomar decisiones, generosidad y corrupción, colocaba a Venezuela entre los 20 más felices del mundo en 2014. Desde entonces hemos bajado al 23 en 2015 y mucho más, con el 44 alcanzado en 2016.

En la edición de 2017, Venezuela alcanza el puesto 82, con un valor de 5,25. Más bajo que Paraguay, Perú, Bolivia, El Salvador, Ecuador, Nicaragua, Colombia, Panamá, Guatemala, México, Argentina, Brasil, Chile, y Costa Rica, el más alto de la región, en el puesto 12.

Para el 2018, donde se incluye felicidad de migrantes en el país de recepción, el país cae 21 puestos, ubicándose en el 103. El resumen lo califica como “el mayor perdedor” al bajar 2,167 puntos en una escala de 0 a 10. Ahora nos supera también República Dominicana, que brincó del 87 al 84, así como Honduras que subió del 92 al 72.

Venezuela también fue el que más perdió más valor en 2017, -1,597 puntos, mientras el ítem más bajo del país es la de percepción de libertad para tomar decisiones, 146 de 156 países medidos, donde apenas superamos a naciones como Afganistán, Ucrania, Grecia, Siria y Haití. En 2018, bajamos un puesto más, porque ahora Ucrania nos superó en ese valor. El Índice de Felicidad incluye el coeficiente de Gini en su cálculo.


08-04-18




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