Por Alejandro J. Sucre
Muchos de los más respetados
políticos e intelectuales de nuestra sociedad piensan que no se puede votar en
las elecciones presidenciales del 20 de mayo ya que los resultados de las elecciones están
cantados y hasta negociados a favor del presidente Maduro. También piensan que
aun hipotéticamente ganando las elecciones presidenciales Henri Falcón, la
ANC haría irrelevante el triunfo ya que inventará un supra poder que restaría
poder al nuevo Presidente. Ni el árbitro electoral ni el TSJ son respetuosos de
la voluntad popular ni de las leyes. En un símil futbolísticos, la gran mayoría
de los líderes de la oposición opinan que la contienda electoral del 20 de mayo
es equivalente a un juego durante un partido final de fútbol, donde de un lado
juegan los oficialistas, y en el otro medio campo juegan los opositores. Los
árbitros están vendidos. Los jugadores oficialistas llevan cuchillos y han
herido a los jugadores de la oposición. Los jugadores de la oposición dicen que
no van a jugar más ya que lo que se juega no es fútbol sino una carnicería.
Convencen a los espectadores nacionales e internacionales que no vale la pena
ver el juego ya que los jugadores oficialistas llevan cuchillo y el árbitro
está vendido.
De repente aparece un jugador,
Henri Falcón, que recibió un excelente pase del Dr. Eduardo Fernández y Claudio
Fermín, y ahora tratan de convencer a los espectadores y a los jugadores
compañeros de la oposición que en lugar de retirarse, chutar a gol y que
podrían ganar el partido. No hay árbitro que pueda cambiar un resultado 70% a
favor de la oposición y 30% a favor del oficialismo. Y aunque el árbitro haga
trampa es mejor documentarla que rendirse. Muchos de los jugadores de la oposición
no quieren jugar y prefieren abandonar el partido lleno de heridas. Unos
prefieren que gane el oficialismo y que se lleve la copa presidencial con
trampa ya que nadie se la reconocerá. Piensan que se arruinarán cuando no
hayan más espectadores ni jugadores ni patrocinantes para el próximo
partido. Esperan que los mismos espectadores internacionales les pongan
sanciones y los saquen de los futuros juegos. Algunos jugadores de la
oposición acusan a Falcón, Fernández y Fermín que jugar la copa presidente de
Venezuela es un saboteo a los opositores. Todo lo contrario sería, argumenta
Falcón y su equipo. El espectador de la embajada americana echó un grito
proponiendo que si los demás espectadores se quedaban en el juego, el partido
copa presidencial debía continuar. Algunos jugadores de la oposición abuchearon
al espectador de EEUU. Algunos espectadores que apoyan a Falcón y su estrategia
dicen que el equipo oficialista no se quedará sin espectadores, aunque
China y Rusia salieron heridos también. Los mismos jugadores oficialistas
están divididos.
En mi opinión los jugadores de
la oposición deben permanecer en el juego y apoyar el posible gol de Henri
Falcón. Con 70% a 30% los jugadores de la oposición no deben abandonar sus
posiciones. Deben usar la fuerza del equipo opositor para en el peor de los
casos documentar la trampa, si no evitarla. El glorioso equipo opositor que
ganó la AN en el 2015 debe estar presente en la contienda. Jugar banco les
haría perder fortaleza, entrenamiento y espectadores. Que vayan preparados
para lo peor, pero que vayan. Valentía, espíritu de lucha, capacidad de
organización, acto de presencia, no rendirse. El equipo opositor no solo tiene
mejores jugadores sino que conquistó el corazón de los espectadores a nivel
local y mundial. Pero en el terreno electoral es la batalla. Cada trampa tiene
su contraofensiva. Sin ingenuidad la oposición debe explicar los riesgos sin
crear falsas expectativas. Jugar banco y lamerse las heridas no son
alternativas. Que Trump priorizó la contienda de EEUU versus Rusia-Siria en
esta oportunidad. Y tiene otras prioridades.
15-04-18
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